jueves, 30 de septiembre de 2010

150 Años de... El Judaísmo en la Música.

"El judío jamás poseyó un arte propio, en consecuencia, tampoco una vida suministrando materia al arte".

Se cumple ahora el 150 aniversario de la publicación del infame panfleto musical El judaísmo en la música (Das Judentum in der Musik que podéis leer aquí), firmado por K. Freigedank, seudónimo de Richard Wagner. Un artículo que avergonzó al mísmisimo Franz Liszt, íntimo amigo y protector del compositor alemán. Me fastidia traer a este blog por primera vez la música de este genio precedida de una introducción biográfica tan nefasta, pero así son las efemérides de la Historia; un recorrido plagado de sinsabores

En fin, olvídemonos de los oportunistas, revanchistas y envidiosos juicios de valor surgidos de la parte más ruin del alma de Richard Wagner y recordemos al maestro por la belleza de sus notas musicales. Aquellas que, a nuestros ojos, mitigan ese despreciable antisemitismo compartido, por otra parte, por muchos de sus contemporáneos paletos e ilustrados.

Richard Wagner (1813 - 1883) es conocido por su prominente mentón, su estilosa boina ladeada, su militante antisemitismo, su amistad que tornó en enemistad con Friedrich Nietzsche, su ingratitud hacia su protector parisino, (el exitoso músico judío Giacomo Meyerbeer), y por ser el más grande compositor de óperas de todos los tiempos y una figura clave de la Música Clásica europea y mundial.

Por eso, disculpe maestro mi atrevimiento al dedicar mis primeras palabras en el Mundo Gusano a su lado más oscuro. En compensación, he subido al youtube este vídeo tan bonito: El Despertar de Brunilda, la valquiria que renunció a la inmortalidad por amor (¿os suena?), del Acto III de Sigfrido (1876), segunda parte de la monumental tetralogía El Anillo del Nibelungo.
Música de dioses.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Danzón n. 2. Lo mejor contra el Lunes (de los co**nes).

Danzón n. 2 (1994) del compositor mexicano Arturo Márquez.

Esto es mano de santo. Diez minutos para disfrutar, bailar y olvidarse de los problemas. A mí se me pone la carne de punta y los pelos de gallina escuchando esta maravillosa música.

sábado, 25 de septiembre de 2010

10 + 1 Muertes de Cine.

***Spoilers en algunos de los vídeos mostrados***

No se piensen ustedes que es tan fácil morirse en el Cine...

Muertes de Cine. Algunas sobrecogedoras. Otras ridículas. Otras que marcaron un hito en la Historia del Cine. Otras que se han convertido en iconos inmortales. Otras ñoñas. Otras ochenteras. Otras musicales. Otras emotivas. Y otras espectaculares y coreográficas.


Me he tomado esta entrada de Crowley como si de un meme se tratara. Cualquier lector gusano puede hacer lo mismo si así lo desa.

Aprovechen hoy que casi no escribo y disfruten de la ausencia de mis palabras y la presencia de Mis 10 Muertes de Cine favoritas disponibles en youtube.

10 + 1.- La Más Fulminante. El Último Boy Scout. (no spoiler).

10.- La Más Dramática. El Ejército de las Sombras. (no spoiler).

9.- La Más Poética. El Intendente Sansho. (no spoiler).

8.- La Que Me Partió el Corazón. Million Dollar Baby. (spoiler).

7.- La Muerte en el Salvaje Oeste. Raíces Profundas. (no spoiler).

6.- La Muerte en Nombre del Estado. Quiero Vivir. (spoiler).

5.- La Más Melómana. Muerte en Venecia. (bueno, spoiler en el título...).

4.- La Más Revolucionaria. Viva Zapata. (spoiler para los que no sepan nada de Historia de México).

3.- La Que Más Me Dolió. Sin Novedad en el Frente. (spoiler).

2.- La Muerte del Amigo. Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco. (spoiler).

1.- La Muerte de Amor. Dr. Zhivago. (spoiler).

viernes, 24 de septiembre de 2010

200 años de la Oktoberfest.

Uno de los pocos hitos de mi biografía que me llenan de orgullo y satisfacción es aquel momento, (hace más de 15 años ya), en el que los vapores etílicos de la cerveza bávara me llevaron a un planteamiento que trasladé al que entonces era mi patrón: "Oye G. ¿y por qué no montamos una movida así en Zaragoza para los Pilares?". Y, a día de hoy, el acontecimiento perdura en el programa de fiestas en honor a la patrona de mi ciudad sin que yo haya cobrado ni royalties ni nada.

Es cierto que esa idea flotaba en el imaginario colectivo de aquella expedición zaragozana, de la que yo formaba parte, que se fue a combatir contra los bárbaros, (aka bávaros), del norte de Europa y sur de Alemania, a Munich, para comprobar cómo iba el proceso de desnazificación, pero que acabó en fraternales abrazos germanohispanos.

La Oktoberfest de Munich cumple en esta edición 200 años de historia, una historia que viene muy bien contada en la wikipedia. Quiero hoy recordar a esta maravillosa y divertidísima Fiesta de la Cerveza muniquesa que es un cachito de mi propia historia porque en aquella Oktoberfest de aquel noventero año experimenté lo más parecido al síndrome de Stendhal que he sentido jamás, una sensación solamente comparable a mi primera visita a Praga, (un viaje del que regresé convencido de que yo me iba a vivir allí por mis santos botones).

Extraños compañeros de viaje provoca la ingesta de Löwenbräu o de Spaten porque no fueron pocas las alianzas germanoespañolas contra la liga italiana del norte. Los spaguetti no eran muy bien recibidos por aquellos lares, pese a lo cual, los muy ragazzi inundaban las calles de la hermosa capital bávara y los pabellones del recinto ferial. Una anécdota: A la entrada de la celebérrima y mítica HB, un portero del tamaño de Groenlandia nos dijo que el local estaba lleno. Uno de mis compañeros de expedición, veterano oktoberfestero que se las sabía todas, le dijo "We are not italians, we are spanish!!!", a lo que el portero respondió en un robótico castellano "¡hola amigos!".

Otra anécdota de abuelo cebolleta, (os prometo que es la última): la gente de bien odia a los tunos, esto es así, pero en Munich, durante la Oktoberfest, todo es posible. Confraternizamos con dos tunos zaragozanos que se ganaban la vida bastante bien porque los generosos turistas y los nativos municheses flipaban con sus capas, cintas, cánticos, bandurrias y panderetas. Con estos tunantes acabamos de madrugada en el que parecía ser el único local abierto en la noche de Munich. Era un puticlub bastante elegante. Nuestros amigos los tunos fueron requeridos a cantar algo para las meretrices y la distinguida clientela masculina. En un alarde de agudeza y rapidez ineltectual, como no he vuelto a ver de nuevo, cambiaron la letra del "Guantanamera" por un improvisado "Cuanta ramera, había cuanta ramera...", que los clientes y las lumis coreaban con alegría y que me provocó un intenso dolor de estómago a causa de una risa incontrolable que se apoderó de mi cuerpo y alma.

Mi amigo tuno y yo.

