lunes, 21 de julio de 2008

¿Quién puede matar a un niño?


Qué pregunta tan tremanda, eh?. Con lo monos que son para sus padres.
Según parece, ahora están pensando en hacer un remake de la cinta que dirigió en 1976, Narciso Ibáñez Serrador. "Quién puede matar a un niño?", es su segundo y último largometraje con el que cosechó un éxito aún mayor de taquilla que el que consiguió con su ópera prima, el curioso eroticothriller "La Residencia".
La peli de Chicho está basada en una novela del escritor asturiano Juan José Plans, "El juego de los niños". La interesante trama nos cuenta la historia de un matrimonio inglés, Tom y Evelyn, que decide pasar unas tranquilas vacaciones en un islote próximo a la costa mediterránea española que encuentran demasiado bulliciosa para su gusto, -ya en aquellos años-, especialmente porque Evelyn está embarazada, esto es, lleva un niño dentro, (esto no le vendrá mal a la chavala en la película...).
Cuando llegan a la idílica isla, solamente encuentran niños habitándola. Los chavales hablan poco y parecen evitarles. Los adultos han desaparecido...
El prólogo de la película, donde se muestran imágenes documentales reales, a modo de noticiario, sobre las barbaridades sufridas por niños a manos de los adultos en los conflictos europeos, africanos, asiáticos, etc, nos da una buena pista de quiénes pueden ser los responsables de tan misteriosa desaparición. ¿Os acordais de los nenes de The innocents de los que hablábamos hace poco?. Pues estos chavales nos dan casi el mismo mal rollo.



El planteamiento de fondo nos recuerda a "Los pájaros" del grandísimo Alfred Hitchcok y a la reciente e irregular "El incidente" de uno de sus más fieles discípulos aventajados, el genial M. Night Shyamalan. La inquietante cuestión es parecida: ¿por qué nos atacan de repente seres inocentes (ya sean nenes, pajaritos o planticas) a los que supuestamente no hemos hecho nada los adultos que nos estamos cargando el planeta?, ¿qué fuerza les guía y les empuja a actúar así?, (no nay respuesta clara en ninguna de las tres, eh?, ya os lo avanzo). La mejor solución en cada caso acabará siendo salir por patas de la zona de conflicto a la mayor brevedad posible. No es que sea el planteamiento más original del mudo, pero es resultón.
Bastante meritorio es, en mi opinión, lo que consigue Chicho: que un marco incomparable como es un soleado y hermoso pueblecito costero español acabe convirtiéndose en un ambiente agobiante, amenazador y claustrofóbico. O sea, con sombras y oscuridades es más fácil dar miedo, verdad?
Por fuera la peli puede recordar a ratos a "La noche de los muertos vivientes" y algo menos a veces a "El pueblo de los malditos".
Algunas escenas, como ésa del juego de la piñata donde los nenes apalean un cadáver en lugar de al clásico burrico relleno de caramelos, son bastante tremendas.


Una buena y más que digna peli de terror española que tuvo una significativa repercusión fuera de nuestra amada patria.
Y con música de Waldo de los Rios.

1 comentario:

MonSeñor Gusano dijo...

La verdad Mr.Lombreeze, es que los niños dan mal rollo. TODOS. Habra que ver la peli, para analizar los indicios, que nunca se sabe. Ahora mismo es tiempo de playa.....no os confieís. Un saludo a todos.

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