domingo, 20 de diciembre de 2009

El Salitre de las botas de Pockollock. Capítulo XXVI.


"El Salitre de las botas de Pockollock", -novela histórica gusana por entregas-, ha sido recientemente galardonada con el Premio Amante Literario, concedido por Mr. Tarquin Winot a quien queremos agradecer, desde nuestro gusano blog, la concesión de tan ilustre reconocimiento.

"¿Qué es la lectura?", dices mientras clavas tu chistera en mi mochila azul: la lectura es lo que transforma a un Alonso Quijano en un don Quijote.

Capítulo XXVI. Llegada de la Expedición Griffith a la Capital Imperial.

El cabo Kristian Fergusth, emisario especial de Randall W. Griffith, anunció al Primer Ministro Konsultas la inminente llegada de la exitosa expedición Griffith y sus 2.000 elefantes rojos abisinios imprescindibles para satisfacer las exigencias de "la Pobo", diva de la Ópera cuyas privilegiadas cuerdas vocales eran las únicas del mundo capaces de interpretar el papel de Prifrigia, reina de los Malakeos, de la ópera de Vinelli "Il mio poleo", ("Mi pollo").

Cuando Fergusth terminó de comunicar la buena nueva a Konsultas, puso los ojos en blanco, salivó abundantemente por la boca y cayó tendido en el suelo del despacho del atónito Konsultas. Transcurridos unos segundos Konsulas exclamó:

- Cabo Fergusth, ¿se puede saber qué demonios está ud. haciendo?

El silencio se mantuvo durante un interminable minuto interrumpido por un alarido de Fergusth que se llevó instintivamente la mano hacia el sangrante muslo que Konsultas había cortado con su famoso bastón-espadín de empuñadura de marfil de Mauritania.

- Levántese cabo. Y explíquese.
- Señor Primer Ministro. Yo.., quería pasar a la Historia como Filípides.., pero he de confesar que solamente he corrido los últimos 400 metros.

El veterano Primer Ministro recordó sus tiempos mozos en el ejército y cómo la sed de Gloria cegaba, en ocasiones, los corazones y mentes de los bravos soldados. Comprensivo con el cabo Fergusth, mandó que se le fusilara desnudo a la mañana siguiente pero sin ensañamiento.


Konsultas leyó atentamente la carta que le envió Griffith y que se conserva en la actualidad en el Museo Estatal de Comunicaciones de Arizona. Una pieza valiosísima pues es considerada hoy día como el primer mensaje escrito en lenguaje XAT, un siglo antes de la invención del teléfono móvil. Decía así:

Xzelenzia:
Xpedizión Xsitosa. Ak todos bien.
Ns vms dsps. Tkm.


Y adjuntaba una serie de indicaciones para realizar las obras necesarias en la calzada de la Capital que permitieran la circulación de los 2.000 elefantes rojos abisinios.


Dos semanas después desfilaban por el recién restaurado y rebautizado "Boulevard Paquidermo", un altivo Randall W. Griffith al frente de un ejército de orgullosos guerreros expedicionarios "lemures" cantando triunfales su himno de guerra, -"Mi madre está en el Cielo cocinando pasteles para Dios"-, y 2.000 elefantes rojos abisinios que se convirtieron en los protagonistas absolutos de la jornada.
La marcha produjo solamente un número total de muertos de 156, hecho que fue calificado por Konsultas de "excelente y asumible" y por los familiares de las víctimas de "tremendo e inesperado contratiempo".


El Primer Ministro Konsultas acompañado por el tenor Vladimir Kolenko recibió en la residencia de verano del Canciller de Hungría a Randall W. Griffith, al Teniente Virgil Blázquez y al Sargento Trevor Malmus, quien fue ascendido al grado de Coronel por sus grandes méritos en la expedición y cuya primera orden fue destinar a Blázquez a la vigilancia de un faro de la costa nicaragüense.

Una vez que el Teniente abandonó la sala a la pata coja, todos acordaron mantener en secreto la homosexualidad de Jacques Revierre Pockollock, héroe Nacional y descubridor del desfiladero que cruza el Índico.
Ufanos brindaron por el regreso de la expedición de tan complicada tarea, momento que aprovechó Kolenko para comenzar a cantar el "Gloria a los Héroes sin rostro" del maestro Scorbutto, siendo inmediatamente interrumpido por Konsultas que pronunció, en perfecto lituano, su legendario "discurso de Bienvenida de la expedición Griffith del 14 de Febrero de 1903":

"Mieli draugai. Aš turi buti trumpas. Sveikiname ir dekojame".

Lo que no sabían ni podían imaginar Konsultas ni Kolenko mientras degustaban el espumoso croata que habían descorchado para la ocasión, era que Griffith y Malmus tenían sus propios planes para los elefantes rojos abisinios...

Próxima semana: Capítulo XXVII. Los planes de Randall W. Griffith y el Coronel Trevor Malmus.

4 comentarios:

Crowley dijo...

Mis más sinceras felicitaciones porque la calidad de este serial es envidiable. Ojalá algún día podamos verlo recopilado en un libro.
Saludos

Dr. Quatermass dijo...

Perdonen las disculpas, digo... felicidades a los premiados!

Que bueno lo del mensaje XAT!

lunes dijo...

Enhorabuena...no es un "tremendo e inesperado contratiempo" jjj

Mister Lombreeze dijo...

es que la Vida te da unos reveses...

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