Moraleja: puedo contarle a mis nietos que, onceuponatime in Munich, me tomé cuatro whiskies de malta en un puticlub y no pagué ninguno. Otro gran hito en mi vida.
Y es que In München steht ein Hofbräuhaus...

Os dejo con una bonita melodía tradicional alemana.


jueves, 23 de septiembre de 2010

Música de Cine: Los Intocables de Eliot Ness (1987).

Nada que añadir a esta obra maestra de Brian De Palma que cuenta con la brillantísima banda sonora compuesta por el maestro Ennio Morricone.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Canciones de Cine. El Desterrado.

Vamos a airear bien el blog porque se le ha quedado un olor como a rancio luterano después del rollo que solté el otro día hablando de Ordet, el panfleto de Dreyer. Nos vamos a las antípodas del Cine de la mano de Robert Mitchum, uno de mis grandes héroes del celuloide.

La vida en la Frontera no espera nos cantaban los Radio Futura. Y el título de esta canción de los Auserón y el de la que traemos hoy, El Desterrado, describen escueta pero acertadamente el argumento de uno de mis westerns favoritos: Más Allá de Río Grande, una película dirigida en 1959 por Robert Parrish y producida por Robert Mitchum para su lucimiento absoluto en el que los secundarios son más secundarios que nunca porque durante todo el metraje solamente queremos ver a Martin Brady, ora vestido de mexicano, ora vestido de gringo texano, pero siempre fiel a su sombrero al que ya, de paso, proclamo como uno de mis sombreros favoritos de cine.

Es el personaje de Brady que interpreta Mitchum el que acapara la atención de una historia que reúne todos los ingredientes que se necesitan para hacerla atractiva a mis ojos, a mis ojos de crío de Primera Sesión que, cada día estoy más convencido, son los ojos con los que debería ver todas las películas.

Ingredientes:

1.- Un súper protagonista. Pistolero atormentado por su pasado que busca la redención y el bellísimo y eterno mantra clásico hollywoodiense de "si yo lo que realmente quiero es volver a casa a curarme las heridas del alma".

2.- Un malo de los de verdad. De los que no abren la boca en toda la película.

3.- Mexicanos. Me encantan los mexicanos en los westerns. Los mexicanos y la Frontera. ¿Qué tal las pintas del General Marcos Castro (Victor Manuel Mendoza)?. (Qué curioso, ¿no?, los malos son unos hermanos apellidados Castro...).

4.- La música de Alex North.

5.- Románticos planos resultones. Ésos que tanto me gustan.


6.- La Caballería yanki persiguiendo a los indios apaches que son muy malos y roban rifles.

7.- La chica, Julie London, casada con un hombre al que no ama y algo casquivana. Otra que busca redención en brazos del machote pistolero.

8.- La película está dirigida por uno de esos profesionales de Hollywood que, en los años 50, tenían tanto oficio que conseguían realizar maravillas incluso con el guión más clicheado que se puede uno imaginar: Robert Parrish quien, a lo largo de su carrera, fue actor, editor de sonido, montador y director.

9.- Su mayor virtud: la fotografía de Floyd Crosby y Alex Philips.

¿Algo más?. Pues sí hombre, habrá que completar el decálogo.

En un momento de la película se escucha, de pasada, una bella canción cantada a la luz de una hoguera, (cómo no), que los más listos del lugar, (como yo), reconocimos en seguida. Se trata del revolucionario corrido mexicano El Desterrado. Os traigo esta estupendísima versión instrumental con Antonio Bribiesca, mítico intérprete mexicano, a la guitarra.

Una canción que dice en una de sus estrofas:

Ay, que noches tan intranquilas
paso en la vida sin ti
sin un hermano ni un amigo
ni a quien quejarme
me fui con el fin
de por allá quedarme
sólo el amor, de esa mujer
me hizo volver.


lunes, 20 de septiembre de 2010

Ordet vista por un ateo. ¿Por qué no me gusta el Ordet de Dreyer?.

Porque soy materialista y ateo.

Aseguren sus cinturones que hoy vamos a hablar de Ordet (1955), de Carl T. Dreyer, pero antes vamos a meternos en ambiente.


A Juana de Arco la quemaron viva por chalada y por rencillas de frailes y reyes, pero a Giordano Bruno lo quemaron por ateo, por racional y por científico, y a mí me da más pena lo de Bruno. No puedo evitarlo.
Pero, ¿es que no puede un ateo materialista disfrutar de Ordet al igual que disfruta de una catedral cristiana o de una Misa de Schubert?. Pues un ateo materialista standard no sé, pero yo no, porque el final de Ordet me revuelve las tripas y su historia siempre me pareció una de las más perversas de la Historia del Cine hasta que vi Rompiendo las Olas, que es una especie de remake de Ordet pero en plan moderno, con fellatios y campanas incluídas y le quitó el n.1 de mi ránking personal.

Ordet es un torrente de espiritualidad... Pero eso ¿qué es?, ¿"un torrente de espiritualidad"?, pero ¿qué significa esa frase?. Con sentencias como ésta suelen defenderse las virtudes del significado de Ordet. Yo no las entiendo.
Y es que la fe en los hombres mueve montañas, las mueve literalmente con ayuda de maquinaria pesada, y por en medio de esas montañas pasan los trenes para que podamos visitar Segovia. Es entonces cuando creemos en el Hombre: al olor del cochinillo.
Pero la fe en Dios necesita resucitar muertos, que es una cosa pavorosa que delata el miedo a la muerte y el poco convencimiento que, en realidad, tienen la mayoría de los occidentales de que exista vida Más Allá. O, al menos, un Más Allá mejor que el Más Acá que tampoco está tan mal, con sus vacaciones pagadas, sus chiringuitos en la playa y su inabarbacable oferta de ocio.

Veamos lo que nos cuenta Ordet, una película de cámara (en el sentido orquestal) basada en la obra de teatro de 1925 que el dramaturgo y pastor luterano Kaj Munk escribió en 6 días.
A partir de aquí spoilers.

"Me llamo Jesús de Nazareth", "Lo que tú digas chiflado".

Ordet es la historia del enfrentamiento de dos familias danesas cuyas disputas religiosas quedarán zanjadas por un hecho sobrenatural. En la familia protagonista hay un patriarca que tiene tres hijos: El primer hijo, Johannes, se ha chiflado tras estudiar teología porque iba para cura y dice que es Jesucristo. El segundo hijo, Mikkel, no tiene fe, tiene una mujer muy guapa, dos hijos y otro en camino. Y el tercer hijo, Anders, se quiere casar con la hija del patriarca de la familia rival, un luterano ortodoxo.
Con estas 5 maneras de entender la fe, (el creyente standard o "cristiano luminoso" que decía Bazin, el místico, el agnóstico, el atrapado entre dos fes, y el creyente ultraortodoxo), más el pastor y el médico del pueblo, (representantes oficiales de la Religión y la Ciencia), Dreyer hace sus malabarismos metafísico - religiosos que tienen pinta, a lo largo de la película, de que no van a llegar a ninguna parte, como toda disquisición teológica. A este pastel se le añaden dos guindas: los personajes femeninos, (la esposa y la hija de Mikkel), que por su inocencia representan la fe pura que resulta que solamente tienen los simples y los chalados. Pura imaginería cristiana.

