martes, 19 de septiembre de 2017

Opiniones de un payaso. La polémica del cartelito de Fe de Etarras.

Antes de nada tenemos que reconocer que el juego de palabras del título de la nueva película de Borja Cobeaga es buenísimo: Fe de Etarras. Bravo (para los suspicaces: lo digo sin ironía). Es que este señor siempre ha tenido mucho talento.

El proyecto lo ha financiado Netflix. Y a sus publicistas se les ocurrió colgar, a modo de promoción, este gigantesco cartel en San Sebastián anunciando su estreno el 12 de octubre (Fiesta Nacional de España). El cebo estaba listo:


La polémica no se ha hecho esperar y las opiniones van desde el llamamiento al boicot a Netflix (y a la película) hasta ese otro llamamiento a la sacrosanta libertad creativa de los artistas (en esta categoría se incluye a los publicistas), un llamamiento al que siempre me he unido, uno y uniré como ya he demostrado en diferentes entradas de este blog.

Pues bien, a riesgo de ser pesado con el temita, hoy vengo yo a dar mi opinión.

Pero antes hay que insistir en lo importantísimo que es, o debería ser, el arte de la dialéctica, el debate y la argumentación. Twitter es, demasiado a menudo, el pozo de las falacias por excelencia. El infantilismo de sus conversaciones es ora gracioso ora desesperante. 

En el caso del cartel de Netflix el debate esta viciado porque ambas "partes" está mezclando dos cosas diferentes: la (sanísima) sátira cinematográfica con las técnicas de marketing de los publicistas.

Es muy probable que Fe de Etarras sea una película muy divertida y yo estoy completamente de acuerdo en eso de que con el humor se pueden derrotar y denunciar muchos males. Así que sí, efectivamente, las comparaciones con El Gran Dictador, etc son procedentes. Pero solamente en el debate sobre la necesidad de la sátira en el Arte. Y, recordemos, en todas las grandes sátiras del Séptimo Arte, el creador se ha reído de los malos, nunca de las víctimas.

Y luego está el otro debate. El del cartel. El de las técnicas publicitarias de los creativos de Netflix. El de la mercadotecnia que, lícitamente, busca un retorno económico de su inversión lo más alto y rápido posible. 

Lo que es indudable es que el cartel, su contenido, formato, ubicación y fecha de estreno es una clarísima provocación de mucha más alta intensidad que aquella frivolidad cocainómana del cartel de Narcos de Madrid. No creo que sea comparable. Si esto es lo que los creativos buscaban, que of course que lo buscaban, lo han conseguido. Y las reacciones, obviamente, acaban siendo de signo muy diverso.

Personalmente opino que el cartel es frívolo e innecesariamente hiriente. Es como un chiste de Irene Villa. Me provoca rechazo, como tantas otras campañas publicitarias que fueron o no retiradas por polémicas (la hemoroteca está llena de ejemplos). Recordemos que está en un espacio público (el espacio público se define como "el lugar donde cualquier persona tiene el derecho a circular en paz y armonía"). Esta ubicación no es baladí y es legítimo adecuar los estándares de valoración. El espacio público es de todos, o sea, de nadie. Y no es lo mismo retirar un cartel de la vía pública que, por ejemplo, prohibir la exhibición de una película en una sala de una empresa privada. Ojo, porque no podemos mezclar estos dos casos recurriendo, otra vez, a falacias argumentativas.

Por la iconografía de su diseño, la broma del cartel recuerda (quiero pensar que involuntariamente) a las estrategias negacionistas que comienzan con la banalización de la tragedia -> negación -> olvido -> insulto a la memoria de las víctimas. Por eso ofende. Por eso nadie, en su sano juicio, banaliza ningún genocidio. Por eso se rodaron películas como Soldado Azul y ya nadie rueda películas como Murieron con las Botas puestas.

Así que a mí el cartel me parece un desacierto y me huele a ocurrencia de pijo tonto de Starbucks e iPhone pensando la chuminada provocateur 3.0 que supere a su "genialidad" de Narcos (serie de la que no puedo opinar porque las andanzas de Pablo Escobar no me interesan lo más mínimo) mientras contempla por la ventana de una cooooooool - oficina publicitaria la Gran Vía madrileña (prejuicios míos, ya saben).

Y, la película?. Bueno, pues ya opinaremos cuando la veamos, no?.

Posdata. El Gran Dictador es una obra maestra incontestable del Cine. Una sátira genial que se ríe de Hitler, del malo. Pero como todos ya sabemos eso, aprovecho este post para recomendarles una joya olvidada, igual de valiente que El Gran Dictador pero sin pizca de humor: la maravillosa y dramática La Tormenta Mortal (1940, Frank Borzage, maestro del Cine). 

Por finalizar la cosa con una buena recomendación cinéfila.

10 comentarios:

David dijo...

