miércoles, 31 de julio de 2013

Fobias Gusanas. Diez cosas que a algunos no les gustan y que a mí no me gusta que no les gusten.

Hala, vamos a sacar a dar una vuelta al reptil que todos escondemos en el fondo de nuestro cerebro... Venga coño, ¡que es verano!.


Diez cosas que a algunos no les gustan y que a mí no me gusta que no les gusten: 

1.- Que no les guste viajar.

Frase garula por excelencia: "Si aquí tenemos de todo. ¡Y lo nuestro es lo mejor del mundo!". Sssssssí. El río de tu pueblo es cojonudo. Lástima que baje seco desde 1716. Y tus putas madalenas apestan.

2.- Que no les guste comer.

Frase odiosa por excelencia: "Yo como porque hay que comer.., para no morirme.., pero no disfruto con la comida". Pues muérete, maño, muérete y deja de remover la comida del plato. 

3.- Que no les guste el Cine. 

Frase tontorrona por excelencia: "¿El Cine?, ¡pero si es todo mentira!". Sí, como tu declaración de Hacienda, ¡mongolo!.

4.- Que no vayan a votar. 

Frase comodona por excelencia: "Yo no voy a votar, la Democracia está corrompida y yo no le bailo el agua al Sistema. Todos los políticos son iguales". ¿El Sistema?, ¿y eso qué es?.., anda tira. ¿Así que tú crees que si todo el mundo votara a Sánchez Gordillo nada cambiaría?. Venga pues.

5.- Que no les gusten mis bromas. 

Sin comentarios.

6.- Que no les guste la música clásica. 

Frase desquiciante por excelencia: "Algunas canciones de la música clásica están bien, pero es que luego se repite todo el rato lo mismo, ¿no?". Sin comentarios (paleto...).

7.- Que no les guste leer. 

"A mí es que es cuando leo me entra sueño". ¿Has probado a no leer siempre en la cama justo el ratico de antes de dormir?.

8.- Que no les guste polemizar. 

Frase aberrante por excelencia: "Respeto tu opinión. A mí Ordet me parece una obra maestra, pero si a ti no te gusta, no pasa nada". Cambio y corto, maño. ¡¡¡Cambio y corto!!!.

9.- Que no les guste alguno de los ingredientes esenciales de nuestros guisos. 

"No me gusta el tomate", "no me gusta la cebolla", "no me gusta el ajo", "¿esto lleva pimientos?", "esto lleva mucho aceite"... Hala, tira. ¿Qué eres?, ¿un puto marciano o qué?. 

10.- Que no les guste mi blog. 

¡¡¡Pero si es cojonudo!!!. Mira qué música tan molona ponemos.

miércoles, 24 de julio de 2013

Filosofía en el cine. Un Buen Año (2006, Ridley Scott).

Un Buen Año es una ambiciosa película dirigida por Ridley Scott que enfrenta al espectador a uno de los conflictos morales más desafiantes jamás propuestos por la historia de la cinematografía mundial. Atentos a la enjundia del mensaje y al calado intelectual de la trama, que es muy profundo:   

El protagonista es un estresado y triunfador brooker de la bolsa londinense que se encuentra en la difícil encrucijada de tener que decidir entre

1.- Continuar siendo un admirado e hiper-mega-millonario profesional de la City 


2.- Dejar esa vida y retirarse a la soleada campiña francesa para regentar una idílica chateau (herencia de su tío) que incluye:   

a) unas vides que producen unos vinos excelentes. 
b) una familia encargada de realizar todo el trabajo físico que esa actividad vinícola requiere. 
c) una lugareña maciza que se enamora de él y que está dispuesta a hacerle el coito si es menester. 


¡Guau!. Es, sin duda, una difícil elección que plantea numerosos y apasionantes dilemas morales, éticos, filosóficos, místicos e incluso... ¡¡¡metafísicos!!! (dedicado a dvd). Todo un reto solamente accesible a las mentes cinéfilas más preclaras. 

Están advertidos. 

Yo espero no tener que pasar nunca por un trance tan amargo. 
La decisión de Sophie es un juego de niños comparado con esto. 