Bueno, la verborra metafísica no nos lleva a ninguna parte, como ya digo, y las diferentes posturas ante la fe y la religión parecen ser irreconciliables, (es que lo son por definición). Entonces, ¿qué hacemos para zanjar el asunto?, pues lo único posible, que baje Dios y lo vea, o sea, un milagro. Pero un milagro de los buenos. Vamos a resucitar a un muerto, una de las pocas cosas que, hasta el momento, no ha conseguido la Ciencia. ¿A quién matamos?, pues al que menos fe tenga, a Mikkel.., espera un momento.., ¡somos cristianos y luteranos!, que se note.., ¡vamos a matar a la mujer del ateo después de que dé a luz a un bebé muerto!. Y luego la madre va a resucitar, durante su velatorio, delante de todos, para que alucinen y se inclinen ante el poder de la auténtica fe, la del chiflado Johannes, autor del milagro, lo mismo que flipó el Faraón ése que no se creyó que Jehová los tenía cuadrados hasta que le mataron al hijo.

Pero, ¿por qué debería Johannes devolver la vida a la pobrecita Inger si ni su marido, ni su familia, ni sus vecinos tienen verdadera fe y, además, ella está mejor en el Cielo?, pues porque se lo pide su sobrinita, que es una niña pura como el agua de manantial, en su pureza radica su fe (¿cualo?), y prefiere a su madre viva que muerta, (el diálogo entre Johannes y su sobrina a este respecto es de traca).

Dios 1 - Ciencia 0. Johannes le restriega el milagro al médico que acaba de certificar la defunción de una señora que se está levantando del ataúd a consolar a su esposo viudo.

Coda. Remate final. Melodrama y tragedia. Mostremos la comprensible alegría del no creyente cuando, gracias a la fe de su hermano y de su hijita, vuelve a abrazar la carne caliente de su esposa recién muerta. Qué calentita y qué guapa es mi mujer cuando está viva. Ya no dormiré solo en las frías noches danesas. Con lo fácil que era. Bastaba con tener fe verdadera.
Y ¡bingo!, con esto se salvan los trastos al incluír no solamente entelequias y supersticiones, sino también una dosis de eso del Amor y de la Carne a la que no hay que despreciar y que son indisolubles del alma, porque somos cristianos modernos, (hermosa contradicción), no como los de la Baja Edad Media.
"Pero es que... también amé su cuerpo...", dice Mikkel cuando le consuelan con el argumento de que el espíritu de su amada está en el Paraíso. Reconozcamos que esta hermosa frase libra a Munk y a Dreyer de caer en el ridículo total del fundamentalismo religioso.

Esta es la historia de Ordet, de La Palabra que es la traducción en nuestro idioma. Moraleja: Sólo es fe verdadera la fe del Hombre que cree en los milagros. La fe que los tiene bien puestos y que sopla las trompetas para derribar las murallas de Jericó. La otra, la de la mayoría de los creyentes, no sirve para nada. Es un compendio de convencionalismos para cobardicas.

¿Qué os parece?. ¿Sabéis que es lo peor de todo?. Lo peor de todo es que ¡Carl Theodor Dreyer tiene razón!, o se cree o no se cree. El resto son mandangas. Y si crees en un Dios Todopoderoso a la fuerza tienes que creer en los milagros.

El argumento de Ordet es bochornoso y no apto para una mente racional. La versión de Dreyer es un panfleto, pura apología cristiana. No es leyenda, no es folclore, no tiene elcomponente naíf de la mitología.
Una vez leí que Dreyer filmó dos finales: uno fiel al de la obra teatral en el que se cuestiona la autenticidad del milagro y el otro, el que finalmente montó, que no deja duda alguna sobre lo milagroso de lo que estamos viendo. Esto es lo que odio de Ordet, esa obscena intencionalidad evangelizadora es lo que hace que siempre recuerde esta película con enorme desagrado. Lo mismo que supongo que hará que los creyentes la veneren.

Ordet es la intelectualización de la fe que hace la mente racional de un creyente, atrapado entre dos mundos, que cree estar combatiendo la superchería de la ortodoxia luterana y católica pero que no hace sino alimentarla con sus milagrerías. Pero intelectualizar la fe es como cuadrar el círculo; una pérdida de tiempo. Ordet no me sirve ni como cuento. Es una milonga que pretende resolver las dudas y los temores que surgen de la lucha entre la razón versus la fe y sus diferentes interpretaciones, con un milagro en el siglo XX, un truco de feria que resucita a un muerto a petición de una niña.

Johannes es la avanzadilla de Jesucristo Súperstar, el hijo enrollao de Dios al que no le mola el encorsetamiento de las normas de la Iglesia. Y así ponemos el contador a cero y otros dos mil años a vivir en el cuento. La culpa de todo lo malo que pasa no es del dios que puede resucitar muertos, es de los Hombres, que somos muy malos y no tenemos fe y cada día nos hacemos más preguntas sobre los átomos y los neutrones.

Ordet quiere convencernos de que hay un Más Allá al estilo de Santo Tomás: metiéndole mano a una mujer que primero está fría, en su ataúd, y luego caliente, vivita y coleando. Dreyer quiere que entendamos que para llegar a Dios no necesitamos necesariamente pasar por la ortodoxia de la Iglesia, nos basta con la Biblia y mucho tiempo libre. Algunos defienden que es un canto a la libertad individual. Y nos lo tenemos que tragar. Ordet tiene la misma moraleja que Forrest Gump: los simples heredarán el Cielo.

Ordet es una película que formalmente es bonita si te gusta la música de cámara y un poco menos bonita si lo tuyo es la gran orquesta sinfónica porque tiene poco más de 100 planos. Es una película que posee una belleza muy particular que algunos encuentran atractiva y otros excesivamene teatral, demasiado parsimoniosa y hierática. Pero Ordet posee, para un ateo, un alma retorcida, tramposa y viciada. Es un talibán vestido de hippie. Es como un Testigo de Jehová sonriente e impecablemente vestido: doblemente peligroso. Eso sí, quiero proclamar que la oligofrénica interpretación de Preben Lerdorff Rye (Johannes), la encuentro exasperante (especialmente en la v.o.).

Yo también admiro a Dreyer, a veces, por cómo manejaba la cámara pero me pone enfermo cuando nos evangeliza con historias anticatólicas como la de Ordet, una película militante de la Reforma, sólo apta para cristianos y/o estetas.
Pero no le perdono que en 1955 rodara Ordet, lo mismo que no le perdonó Nietzsche a Wagner sus delirios mitológicos y rompió la amistad con el músico al que admiraba y amaba profundamente.

La Reforma quiso enseñar a la Iglesia de Roma cómo había que amar correctamente al Cristo, lo mismo que Ordet. Pero a mí me importa un comino el Cristo y no me interesa cómo hacerle el kamasutra correctamente. Me interesa como hacérselo a mi mujer.
Hay otras cosas que me asquean bastante de Ordet, pero creo que el post ya me ha quedado bastante largo.