Estoy indignado.
Yo venía a ver-escuchar el vídeo de Imelda May (que joder, sí que recuerda un poco a Sorrow) y ya ha desaparecido!!! ¡Madre de Dios! (expresión atea) Aquí las entradas corren que se las pelan.
Pues nada, comento esta antes de que desaparezca también.
El gran dictador y La tormenta mortal muy buenas.
Esta no la he visto.
El cartel a estas alturas ni fú ni fá...La publicidad me da bastante lo mismo. A mí no me provoca..
Me gusta más este cartel (aunque será falso y un montaje, supongo):
http://www.tomorrowstarted.com/2014/11/religion-is-like-a-penis/.html

Un saludito.

Mister Lombreeze dijo...

@David, da igual lo que te provoque a ti o a mí. El debate no va de eso, sino de si es una promo ofensiva o no, pero en general, como concepto, que diría aquél.

Pues sí, tiene pinta de que el cartel fálico es falso. No es mala analogía.

Imelda volverá el sábado. Cosas de la programación de entradas de blogger...

miquel zueras dijo...

Gracias por hacerme conocer "La tormenta del mal". Quería de paso recomendarte una película por si no la has visto, la curiosa "Whent the Day Well? (48 horas) Inglesa, de 1942, en la que unos soldados ingleses se hospedan en un pueblo cerca de Londres. Los aldeanos sospechan de ese grupo de soldados porque... y hasta aquí puedo contar.
Saludos!
Borgo.

David dijo...

Hoy en día la gente tiende a ofenderse por todo. Si no fuera una promoción películera, vale. Es decir, cuando hablamos de temas ideológicos, entiendo que pueda haber motivo...cuando estás "publicitando-promocionando"... De esto ya hiciste una entrada parecida con el cartel aquel del tipo desnudo de Cristo o lo que fuera. Aplica mi opinión de allí.
De todas formas... Había un anuncio chorra en la tele hace años (uno de hamburguesas) que con una cancioncilla en plan coña jugaba con la idea de que los del pueblo se dejaban la espalda para que a ti te llegaran las lechugas, los huevos, etc... hasta tu macburger o burgerloquefuera...
El caso es que vi ese anuncio y me hizo gracia, pero llegó Juan Manuel de Prada y dijo que le parecía ofensivo y se burlaba de la noble gente rural de España. Pues hala! Dicho y hecho, la Asoaciación de agricultores o lo que fuera rural de España, emitió la queja correspondiente y el spot desapareció.
Cuánta piel tan delicada.
Es una promo provocadora. ¿Ofensiva? Depende para cada quién. Ya ves por lo que te cuento arriba que aquí nos ofendemos con mucha facilidad... Leo por ahí que están ofendidos hasta los payasos por lo de la peli de Stephen King. Sin comentarios.

David dijo...

Me refería a esta entrada: http://gusanoylombriz.blogspot.com.es/2011/08/batirse-en-retirada.html

Mister Lombreeze dijo...

@miquel, pues me suena la trama ésa de que encierran a los tipos en la iglesia o algo así, pero no me suena el título... lo revisaré... Gracias.

Mister Lombreeze dijo...

Lo de la piel fina y lo políticamente correcto también es otro debate en el que podemos estar más o menos de acuerdo y del que, como bien dices, tratamos de hablar cuando publiqué esa entrada a la que haces referencia.
Cada ejemplo es el que es. No vale comparar la chorrada de los payasos con esto.
Y lo que yo vengo a decir es que la promo de Fe de Etarras para mí es claramente ofensiva porque banaliza la tragedia de las víctimas de esta con el gag visual de una lista de españoles tachados. Y la banalización es el primer paso para el olvido que es el insulto a las víctimas. La táctica de todos los negacionistas.

David dijo...

Vamos a tener que recurrir al ya tópico "comedia=tragedia+tiempo".
Si vemos una comedia que hace humor con los indios del Oeste, podría argumentarte que está banalizando lo que ocurrió allí, que fue un verdadero genocidio..pero como ha pasado el tiempo, hemos visto pelis de vaqueros en las que los indios eran los malos, etc...pues si sacaramos a un vaquero disparando y marcando indios caídos en una pizarra, no pasaría nada.
No creo que la intención del cartel sea la de insultar al las víctimas, banalizar el tema o demás. La función del cartel es promocionar la peli. Que para ello se sirva del humor negro que ofenda a unos u a otros es otra historia. Y sí, puede molestar y ofender...tal vez sea lo que tú apuntas...pero lo que yo te digo es que a mí no me ofende (también te digo que teniendo algún familiar cercano o amigo víctima, a lo mejor no me haría ni puta gracia el carte... En fin...debatible. Y doy por finalizado el debate, porque ni me interesa mucho la peli, y paso bastante del cartel.

Mister Lombreeze dijo...

@David

1)Sin intención también se ofende
2)Hace mucho tiempo que perdí la inocencia sobre el tema de las intenciones de los publicistas
3)Nadie hace sátiras de las víctimas de los genocidios (en público, al menos). Siempre nos reímos de los genocidas.

Mister Lombreeze dijo...

Por cierto, la película es muy graciosa. Y a los etarras se les pinta de tontos, ilusos o malvados. Por eso funciona esta comedia.

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