Ridley Scott, yo te quiero mucho a ti y a tu hermano (de verdad), pero hablando de Un buen año: vete a la mierda.

jueves, 18 de julio de 2013

lunes, 15 de julio de 2013

Julia (Fred Zinnemann. 1977). El Amor y la Amistad en los Tiempos del Mal.

La escritora norteamericana de origen judío Lillian Hellmann escribió en 1973 un relato autobiográfico titulado "Pentimento". Uno de sus capítulos se convirtió en la base argumental para la hermosa historia que nos cuenta el gran director austríaco Fred Zinnemann en su película de 1977 Julia.

Protagonizada por Jane Fonda en el papel de Lillian HellmanVanessa Redgrave (Oscar por este trabajo) en el de su íntima amiga Julia, la película nos muestra otra historia de amor en tiempos de la WWII. Un amor fraternal entre dos amigas de la niñez a las que la vida, como suele suceder, llevará por caminos diferentes: Lillian se convierte en una escritora de éxito, mientras que Julia, que va a estudiar a Viena con Freud, terminará colaborando con un clandestino movimiento antinazi en los años inmediatamente anteriores al estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Cuando Lillian viaja a Europa invitada a participar en un festival de teatro ruso, recibe en París la visita de Johann, un amigo de Julia que le transmite una petición: transportar 50.000 dolares que servirán para comprar la libertad de decenas de judíos y prisioneros políticos. El riesgo es evidente y mucho más teniendo en cuenta que Lillian es judía. "Si no puede hacerlo, no lo haga".

Fred Zinnemann contaba a propósito de su película: «Me interesaba mucho mostrar los orígenes del nazismo. Yo mismo ví en Viena, mi ciudad natal, cómo comenzó todo aquello. Estudiaba en el Liceo y siempre pensé que la gente, en aquellos primeros años, subestimaba a Adolf Hitler, a quien consideraban una especie de payaso. Un día, un compañero de clase llegó con una cruz gamada en el brazo. Le increpé y discutimos. Seis meses después nos peleamos y un año más tarde tiraban a la gente por las ventanas de la Universidad.»

El director consiguió acertadamente combinar, con la académica maestría que le caracterizaba, el tono melancólico e intimista con el suspense de una intriga (emocionante la escena del tren) que atrapa todavía más al estar basada en sucesos reales.

Julia es otro viaje en busca del tiempo perdido, una búsqueda de la amiga de la infancia o de la infancia misma. Y es también un modelo de comportamiento a seguir en aquellos sombríos tiempos, una prueba de hasta dónde se es capaz de ser lo sufcientemente valiente como para hacer lo correcto. "Hay que superar el miedo a tener miedo".

Y una mano amiga, firme, decidida y de fuertes convicciones puede ayudar mucho.

Lillian estrechará esa mano amiga que, en forma de flashbacks evocadores de su infancia y juventud, introdujo, con acierto y buen hacer, el montador Walter Murch.

Lillian Hellman colaboró en el guión junto con Zinnemann y Alvin Sargent (Oscar por este trabajo) y fue ella la que impuso a la actriz Vanessa Redgrave para interpretar a su amiga Julia. Amistad que se insinúa en el film cercana al lesbianismo.

La escritora, famosa también por su relación con el escritor Dashiell Hammet (interpretado aquí por el actor Jason Robards quien se llevó a casa la estatuílla dorada ese año), no llegó a concretar nunca si fue un asunto platónico o físico. Ni falta que hacía.

Una curiosidad: la silueta que aparece en la famosa y bella escena inicial, en el bote al amanecer, es la deLillian Hellman. La voz en off es de Jane Fonda. Y nos susurra:


"La pintura vieja en un lienzo, a medida que envejece, a veces se vuelve transparente. Cuando eso ocurre, en algunos cuadros, es posible ver las pinceladas originales. Eso se llama "pentimento", porque el pintor se arrepintió, cambió de parecer..."

Gran bso compuesta por el gran maestro George Delerue. 
Disfruten de ella y, cómo no, de esta gran película: JULIA.

miércoles, 10 de julio de 2013

El Ataque del Cine Rocambolesco. La Mejor Oferta, Trance, Objetivo: La Casa Blanca, La Venganza del Hombre Muerto, The Call, Cruce de Caminos y la puta madre que las parió a todas.

rocambolesco, ca.
(Por alus. a Rocambole, personaje creado por P.-A. Ponson du Terrail, novelista francés, 1829-1871).
1. adj. Dicho de una circunstancia o de un hecho, generalmente en serie con otros: Extraordinario, exagerado o inverosímil.