Epílogo. Al final de El Manatial de la Doncella, (esta sí, una obra maestra de Bergman), nace una fuente, brota un torrente, debajo de la niña muerta, pero un torrente de agua que nadie ha pedido en sus rezos. Brota una leyenda creada por hombres que cantaron a una niña asesinada y violada que sabían que no se levantaría jamás de su tumba y le pusieron su nombre a una fuente de agua fresca. Es otra milonga, pero al papá de la niña muerta siempre le consoló pasear junto a esa fuente que llevaba el nombre de su hijita muerta y que, a lo mejor, fue lo que evitó que se volviera loco como Johannes, el barbilampiño que leía a Kirkegaard y que nos la quiso colar con un milagro de sanador filipino.

I´m finished.

domingo, 19 de septiembre de 2010

José Antonio Labordeta (1935 - 2010). D.E.P.

Zaragozano, gracioso y somarda. Lo tenía todo.
Voy a recordarlo con uno de los mejores y más justificados exabruptos de la Historia reciente. Puso en su sitio a los tontos de siempre.

***Añadido: Labordeta en Café del Artista. No se pierdan esta entrada***

Las Aventuras de Gottfried Rinkley, el inventor del siglo XX. Capítulo VIII.

Capítulo VIII. Gangs of Presbistoffen. Los rufianes húngaros.

No todos son luces en la biografía de Gottfried Rinkley.

El que es hoy día considerado como el Inventor del siglo XX, pasó también a la Historia por ser el responsable indirecto del nacimiento de las bandas de pandilleros y demás asociaciones mafiosas dedicadas a prácticas delictivas, a cuyos componentes hoy se conoce en todo el planeta como gangs. Y es que el vocablo gang fue también una creación de Gottfried Rinkley y no es sino una abreviatura de la palabra húngara

Gangszentségtöréssokemberélelmiszerennireggel,

que traducida a nuestro idioma vendría a significar rufián y que fue palabra de uso obligatorio en todo el Imperio desde que el Obispo Trufano así lo dictaminara en el Concilio de Crimea (526), según él, porque así se lo ordenó San Nicodemo, santo patrón de Osetia.

Si bien la popularización del diminutivo gang que debemos a Rinkley contribuyó a salvar muchas vidas entre muchos ciudadanos no magiaro-parlantes, (que a menudo morían atragantados intentando pronunciar Gangszentségtöréssokemberélelmiszerennireggel), el concepto en sí mismo no puede decirse que resultara beneficioso para nuestra sociedad en modo alguno.

Antes de Rinkley, la dificultad de pronunciar rufián en húngaro llevaba consigo el que casi nadie quisiera dedicarse a tan nociva actividad, salvo, obviamente, algunos húngaros que, por su facilidad de palabra, decidían convertirse en rufianes. Sin embargo nunca eran perseguidos ni acusados por las fuerzas de orden público que evitaban así los duros trámites administrativos que suponían el tener que acusar a alguien de ser un rufián. Tampoco eran los rufianes denunciados por sus víctimas quienes temían presentarse ante la Corte para testificar y acusar a alguien de serlo. Y etc, etc.
Como consecuencia de todo esto, los rufianes acabaron siendo muy bien recibidos en todas partes. Se celebraban fiestas en su honor y se les permitía yacer con las primogénitas de las familias en muchas aldeas europeas. Pasaban de ser rufianes a héroes, que en húngaro se dice simplemente HŐSÖK.

Los rufianes húngaros, abrumados por las muestras de cariño y por las numerosas viandas y presentes que recibían de los lugareños, arrepentiánse no ya de cometer actos impuros sino incluso llegaron al punto en el que el sólo hecho de pensarlos les producía un gran pesar. Para compensar los desvelos de la población, los rufianes ordeñaban vacas, construían escuelas y orfanatos, trazaban calzadas, erigían puentes que unían los rincones más recónditos del Imperio membrándolo de una manera que perdura hasta nuestros días, y donaban generosas limosnas a parroquias e iglesias. Varios rufianes húngaros fueron beatificados y algunos de ellos incluso santificados (San Béla Tarröliszt).

Pero todo esto cambió el día que Gottfried Rinkley dijo en público "Gang!, más que gang!".

sábado, 18 de septiembre de 2010

La Cancioncita del Sábado: A House Is Not a Motel.

Estupendo el cover que hizo el grupo londinense The Duke Spirit del clasicazo imprescindible de un disco imprescindible: A House Is Not a Motel, original de los míticos Love y que se incluía en su obra maestra de 1967 Forever Changes.

Por el mismo precio, la versión original:

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Una obra IMPRESCINDIBLE: La Rapsodia Rumana n.1 de Enescu.

"No hay canciones más bellas que las que canta el pueblo ni historias más hermosas que las surgen del imaginario colectivo y del folclore". Mr. Lombreeze.

"Pienso en mi tierra constantemente. Amo a mi pueblo con toda mi alma y en todo momento. En cuanto me recupere de mi enfermedad sólo desearé una cosa: regresar a mi país". George Enescu, exhiliado en París huyendo de la Rumanía comunista.

El siglo XX comenzó muy bien para la Música Clásica. El compositor y virtuoso violinista rumano George Enescu (1881-1955) creó en 1901 una de las 10 composiciones que me llevaría a una isla desierta sin ningún lugar a dudas: La Rapsodia Rumana n.1 en La Mayor, Op. 11, que es una de las más maravillosas y vitalistas experiencias musicales de las que puede disfrutar un melománo y todo un canto de amor a la Vaterland, a la Patria. Pero a la Patria de la infancia y el colegio, de la familia, de las fiestas del barrio, de las ciudades y los pueblos. A la patria de los primeros amores y la primera bicicleta. No a ésa otra tan mezquina y boba de "mi patria es más larga que la tuya".

Enescu, admirador de Brahms y Wagner, es el más importante compositor nacido en Rumanía. Es el equivalente a nuestro Falla o a los Smetana, Janácek, Bartók, Kodaly, Martinu, etc, de sus países vecinos. Una serie de grandes compositores "nacionalistas" que encontraron en el folclore musical de su patria una fuente de inspiración poderosísima.

No nos cansamos de repetir que la colisión de estos dos mundos, el de la música culta y popular, produce las más acertadas y bellas explosiones y expresiones musicales que hemos oído jamás porque aúna las dos facetas más conmovedoras del ser humano: el canto rítmico de los latidos de nuestros corazones con el de los eléctricos impulsos de nuestras neuronas.
Unas composiciones que suenan a colaboración entre juglares y enciclopedistas.

Precisamente el origen de las dos rapsodias rumanas de Enescu, compuestas en la ciudad de París, es una reacción del músico contra el exceso de racionalismo que en aquel entonces predominaba dentro de la música francesa, abanderada musical de la europa de entre siglos donde destacaba el gran Debussy, uno de los grandes revolucionarios de la historia de la música.

Disfruten a continuación de la brillante y espectacular orquestación de la Rapsodia Rumana n. 1 que incluye también el vuelo de la alondra que escuchábamos cantar el otro día, junto con otros temas populares rumanos.

Dura unos 12 minutos. Los 6 primeros son más tranquilos y los 6 últimos... ¡son tremendos!. Enescu nació en un pueblo que se llamaba Livani. Ahora se llama Enescu. Otro amor correspondido.

Dedicado a Nicolas Sarkozy a cuyos antepasados húngaros no expulsó de Francia ningún gobernante gabacho.

martes, 14 de septiembre de 2010

Claude Chabrol (1930 - 2010). D.E.P.

