lunes, 7 de julio de 2008

El comienzo de "Sed de mal".


En 1958 Orson Welles estrenó su película "Sed de mal", que es, para mí, su OBRA MAESTRA, por encima de "Ciudadano Kane". La película es magistral de cabo a rabo a pesar de todas sus supuestas aparentes imperfecciones, (o gracias a éstas), es una de las cumbres del film noir y está protagonizada por el propio Welles, el gran Charlton Heston, la guapísima Janet Leigh y la mítica Marlene Dietrich. Casi nada. Sobre todo teniendo en cuenta que se concibió en principio como una B-movie.
Otro día hablaremos con más detalle de este peliculón que es de obligado visionado y por supuesto otra de las CIEN PELICULAS PERFECTAS del Mundo Gusano.
De "Sed de mal" se dice que tiene el mejor final de todo el cine negro filmado hasta ahora, y personalmente estoy completamente de acuerdo. Pero es que, además, "Sed de mal" tiene el comienzo más famoso de toda la historia del cine, y aunque no todos estan de acuerdo con que sea el mejor, de la categoría de mítico no lo baja nadie. Y esto es de lo que vamos a hablar y lo que vamos a ver hoy, comenzando así nuestra serie de entradas dedicadas a GRANDES COMIENZOS DE PELÍCULAS o CÓMO EMPEZAR UN FILM CON BUEN PIE.
"Sed de mal" comienza con un plano secuencia (o "long take"= secuencia rodada en un sol plano, sin cortes. Una secuencia es una unidad dramática en espacio y tiempo), uno de los más celebrados de la Historia del Cine, de 3 minutos de duración con fondo musical de Henry Mancini, (quien se estrenaba con esta banda sonora en el mundo del cine), donde se ven, en primer plano, las manos de un asesino, -a quien buscarán Heston y Welles a lo largo de la peli-, colocando una bomba en el maletero del coche de su víctima en la frontera mexico-estadounidense. La bomba estallará 3 minutos después...
Charlton Heston interpreta el papel del policía mexicano Ramón Miguel Vargas, (quizá alguno se acuerde del Orson Wells de "Ed Wood" quejándose de que los estudios le obligaban a contratar a Mr. Heston para el papel de un mexicano), y Welles hace una caracterización también mítica del detective norteamericano Hank Quinlan.
Estos dos sabuesos no tendrán más remedio que colaborar en la investigación, pues la bomba se coloca en México pero explota en USA. (la vida en la frontera no espera...). Sus respectivos métodos detectivescos entrarán en conflicto, dándose además la circunstancia de que se invierten los arquetipos que a priori podríamos suponer, ya que Vargas, el mexicano, es pulcro, metódico, escrupuloso con el cumplimiento de la ley y con una carrera intachable dentro del cuerpo de policía mexicano, y Quinlan, el yanki, es alcohólico, sucio, y seguidor de eso que dice que el fin justifica los medios.
A ver qué os parece comenzar así una película.

Para los gusanos, sencillamente sensacional. Una joya.

3 comentarios:

Soundtrack dijo...

Hala. Otra película mas al baul de las "pendientes". Como si no tuviera suficientes ya.....

lunes dijo...

Perfecto. De la peli alguien dijo que no hay trama sino presentación de personajes. A mí me gusta porque no sé de esas cosas tan sofisticadas, claro. ¿Y el final mr. lombreeze? Cojonudo también.

Belén Peralta dijo...

Ohhhhhhh, SED DE MAL... Para quitarse directamente el sombrero. No sé cuántas veces la habré visto...

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