Han coincidido en el tiempo los estrenos de dos películas que tienen en común parte de su argumento principal. Las dos van de unos elaboradísimos planes de robo de obras de arte donde nada es lo que parece. Y aquí comienzan y terminan sus similitudes porque una va de clásica y la otra de moderna. Bueno, también son dos películas de amarlas u odiarlas. Es lo que tienen los guiones rocambolescos: caminan por la difusa frontera que separa lo meticuloso y sorprendente de lo ridículo e inverosímil.

La primera de ellas, La Mejor Oferta dirigida por Giuseppe Tornatore, es una película precisa, preciosista y maravillosamente fotografiada, donde destaca, por encima de todo lo demás, el protagonismo absoluto de Geoffrey Rush que está que se sale. La banda sonora es del maestro Ennio Morricone y su música, sin sorprender, viene a requeteafirmar el tono clásico - romántico de una historia que mezcla intriga y amores otoñales de ésos que son capaces de hacer estallar por los aires los principios del más convencido de los onanistas. La recomiendo pese a que reitera algunos de sus recursos argumentales y abusa de la paciencia del espectador con algunas líneas de diálogo grotescas. Excelente epílogo.


La segunda es Trance, dirigida, con mucho estilo de eso no cabe duda, por Danny Boyle. Lástima de argumento: es estúpido y ridículo; una ofensa para el noir (y para la ciencia). Aunque, gracias ese guión, podrán ustedes contemplar un par de primeros planos del depiladísimo potorro de Rosario Dawson. La fotografía de la película es también muy bonita pese a que nos machaca un poco con esa moda que se ha impuesto en Hollywood: fotografiar todo en azul y naranja. La banda sonora es tan estúpida como el argumento. Hay un poco de gore entre gratuito y realista y, cómo no, muchos planos inclinados marca de la Casa Boyle. James McAvoy está fatal; no me creo su personaje. No la vean. Es muy tonta. Buen epílogo, sin embargo.

De propina, cuatro estrenos más con argumentos rocambolescos (esto empieza a ser preocupante) pero con dispares resultados aunque, en general, son mucho más flojas de lo que cabría suponer a la vista de quiénes son los señores que las firman.
De más mala a menos mala o, si lo prefieren, de más muertos a menos muertos (curiosa coincidencia).


Objetivo: La Casa Blanca (2013, Antoine Fuqua, el de Training Day). Absolutamente vergonzosa. Una mezcla cutre de La Jungla, Air Force One y alguna mierda de Chuck Norris. Hasta los FX son malos. Creo que deberían quemarse todas las copias existentes de esta basura en una gran hoguera en la que asaríamos salchichas. Es imposible salvar nada de este engendro cinematográfico de violencia pornográfica. Durante la película se matan cantidades ingentes de seres humanos. Y también muchos norcoreanos.


La Venganza del Hombre Muerto (2013, Niels Arden Oplev, el de Los Hombres que no amaban a las Mujeres). Una película malograda por culpa, sobre todo, de Noomi Rapace. El guión tenía potencial aunque también roza el ridículo por aquello de las venganzas elaboradísimas. Sorprendentemente, Colin Farrell lo hace bastante bien. Durante la película se matan muchos seres humanos.


The Call (2013, Brad Anderson, el de El Maquinista). Mucho mejor de lo que aparenta. Tensión constante. Es una especie de estrenos TV hecha con medios, buen gusto y conocimientos básicos de montaje cinematográfico. Durante la película se matan unos pocos seres humanos.


Cruce de Caminos (2012, Derek Cianfrance, el de Blue Valentine). Es una historia que tiene dos partes bien diferenciadas. La primera mitad es estupenda en todos los sentidos. Ryan Goslin está, otra vez, imponente. Cuando le pasa el testigo del protagonismo a Bradley Cooper, la cosa comienza a desinflarse hasta desembocar en un melodrama tontorrón de carambolas vitales todavía más tontorronas. No toda la culpa es de Mr. Cooper pero es que buen actor, lo que se dice buen actor, no es. De todas formas, yo creo que Derek Cianfrance es un realizador talentoso. Durante la película se matan uno o dos seres humanos.