No existe una “nueva ola”, sólo existe el mar.


Ha muerto Claude Chabrol, un longevo y prolífico director que no figura en mi lista de realizadores favoritos. De las tropecientas mil películas que dirigió habré visto una decena. Pese a ello, es incuestionable que fue una figura relevante en la Historia del cine europeo. Seguro que estos días leemos muchas semblanzas de su vida y filmografía que le harán justicia.

A modo de pequeño homenaje traemos hoy a nuestro blog una escena que me encanta de su, para mí, mejor película: Accidente sin huella (1969), basada en la magnífica novela La bestia debe morir de la que hablábamos hace poco en nuestro blog.

Así de maravillosamente bien retrataba y criticaba Chabrol a la acomodada burguesía francesa (y europea). Fíjense en el magistral movimiento de la cámara desde el minuto 3:10 hasta el 07:20 aproximadamente, momento en el que llega la bestia de la película.

Cine elegante, sin teatralidad y sin aburrir. Como tiene que ser


lunes, 13 de septiembre de 2010

Críticas sin palabras. Salt.

Salt es una película tan, tan, tan horrorosamente mala que se merece una de nuestras famosas críticas sin palabras.
Atentos que vienen curvas (y spoilers).

Sale Liev Schreiber haciendo de bueno, pero acaba pasando que, como siempre que aparece este actor en una película, en realidad.., ¡es malo! (menuda sorpresa).

Sale Angelina Jolie interpretando a una agente de la CIA con muchos recursos. Por ejemplo, tapar una cámara de seguridad con las bragas.

Cuando se descubre que Angelina Jolie es una espía rusa, su personaje se viste de rusa aunque esté en NY.

Sale Angelina Jolie conduciendo un coche de la policía mediante la electroestimulación del cuerpo inconsciente de un agente.

Sale el atentado contra el presidente de los USA más chapucero y tonto de la Historia del Cine.

Y el plato fuerte: Sale Angelina Jolie disfrazada de machorro soldado rusa para que no la reconozcan.

No tengo más palabras para describir este engendro.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Las Aventuras de Gottfried Rinkley, el inventor del siglo XX. Capítulo VII.

Capítulo VII. La infancia de Gottfried Rinkley. Su Primer Onaneo (2a parte).

"Sodomita lo soy, no lo niego. Pero antes que nada soy buen cristiano". Estas son las palabras que se escucharon de la boca del compungido Gongorico II tras leer la encíclica Penne non grato... que le prohibía seguir practicando el sexo anal no consentido con sus siervos. Buscando consuelo en el bosque de Filostrán, el Rey contempló una mañana cómo una adorable pareja de osos, tras devorar a una adorable pareja de ancianos indefensos, retozaban sobre la hojarasca de un claro. El oso macho, muy cariñoso y algo harto de su rutinaria vida sexual, intento acceder a la hembra por la vía tan poco natural que tanto gustaba a Gongorico. Ella no consintiolo y rechazó al macho con un zarpazo que luego resultaría ser mortal de necesidad. Pero antes del plantígrado deceso, Gongorico II observó cómo el oso aliviábase el ardor no correspondido introduciendo su miembro por el orificio principal de un enjambre de abejas.
Poco tardó Gongorico II en imitar al animal con resultados nada placenteros, (algunas crónicas cuentan que su falo recibió más de 200 aguijonazos, aunque esta información no es contrastable por medio alguno). Entre ruidosos alaridos recibió la Reina al Rey en sus aposentos. Desconcertada, comenció a lamer aquel desastre con la esperanza de aliviar el sufrimiento de su esposo.

Este episodio fue el desencadenante de 3 importantísimos sucesos:
1.- El descubrimiento de las propiedades nutricionales de la miel de abeja que curó la miopía de la Reina y que llevó al nacimiento del Arte de la Apicultura.
2.- La invención de la fellatio tal y como la conocemos hoy día. Nombre que viene del abuelo materno de la Reina, Fellatos III el Cojo.
3.- La caída en desuso de cualquier técnica onanista que quedó ensombrecida por la nueva maniobra que se conoció, hasta tiempos de Gottfried Rinkley, como La fellatio de Gongorico.
Durante más de diez siglos no se practicó onanismo alguno en nuestra amada y vieja Europa. Tan arraigada era la costumbre de la fellatio de Gongorico que el Onán style había caído en el olvido.

Fue, de nuevo, un episodido de la infancia de Gottfried Rinkley el que cambiaría esta situación y convertiría a Centroeuropa en lo que hoy es: la zona del mundo con el más alto índice masturbatorio de todo el planeta, principal causa de su actual prosperidad económica y cultural.
Cuando el pequeño Gottfried se levantaba por las mañanas con su habitual y evidente erección, corría, presuroso e ignorante de lo que en su entrepierna acontecía, en busca de su madre para que espantara de su cuerpo aquel mal que le atormentaba. Elvira Rinkley siempre se limitaba a recitarle el clásico poema medieval de Totolsmann el Alegre (1026 - 1067): Las flores de primavera vestidas de fiesta están. Las alegrías del bosque son ecos de mi cantar.

Gottfried no terminaba de comprender la relación entre aquellas estrofas y su inflamación fálica, pero ciertamente comprobaba que las imágenes bucólicas de la campiña conseguían remediar el ardor que experimentaba. El ritual se repetía casi todas las mañanas hasta el día en que su madre Elvira fue a visitar a su prima al pueblo vecino de Innstelgenmeisterbughausen. El joven Gottfried sintió pánico al no encontrar a su madre y fuera de control corrió por la casa desnudo y presa de una excitación que no hacía sino empeorar el asunto. Desesperado optó por arrancarse aquella tumoración indecente que, según su inexperiencia, no servía para nada. Los vanos pero numerosos intentos de Gottfried Rinkley para extirparse manualmente su órgano reproductor fueron conviertiéndose en armoniosos y placenteros movimientos cadenciosos que culminaron en lo que de todos es bien conocido. Gottfried ya no abandonaría aquella costumbre hasta el día de su muerte.

Sigue siendo un misterio el cómo se propagó aquella costumbre primero por el pueblo, más tarde por la comarca, más tarde por el país y más tarde por casi todo el continente (todavía no se usa en Albania). Pero recientes estudios del profesor Louis R. Storetruck afirman que la ausencia de paredes en la vivienda de los Rinkley ayudó a ello.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Ha vuelto...

Hola amiguitos.

Septiembre... Todo parece volver a la normalidad; se acabaron los calores, llega la vuelta al cole y, para todos ustedes, a finales de este mes, vuelve a las pantallas de televisión una de nuestras primeras recomendaciones gusanas: Dexter, en su quinta temporada.

Les dejo con el tráiler del avance de esta nueva temporada. Ojito para el que no haya visto el final de la cuarta.

Y no, parece que no había truco en lo del cliffhanger de Rita.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Cosas que me apasionan: El vuelo de la alondra rumana.

Tranquilos, que no se me ha ido la pinza

Ciocârlia ("alondra") es una popular canción rumana compuesta por Angheluş Dinicu y estrenada con motivo de la inauguración de la parisina Torre Eiffel en 1889.

