Avíseme ese viernes en el que el otoño tardío llegue a su blog:
En este enlace encontrarán el serial con las entradas que dvd está dedicando semanalmente a revisar la filmografía completa de Yasujiro Ozu, el director de cine japonés que miró la vida arrodillado sobre un tatami.
Sí, efectivamente mes amis, el mundo está lleno de gente muy rara: gente interesada en tragarse la filmografía completa de Ozu, un director del que solamente he visto media docena de películas de entre las que tengo que destacar sus célebres y celebradas Cuentos de Tokio (1953), La hierba errante (1959), El sabor del sake (1962) y ésta que ha ilustrado musicalmente la entrada de hoy: Otoño Tardío (1960), una película con una fotografía hermosísima. En fin, según el filmaffinity, solamente me faltan otras veinticinco Ozu movies por ver...
Y es que Ozu es uno de los realizadores japoneses clásicos que más interesan a los estudiantes y estudiosos de eso que se llama la técnica del cine. Para el resto del vulgo..,
.., el resultado de la mezcla de su personalísimo estilo, tan estático, tan contenido, tan diferente del de los cánones estéticos hollywoodienses, tan silencioso.., con las tramas de sus historias 100% made in Japan y que, resumiendo, tratan siempre sobre la familia ozu-japonesa (que a mis ojos se antoja como una institución donde las emociones se reprimen de una forma que mi mediterraneidad encuentra aberrante), puede dificultar la conexión emocional o estética con el microuniverso de Ozu-San.
No se agobien si no les gusta el cine de Ozu, dicen que a Kurosawa tampoco le gustaba demasiado. A Isabel Coixet sí.
P.S. Lo de que dvd diga "ozú" es una información no contrastada.
7 comentarios:
Reconozco que todo obedeció a un impulso ciego ("ciego" es como va uno en ciertos días), y que babeaba haciendo "arf... mastodóntico Ozu... arf..."... y esas cosas. Luego, verse todo un ciclo de ...y tantas mudas tiene lo suyo, y buscarle un rollo ameno-coleguístico al nipón no es como hacerlo con Tarantino, desde luego; así que todo se resume en "voluntad, sacrificio, pistachos y aire acondicionado" (vaya, acabo de desvelar mi puto secreto...). En fin, la del Otoño aún tardará, dése cuenta de que este Viernes le toca a la última que hizo antes de que estallara su "amada" (es una coña, of course) WWII, el período más extenso de inactividad de Ozu, de casi cuatro años; y que curiosamente va a entroncar con mis anheladas vacaciones de verano, en las que usted sabe bien que no toco un ordenador ni como arma arrojadiza... Así que habrá parón también. En fin, este rollazo sin interés alguno era sólo para dilatar los efectos de mi timidez galopante a la hora de agradecerle las muchas deferencias que tiene usted, como buen prohombre que es, con este humilde bloguero, que, menos mal, aún sigue como cuando empezó con esta locura. Ergo: escribiendo lo que le sale de ahí mismo.
Es usted un grande... ¿se lo he dicho ya?...
Ah, coño, se me olvidaba... Aquí ya no se usa lo de "ozú, miarma"; ahora la esfera socio-panteística en la que se mueven verduleras, escanciadores de Cruzcampo y tunantes de pelaje indescifrable viene a ser "Ojú" o un más desalentador "Ofú", que reúne en tres letras algo así como "No me seas cabrón, que ya te he dejado claro que me importa un carajo que tengas que subir el sofá a tu puto tercero sin ascensor. Además, a ver si me llamas para otros menesteres y no para estas cabronadas"... Como ve, en el sur somos ahorradores dialécticos, y por algo se empieza...
No te desanimes, a la filmo de filmaffinity sólo le faltan otros veinte más o menos para que sea completa.
Es verdad lo que dice GCPG. Hay algunas mudas que son inencontrables; y luego trabajos documentales para el gobierno de interés relativo...
@Dvd, Estoy investigando a ver qué hizo Ozu en la WWII, espero que se portara bien, que no maltratara a los prisioneros ingleses, que no masacrara chinos y también espero que no le maltrataran a él cuando lo hicieron prisionero s. Pero como encuentre trapos sucios... ¡abriré el cajón de mierda!. Esa costumbre de no tocar el ordenador en vacaciones es muy sana. Yo hago lo mismo.
Sí, sí que me lo ha dicho alguna vez. Pero es que es verdad.
De nada, usted y sus blogs se lo merecen. Son dos de mis favoritos, ya lo sabe.
¿No se dice ya "ozú" en Sevilla?... qué desolación, ya no puedo reconocerme ni en los clichés más burdos de mi amada patria. Qué será lo siguiente... los aragoneses dejaremos de gritar en público... no podría soportarlo.
La primera película que vi de Ozu fue, cómo no, Cuentos de Tokio, y fue decepcionante. Sucedió en un cinefórum con tertulia y yo dije que me importaba un pito lo del tatami, lo de los 180 grados y todo eso y que no entendía como a un ser mediterráneo podía conmoverle nada de lo que contaran esos seres fríos y robóticos de ojos rasgados. Me dijeron de todo menos guapo.
@GCPG, Jajajaja. Vale, ese dato que aportas me ha dada muuuuuuucha alegría, jajajaja. No sé si volveré a ver otra película de Ozu, yo no le encuentro la gracia y sí lo encuentro repetitivo.
Pues ya has visto más Ozu que yo, Lombreeze. La verdad es que quiero ponerle remedio a eso. Le echaremos un vistazo a lo que diga DVD para empezar a tragarnos las mejores...
Un saludo
@Mara, ya digo que no soy fan del cine de este señor, aunque creo que para cualquier cinéfilo de culo inquiento es más que interesante, sobre todo si se sabe un pelín de técnica cinematográfica. Pues nada, a empezar por la más famosa de todas sus películas: Cuentos de Tokio, una de las mejores películas de la historia del cine según muchos críticos de prestigio (lo digo sin ironía, eh?). A mí es que la frialdad nipona me exaspera pero es que las historias de abuelicos siempre conmueven. Si tengo que elegir entre esta, por ejemplo, y Dejad paso al mañana, pues me quedo con la segunda. Menos mal que no tengo que elegir.
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