Ya saben: ante la ausencia de guiones originales, recúrrase al rocambolequismo.

lunes, 8 de julio de 2013

Diez Años de... Killing Joke (Killing Joke, 2003).

Killing Joke: Incombustibles.


Más de 30 años de carrera. Como decía un amigo mío: el grupo con uno de los cantantes más feos (Jeremy Jaz Coleman, el doble del Joker


pero con las mejores portadas de disco ever.




Una de sus mejores canciones cumple ahora una década.

The Death & Resurrection Song.

Estaba incluida en su álbum homónimo de 2003: Killing Joke, publicado tras 6 años de parón, donde recuperaban el título de su primer disco: Killing Joke, 1980.

¿He dicho ya que estamos hablando de Killing Joke?.
Para escuchar esta canción es obligatorio subir el volumen a tope.

miércoles, 3 de julio de 2013

Creation (2009, Jon Amiel). O, como dice el título español, La duda de Darwin.

"Los actos sobrenaturales del Creador son incompatibles con los hechos empíricos de la naturaleza".

Charles Darwin.

"Cuando estoy contigo creo que todos mis pensamientos tristes se mantienen fuera de mi cabeza, pero desde que te fuiste algunos han regresado por temor a que nuestras opiniones sobre el tema más importante difieran ampliamente. Mi razón me dice que las honestas dudas de conciencia no pueden ser un pecado, pero siento que sería un doloroso vacío entre nosotros.
Te doy las gracias desde el fondo de mi corazón por tu franqueza conmigo y me espantaría la sensación de que me estuvieras ocultando tus opiniones por el temor de causarme dolor. Tal vez sea tonto de mi parte decir esto, pero mi querido Charley, ahora nos pertenecemos el uno al otro y no puedo dejar de ser franca contigo.
¿Me harías un favor? sí, estoy segura de que lo harás. Es leer las palabras de despedida de Nuestro Salvador a sus discípulos que se cita a final del capítulo 13 del Evangelio de Juan. Están tan llenas de amor, devoción y sentimientos hermosos. Es la parte del Nuevo Testamento que más amo. Se trata de un capricho mío que me produciría un gran placer, aunque apenas puedo decir por qué no deseo que me des tu opinión al respecto."


Emma Darwin, 1848.


En aquellos tiempos, los tiempos de Darwin, uno de cada cuatro niños nacidos moría prematuramente. Y Charles Darwin (1809 - 1882) vio morir a tres de sus diez hijos.

Como ya comentábamos aquí a propósito de La Peste de Camus, uno de los acontecimientos que pueden provocar la pérdida de la fe de un hombre es ser testigo de la muerte de un niño, la muerte de un inocente, devorado por una cruel enfermedad.

Este alejamiento de los inescrutables caminos del Señor puede acelerarse si sufres la terrible desgracia de sobrevivir a tus propios hijos. Lo cual es totalmente comprensible. Tan comprensible como la reacción opuesta: abrazar con más fuerza tu fe en la esperanza de que pronto volverás a ver a tu hijito en el Cielo. Puede que sea una reacción menos racional pero, como dijo Woody Allen, whatever works.

Dos fechas marcaron la Vida y Obra de Charles Darwin y, por ende, de la Humanidad.

El 23 de Abril de 1851 fallecía, -víctima de la escarlatina según algunas fuentes o de la tuberculosis según otras-, a la edad de 10 años, Anne Darwin, la niña de sus ojos. ("Hemos perdido la alegría de nuestro hogar, y el consuelo de nuestra vejez"). Después de tan desgraciado suceso Darwin dejó de asisitir a la iglesia.


El 18 de Junio de 1858 Darwin recibió una carta de 20 páginas del naturalista británico Alfred Russell Wallace. En ella, Wallace sintetizaba en unos pocos párrafos algunas conclusiones similares a las teorías de Darwin. Las mismas teorías en las que Charles D. llevaba trabajando más de 20 años desde sus tiempos de explorador a bordo del mítico HMS Beagle (1831-1836). Con el decidido apoyo y aliento de Thomas Huxley y Joseph Dalton Hooker, Darwin apremió la publicación de El Origen de las Especies, libro que vio la luz el 24 de Noviembre de 1859.