Una bella melodía que suena muy bien cuando vuela en solitario interpretada por el virtuoso guitarrista israelí Baldi Olier (una auténtica bestia parda de la guitarra)...

... y cuando vuela acompañada por los 100 Violines Gitanos de Budapest. Un grupo de intérpretes que no se andan con chiquitas.

No será la última vez que vuele esta alondra por nuestro blog.
Queda lo mejor.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Macizas Musicales. Enseño búlgaro. Y no es un idioma.

A mí Bulgaria es un país que me da un poco de miedo porque no sé casi nada de él y me entra el síndrome del paleto con miedo a lo desconocido.

No conozco a ningún compositor búlgaro, (aunque todos los melómanos admiramos al impresionante bajo Nicolai Ghiaurov), ni creo ser consciente de haber visto jamás ninguna película búlgara (¿alguna recomendación?). No he descifrado El Misterio de las Voces Búlgaras y una vez que bebí slivovice casi me da un patatús de lo fuerte que estaba.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Bulgaria no jugó un papel significativo en la contienda y solamente recuerdo que se alió tanto con el Eje (al principio de la guerra) como con los Aliados (al final de la guerra). O sea, que tontos tampoco son.
Para rematar el asunto, el único búlgaro que he visto en la tele es Hristo Stoichkov que es un tipo que me cae bastante mal.

Lo que sí sé de Bulgaria es que es uno de los países con la música pop más hortera que puedas imaginar destacando, por méritos propios, el subgénero de la música chalga pop, que suena a moruna.

Escuchar la MTV búgara tiene que ser una tortura cuasi insoportable. Lo mismo que videar los clips musicales de sus cantantes, un mundo repleto de macizas musicales como demuestra este canal del youtube. (ACHTUNG! Kontinuierliche Betrachten dieser Videos kann irreversible Hirnschäden!!!).

Hoy, para alegrarles la vista y destrozarles el tímpano, les traemos a una de las muchas chicas que enseñan el búlgaro cuando cantan: Aksinia, o como escribiría San Cirilo, Аксиния.

Tampoco sé nada de Aksinia, aunque se la ve buena gente...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Irreversible vista por un optimista. El cuento de la Bella y la Tenia, la bestia que debe morir.

"En el Hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio". Albert Camus.

Episodio I. Prólogo. ADVERTENCIA: Este laaaaaaaaargo post contiene spoilers de la película Irreversible (Gaspar Noé, 2002). También incluye enlaces a dos escenas de esta película que pueden herir la sensibilidad del espectador. No es coña.

Episodio II. Irreversible fue una película que inauguró y finalizó una nueva y personal categoría cinematográfica: la de las películas que hay que ver 2 veces o ninguna. Ni más, ni menos. Puedes morirte sin ver Irreversible. No pasa nada. No es una obra maestra del cine, no es un antes y un después en la historia del séptimo Arte, no nos cuenta nada nuevo, y sí contiene un par de escenas que pueden resultar, para muchos, insoportables. Pero si decides ver Irreversible mi consejo es que opines lo que opines de esta película, la veas una segunda vez. Y, tras esto, no vuelvas a verla nunca más, porque Irreversible es una película muy buena que yo no volveré a ver jamás, que nunca recomiendo a nadie y que recuerdo con cierto desagrado. Formalmente es muy atractiva: 13 episodios = 13 planos secuencia.

Episodio III. ¿Qué cuenta Irreversible?. Una historia sencilla nacida de una colaboración entre Perrault y el marqués de Sade que incluye una caperucita, un lobo feroz y un impulsivo cazador. Y es que Irreversible es una historia de una venganza fallida, de una sádica destrucción sin sentido de la belleza y una muestra de la ausencia de moral en el comportamiento de las bestias. Las bestias que alardean de no saber quién es Kant y de poseer un cerebro en el que los impulsos reptiles controlan a la razón y ahogan a la conciencia.

Episodio IV. ¿Qué me parece moralmente las intenciones del director de Irreversible?. Pues no tengo respuesta. No capto su moraleja del todo. Tras verla, no sé por qué Gaspar Noé la rodó. Cierto es que, en general, no me importa tanto lo que el director me haya querido decir como lo que para mí significa lo que me ha contado. He leído después lo que otros han interpretado sobre las intenciones del director y, curiosamente, en el caso de esta película, casi todas las posiciones me han parecido muy razonables. Pero eso es otro cantar y yo, tras dos visionados, no tengo claro si Noé busca concienciar, denunciar o escandalizar. Lo que sí tengo claro es que yo no soy un pesimista como él. Si soy sincero, tampoco es que me importen demasiado sus motivaciones. Alguien acusó a Noé de querer ganar dinero con esta película. Y se quedó tan ancho tras semejante acusación.

Episodio V. ¿Qué es Irreversible para mí?. Es la historia de una brutal tragedia que desencadena una historia de venganza que acaba fatal y que me provoca desazón porque no se caza a la bestia a la que se buscaba: El Tenia. El Tenia es un violador, un chuloputas y un maginal resentido. Un ser despreciable al que da vida un actor - deportista practicante de kickboxing, (una disciplina que también desprecio bastante).
Pero, ¿es una película moralista?. Sí, un poco sí. La catástrofe que sucede a la tragedia de la violación de la protagonista es el fruto del árbol prohibido de tomarse la justicia por la propia mano en lugar de confíar en la labor de la policía. Mis propias moralejas no me satisfacen. Mis conclusiones van desde lo superficial, (si vas a tomarte la justicia por tu mano, planea el asunto con cuidado), a lo metafísico que sintetiza la frase inicial: "El tiempo lo destruye todo". Aunque esta sentencia resulta ser bastante naíf, además de falaz. Tan naíf como eso otro de que lo irreparable no encuentra consuelo en la venganza.
Pierre le dice a Marcus (los dos protagonistas masculinos) que la venganza no ayudará a Alexandra (la víctima). Puede que Pierre tenga razón, (habría que preguntarle a Alexandra), pero se olvida de que la venganza sí que ayudará a Marcus.
Otra moraleja de las que destila el film huele a tragedia clásica: aquello de lo inevitable del destino y eso otro de "contemplad, oh hermanos míos, las bajezas de las que es capaz el Hombre". Pero esto es incorrecto, porque la fatalidad sólo existe como sinónimo de desgracia pero no como de la fuerza del destino. Y yo digo: "contemplad la bajeza y el grado de perversión y crueldad al que pueden llegar algunos humanos". Si el director iba por los derroteros de el hombre es un lobo para el hombre, confieso que me aburre ese discurso con el que nunca he estado de acuerdo.

Episodio VI. ¿Dónde está la clave de Irreversible?. En la acertada descripción de lo que es una bestia. Las bestias se reconocen fácilmente. Son unos seres que se limpian el trasero con las tres formulaciones del imperativo categórico de la ética kantiana. Durante el aparentemente intrascendente prólogo del primer episodio, dos depravados personajes mantienen una conversación filosófica que parece ser toda una declaración de intenciones. Uno de ellos dice "no hay malas acciones, sólo acciones". Y refuerza su amoral ética personal enfatizando la importancia que tiene obtener placer a costa casi de lo que sea. Acostarse con su propia hija, por ejemplo.

Episodio VII. Irreversible incluye dos controvertidas escenas que generaron mucha polémica tanto por la dureza de lo que se cuenta como por el cómo se cuenta y que demostraron que en Cannes no son tan modernos como ellos se piensan.
La primera vez que ves esta película no puedes dejar de pensar en esos dos momentos. Es por eso que necesitas un segundo visionado para enfrentarte a esta episódica historia contada temporalmente hacia atrás. En este segundo pase, uno ya tiene preparadas su buen par de gafas de sol que le protege los ojos de esos dos cegadores fogonazos.

Episodio VIII. ¿Cómo influye en mí que la historia esté contada en cronología inversa?. Me gusta mucho la idea que parece tomada de Tración de Harold Pinter. Pero no comparto con Roger Ebert el que este recurso haga la película moralmente aceptable. En los dos sentidos me parecería lo mismo. Tampoco me interesan los guiños premonitorios y deterministas en los que no creo en absoluto y que me parecen la parte más floja de la trama si se toma la historia en serio. Eso sólo funciona en los cuentos. Irreversible me gusta como cuento.
Que la película termine con una resplandeciente Monica Bellucci leyendo tendida sobre un hermoso césped muy verde con las notas de Beethoven de fondo, me produce un tremendo alivio. Esa idílica situación no es irreversible, se puede volver a ella. Muchos supervivientes de los campos de exterminio nazis lo atestiguan.

Episodio IX. Mi conclusión. Irreversible es una gran película aunque le falte algo de chicha filosófica. Pero esa falta la compensan nuestras propias divagaciones. Es un intento de intelectualización a la francesa de una historia clásica de venganza de Hollywood. Es El Último tren a Gun Hill rodada, en unos tonos acertadísimos, por un gabacho moderno que no teme enseñar atributos masculinos en pantalla y al que no le importa llevar colgado el sanbenito de provocateur (necesitamos a los provocateurs). Una obra que flirtea con la pornografía y el explotation, (como todos nosotros), para recordarnos, sin aburrirnos, que debajo de nuestras bellas alfombras se esconde la porquería, que detrás de todas las grandes avenidas de nuestras ciudades están las callejuelas de las putas y los yonkis. Pero, ¿necesitamos que el personaje del travesti nos enseñe los genitales para demostrar que es un travesti?, pues algunos espectadores probablemente sí lo necesiten para enterarse de qué va esto de la Vida.
Muchos se han contagiado del pesimismo de Noé. Yo no.

Episodio X. Quiero añadir que Irreversible es más que sus dos escenas violentas. Pero hoy nos toca decidir si la bestia debe morir y no nos extendemos más sobre la película. A continuación viene la parte incómoda del post. Advierto, sin la más mínima intención de despertar el morbo entre los lectores, que las dos escenas de Irreversible que enlazo a continuación son crudísimas, impactantes y muy violentas.

Episodio XI. El que quiera que vea la devastadora escena de la violación de Alexandra y la posterior y todavía más nauseabunda paliza gratuita que le propina su violador, El Tenia. La escena se prolonga durante unos 10 minutos. Yo no pienso volver a verla. Para mí fue muy dura y me costó conciliar el sueño esa noche. La picazón en mis mejillas tras semejante bofetada no pasó hasta mucho rato después. Es una muestra del horror que supone para nuestra sensibilidad la incomprensión de la destrucción gratuita de todo lo bello que hay en el mundo. Desconozco cuáles eran las intenciones reales del director al rodarla en esta forma. ¿Es la mirada de un voyeur, la de un documentalista o la de un testigo cobarde pero morboso e incapaz de apagar la cámara de su teléfono móvil?. Gaspar Noé dijo que dejó la cámara estática durante la violación para despojar a la escena de cualquier intención erótica o morbosa, pero mueve la cámara justo en el momento en que El Tenia comienza la paliza para que no perdamos detalle de cómo se desfigura el bello rostro, golpe tras golpe, de Monica Bellucci. Monsieur Noé nos recuerda que el tiempo lo destruye todo menos la cara de Alexandra que la destruye El Tenia adelantándose al tiempo que acabará destruyéndolo a él también y borrando sus execrables actos, porque no hay Dios que lo juzgue ni conciencia que lo contenga.
Son 10 minutos que se hacen eternos para el espectador. No puedo ni imaginarme lo eternos que deben hacerse para las víctimas. Hay que tenerlos bien puestos para no apartar la vista. No entiendo cómo Monica Bellucci pudo soportar las 5 tomas que requirió. A mí me dolió el alma pero me sirvió para ponerme en la piel del sufrimiento de las víctimas de este tipo de agresiones.
La actitud del testigo del fondo del túnel me desagrada profundamente, como a todos. Pero yo no opino que ese pesonaje sea representativo de la postura que adoptaríamos la mayoría de nosotros en su situación. Si ése es el pensamiento de Noé, en mi opinión, se equivoca (sobre todo en estos días en que todos, valientes y cobardes, llevamos teléfono móvil). Y no me vengan con los noticiarios que nos cuentan lo de un perro mordido por un hombre y nos muestran imágenes de las cámaras del metro.
¿Es innecesariamente larga?. En mi opinión, no.
- ¿Es homófoba?, - ¿porque el malo sea homosexual?, por favor... Es tan homófoba como A la Caza.
-¿Duele cuando le aprieto aquí?. - Sí, claro, duele un montón.
Juzguen ustedes quién es aquí el sádico: el director, la propia escena o El Tenia.

La escena de la violación aquí.

Episodio XII. Esta segunda escena es consecuencia de la anterior. Marcus (Vincent Cassel), el novio de Alexandra busca venganza, busca a El Tenia, el violador y agresor de su novia. Marcus es un Orfeo que ha perdido el juicio y que desciende a un infierno que tiene forma de sórdido club gay sadomasoquista (- ¿por qué gay?, - ¿y por qué no?). Un lugar llamado Rectum. Un antro donde Marcus comienza, casi accidentalmente, una pelea que le sale mal y de la que termina siendo salvado por su amigo y compañero de desventuras Pierre (Albert Dupontel), ex novio de Alexandra. Si Marcus es Orfeo, Pierre es Virgilio, la razón que acompañó a Dante al Infierno. Pero el sueño de la razón produce monstruos y Pierre será el que descargue toda la tensión acumulada sobre el rostro de un sujeto indeseable. Lamentablemente, el tipejo no resulta ser el buscado Tenia. Y Pierre, el filósofo, el universitario, el racional, el contenido, es el que le echa más narices al asunto y acaba cometiendo el asesinato de la película, lo mismo que el estudiante de derecho Raskolnikov.
La escena es impactante y cinematográficamente la encuentro magnífica. Eso sí que es saber utilizar lo de la cámara al hombro. El contenido no me produjo rechazo moral alguno porque pensé mientras la veía: "aplástale la cabeza a ese hijo de la grandísima puta", pero...
¿Es gore?. Tan gore como la del soldado que busca su brazo en Saving private Ryan.
¿Es fascista?. Tan fascista como las ejecuciones sumarísimas de Harry el sucio o el capitán Nascimento.
¿Es desoladora, desencantada o nihilista?. No para mí porque, si bien no es El Tenia el que acaba muerto, esa otra alimaña que termina masacrada no me da ninguna lástima y no consigue aparecer ante mis ojos como una víctima inocente de una inmoral venganza injustificada. Aflora mi sentimiento de Kill them all. Una bala perdida que hubiera matado a un inocente me hubiera provocado la reacción opuesta.