Pero antes de su publicación el manuscrito de Darwin tuvo que superar un último filtro: el de su esposa y devota creyente Emma.

Nosotros, pobres mortales, nunca nos veremos en la tesitura de tener que decidir entre dos amores como los que Darwin tenía: La Verdad y su esposa Emma Wedgwood.

Y es que, ¿alguien podría hoy reprochar a Darwin que finalmente hubiese decidido reducir a cenizas sus escritos para evitar que la publicación de sus revolucionarias teorías destrozaran el creyente corazón de su amada Emma?. Yo no.


Pues todo esto y mucho más podrán encontrarlo en la hermosa película Creation del director inglés Jon Amiel, un director del que solamente recuerdo con agrado su Copycat de 1995 pero que en esta Creation ha logrado un equilibrio bastante acertado entre romance, ciencia, historia y cine. Una película muy emotiva llena de interesantes referencias biográficas del matrimonio Darwin.

Paul Bettany y Jennifer Connelly dan vida a Charles y Emma Darwin en esta mezcla de historia y ficción basada en la novela La caja de Annie (2003) de Randal Keynes, uno de sus tataranietos que, en 2000, encontró una caja con diversas pertenencias de Darwin.

Una caja que escondía: "... Un costurero, bordados hechos por Annie, papel carta decorado de una manera maravillosa, un mechón de cabello de la pequeña y un mapa en el lugar que Darwin la enterró. También contenía las cartas que Darwin le enviaba a su esposa. En ellas contaba con desesperación como Annie se le iba y cómo él no podía hacer nada para salvarla, pues el avance de la medicina era incipiente. Era una paradoja porque mientras el investiga sobre la vida, su hija agonizaba...".

El mismo médico que no pudo salvar la vida de la pequeña Annie siguió tratando las dolencias de Charles Darwin y finalmente concluyó que nunca sanaría si no volvía a recuperar la fe. Pero no la fe en la Vida en el Más Allá, sino en la Vida de verdad, la del Más Acá.

Darwin, el agnóstico, escribió: "No tengo miedo de la muerte. Recuerda qué buena esposa has sido para mí. Dile a mis hijos que recuerden lo buenos que han sido todos conmigo. Casi ha merecido la pena estar enfermo para recibir vuestros cuidados".


No caigan en la trampa de la angustia existencialista y Amen la Tierra. 

La Naturaleza está llena de crueldades y, como dice Hooker en la película, no es tanto una muestra de la perfección del plan divino sino un gran campo de batalla en el que sobrevive el que mejor se adapta.

Así y todo, el Hombre con su lírica y con películas como Creation u obras como El Origen de las Especies, la ha convertido en lo más hermoso que conocemos de nuestro frío, caótico y vacío Universo.
No se pierdan Creation. 
Así de puñetera es la Naturaleza que tanto gusta a los jipis:


lunes, 1 de julio de 2013

Música de TV. El Mundo en Guerra (1974), Carl Davis.

EL MUNDO EN GUERRA. Exitosa e imprescindible serie de tv para todos los amantes de la Historia y de la WWII. 

Su tema principal, que sonaba tras el prólogo de cada uno de sus apasionantes 26 capítulos, fue compuesto por el maestro Carl Davis y nos anticipaba con sus notas esa mezcla de horror, coraje, sufrimiento y esperanza que fue para todo el Mundo la devastadora Segunda Guerra Mundial, el combate más importante que, hasta el momento, han librado sobre nuestro planeta las fuerzas del Mal contra las del Bien.

Con motivo del trigésimo aniversario de la serie, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de Praga grabó en un curioso Cd (que incluye también fragmentos de discursos de protagonistas del conflicto así como canciones populares de la época) con la música incidental que el maestro Davis compuso para esta ejemplar producción de la Thames Television para la cadena británica ITV. 

Una serie de documentales irrepetible pues pocos protagonistas quedan hoy día, cuarenta años después, para testimoniar lo que en aquellos dramáticos años aconteció.

 

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