La escena del homicidio aquí.

Episodio XIII. Epílogo. La segunda vez que vi la película dormí mucho mejor, porque me autoconvencí de que la policía, tras semejante escándalo, terminaría por atrapar a El Tenia, una de las bestias más repugnantes de la Historia del Cine. Una abominación que duerme entre rejas en la cárcel de mis pesadillas.
Pero, ¿sabéis qué?. Algún día me internaré en mis pesadillas armado con un extintor y machacaré la puta cabeza de ese monstruo hasta dejar su rostro irreconocible para deshumanizar mi crimen. Luego me iré al hospital a ver a Alexandra. Le llevaré flores y le cantaré alguna canción bonita para intentar animarla. Le diré una mentira piadosa: que su hijito está en el Cielo y también que su ex novio Pierre pronto saldrá de la cárcel porque su abogado alegó defensa propia. Le contaré historias de superación ante la adversidad y le informaré acerca de los grupos de ayuda para mujeres víctimas de violaciones. Le hablaré de todas las personas buenas y bellas que caminan, todos los días, por nuestro hermoso, hermoso mundo reparando lo irreparable.

Porque la Historia se ha escrito con sangre, pero no sólo con la derramada injustamente sino también con la de los donantes.

Porque el tiempo lo destruirá todo, hasta a sí mismo, pero mientras tanto las pirámides llevan en pie 4000 años.

Porque el hombre es un animal que construye catedrales y compone sinfonías.

Porque muchos crímenes quedan sin castigo, pero hacemos lo posible para que nadie quede sin consuelo.

Yo también sé poner a Beethoven al final del cuento, después de la tormenta...


domingo, 5 de septiembre de 2010

Las Aventuras de Gottfried Rinkley, el inventor del siglo XX. Capítulo VI.

Capítulo VI. La infancia de Gottfried Rinkley. Su Primer Onaneo (1a parte).

En la época en la que Gottfried Rinkley llegó a su pubertad, los jóvenes europeos no se masturbaban. Este sorprendente hecho, lejos de tener alguna relación con las prohibiciones y complejos sexuales de la religión cristiana, era una herencia de una curiosa tradición que, si bien hoy puede parecernos algo extravagante, fue seguida con fervor durante la Alta Edad Media y hasta muy entrado el siglo XIX.

El origen es éste: Gongorico II (605 - 655), rey de los cándalos, fue, como es bien sabido, el inventor del arte de la apicultura tal y como hoy la conocemos. Antes que él, el Hombre había intentado domesticar a las abejas con el fin de servirle en menesteres para los que rápidamente se demostró que estos insectos no estaban dotados.

El primer episodio documentado que encontramos en la Historia nos cuenta como el famoso astrónomo clásico Hytostones pasó largos años de su vida, en vano, intentando ordeñar enjambres y enjambres de abejas, avispas y abejorros. Hytostones murió envenado pero convencido de que la leche de abeja salvaría a la Grecia Clásica de su decadencia.

Sería largo enumerar ahora todos los ejemplos de fracasos similares a los de Hytostones que, durante más de 8 siglos, llenaron de frustración a sabios tan reconocidos como Polinio el Joven y su propuesta de utilizar la abeja como patrón moneda en el intercambio comercial con los fenicios, Otto de Aquisgrán y su arado tirado por 16 pares de abejas, Abdin Amil Hass el Fadh y su ecuación "abeja / 0 = Y", o Abbas Kalh Jafar y su cuasi exitoso intento de gobernar a los indostanes con el primer parlamento formado íntegramente por abejas.

Pero fue el rey Gongorico II quien descubrió, accidentalmente, la utilidad de la miel de abeja como un alimento nutritivo del que privar a sus siervos.

Gongorico II era un conocido sodomita. Tanto es así que sus contínuos asaltos a las alcobas de los habitantes de sus dominios provocaron las quejas de sus representantes ante la autoridad papal. El Papa Teleurico IV, conmovido por los testimonios de los lugareños, hizo caso omiso de sus quejas y promulgó la encíclica Minus lamentum per annus tormentum en el que aconsejaba a sus fieles "aceptar como un regalo del Señor las acometidas Reales". Encíclica que derogó un mes más tarde cuando él mismo fue víctima de un feroz ataque sodomita de Gongorico II durante una recepción en su castillo de Loyren. Fue entonces cuanto promulgó la bula contra el Rey Penne non grato per donde io e cagatto en el que prohibía a todo cristiano las aberrantes y dolorosas prácticas anales.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Minutos Musicales: El Vals de Masquerade (1944)

Uno de los mejores valses compuestos ever: el del estupendo compositor georgiano de origen armenio Aram Khachaturian, otra víctima del realismo socialista de Stalin, (junto a Prokofiev, Shostakovich y tantos otros), que regaló al siglo XX unas cuantos pasajes clásicos muy populares que los cinéfilos de pro deberían conocer.

Recordemos cómo sonaba su música, combinada con el genio creativo de Stanley Kubrick, en el frío y vacío espacio sideral de 2001, una odisea del espacio:


Hoy vamos a disfrutar también de su famoso Vals que abre la suite orquestal Masquerade, creada como música incidental para la obra del escritor ruso Mikhail Lermontov, en la que se ponía a caldo a la aristocracia de San Petersburgo de comienzos del XIX.
Otro poeta víctima, esta vez, de la fiebre romántica que, al igual que su idolatrado Pushkin, murió en un duelo a la edad de 26 años.

No se lo piensen más. A bailar y dejarse llevar por el esplendor de la decadente corte ruso zarista de la música de Aram Khachaturian.
Espectacular.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Serial Gusano. ¿La Bestia debe morir?.

Es inevitable el rememorar cada 1 de Septiembre el aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, también conocida la mayor barbaridad que ha conocido el mundo en toda su Historia.

El rostro de Adolf Hitler es la personificación de la trágica y triste aberración de todos los nobles principios de la cultura europea. El ponzoñoso cóctel que desencadenó la hecatombe mundial rezumaba estos apestosos ingredientes: Nacionalismo, Racismo e Imperialismo, aderezados con unas gotitas de Industrialización que le dio al asunto la dimensión que todos conocemos.
Pero Hitler no caminó en solitario. Le acompañaron miles y miles de bestias. Y antes que ellos otros tantos miles. Y después de ellos, unos cuantos miles más.

Pensando en las bestias, nos viene siempre a la cabeza la que es una de las más tormentosas cuestiones que nos podemos plantear cualquiera de nosotros: ¿La Bestia debe morir?.

El protagonista de la estupenda novela La Bestia debe morir del escritor irlandés Nicholas Blake, (el padre de Daniel Day-Lewis), lo tenía muy claro con el tipo que mata a su hijo:

'Voy a matar a un hombre. No sé como se llama, no sé dónde vive, no tengo idea de su aspecto. Pero voy a encontrarlo y lo mataré...".

¿Y nosotros?, ¿lo tendríamos tan claro?.

En próximas entregas, de periodicidad indeterminada, hablaremos de unas cuantas bestias...
Así se caza una bestia:

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