domingo, 22 de marzo de 2015

Tres súper producciones hollywoodienses. Tres Epopeyas.

Venga que voy con las tres películas que me he tragado este finde. De peor a mejor:

Exodus: Dioses y Reyes (Ridley Scott). La idea de ver a John Turturro interpretando a un faraón y a Christian Bale personificando a Moisés se me antojaba irresistible. El resultado es un engendro cinematográfico estrafalario, grotesco y muerto. De verdad que les aconsejo que se mantengan lo más alejados posible de esta cosa.

Y, tras esta dolorosa experiencia, vamos ahora a hablar de Cine.


Invencible (Unbroken, Angelina Jolie). Tengo que reconocer aquí y ahora que la última película de Angelina Jolie me parece formalmente impecable, es más, las escenas de los combates aéreos son magistrales. La fotografía de Roger Deakins (habitual de los Coen, coguionistas de Unbroken) es, como siempre, sobresaliente. No me emocionó la parte de la moraleja jipi con la que entiendo que nos quieren aleccionar o inspirar pero la realidad es que el camino del perdón es el que escogió el protagonista de una increíble pero cierta biografía: la de Louis Zamperini. El problema de Unbroken es que funciona mucho mejor como recreación histórica que como drama debido, yo creo, a que sufre de un mal congénito: la realidad supera a la ficción por eso hay que tener mucho cuidado con cómo se ficciona para que la propia realidad no se vea reflejada a sí misma en una pantalla como caricatura, propaganda u otras peligrosas deformaciones. El protagonista, Jack O´Connell, lo hace muy bien (si quieren ver a este actor en una gran película de este año, no se pierdan ´71). En fin, Unbroken es una buena película, muy old fashioned style en el mejor de los sentidos (lo que para algunos supondrá un desacierto), que se ha quedado muy cerca de ser una gran película. De todas formas, tengan por probable el que se la revisen cada vez que la repitan por las televisiones.


Interstellar (Christopher Nolan). No me gusta el cine de Nolan. Y eso que le reconozco sus buenas intenciones al intentar conciliar en sus guiones el entretenimiento con la trascendencia. Hoy vengo a decirles que Interstellar me parece su mejor película porque es en la que, a mi juicio, sale más exitoso de su sempiterno intento de querer entretenernos y darnos qué pensar. Donde Origen daba dolor de cabeza, Interstellar despierta ganas de leer el Muy Interesante. Y, en este caso, compro la moraleja de Interstellar, que suena a naíf pero que es, indudablemente, hermosa: el motor de la Humanidad y del Progreso puede que sea menos hobbesiano de lo que muchos tristes proclaman y resulte ser el Amor. Interstellar es una gran película de sci-fi más materialista que su hermana mayor, a cuya sombra se cobija desde la originalidad y el respeto (creo yo), y ése es su gran acierto: consigue interpretar la inmensidad del Universo a escala humana, que es la única escala válida para medir todo lo que nos rodea.

viernes, 20 de marzo de 2015

La Primavera comienza... ¡Ahora!

Retransmitimos, en riguroso directo, la llegada de la Primavera:


Maravilloso. 

Vamos a ponerle un poco más de música, bueno mejor dicho, de Música Clásica.

No por célebre deja de ser hermosa esta Canción de Primavera, la número 6 de las incluidas en su ciclo de Canciones sin Palabras del compositor alemán Felix Mendelssohn (1809-1847).

Que la disfruten.

 

jueves, 19 de marzo de 2015

Feliz Día del Padre. Los Hombres como mi Padre no pueden morir.

Hoy, Día del Padre, es un buen día para volver a ver Qué verde era mi valle, una de las mejores películas del gran John Ford, ergo una de las mejores películas de todos los tiempos. Como carezco del don necesario para plasmar en palabras todos los maravillosos sentimientos que despierta en mí esta inmortal película, termino aquí la reseña. Disculpen las molestias.

Solamente quiero añadir que a mí también me gusta más que Ciudadano Kane; es por eso que no me extraña que le arrebatara el Oscar a la Mejor Película de 1941.


Sentimientos sin sentimentalismo para este post que hoy quiero dedicar a todos los buenos padres (especialmente a mi hermano y a Monseñor, dos buenos padres garantizados) recordando las últimas palabras que la voz en off del pequeño de los Morgan nos dice al final de la historia:

"Men like my father cannot die. They are with me still - real in memory as they were in flesh, loving and beloved forever. How green was my Valley then."

”Los hombres como mi padre no pueden morir, todos ellos están aún conmigo, tan reales en el recuerdo como lo fueron en su vida, amantes y amados para siempre. Qué verde era entonces mi Valle” .

Os deseo que vuestros valles sean siempre tan verdes como lo fueron durante vuestra niñez. 

Como nota musical, dedicado a mi padre, el Garry Owen de Custer. ¿Por qué?.

Once upon a time mi padre (súper fan del western) se disponía a salir de casa para lidiar con un asunto bancario de ésos de números rojos y cortes de suministro. Mi madre, preocupada, le preguntó qué narices le iba a contar al director de la sucursal para conseguir un aplazamiento. Y mi padre, aparentemente tranquilo, respondió: "No te preocupes... No voy solo. Voy con el 7º de Michigan". De casta le viene al galgo. Ya saben: siempre con las botas puestas.


miércoles, 4 de marzo de 2015

Música Clásica de Cine. El Despertar de Brunilda y La Teoría del Todo.

La gala de los Oscar nos ofreció este año su cuota habitual de cine elegante británico. Y por duplicado: The Imitation Game (Descifrando Enigma) y La Teoría del Todo.

Son dos películas muy similares en muchos aspectos, o sea, son dos telefilmes que se pueden subtitular como “Episodio de la Vida de un Artista” (we love Berlioz) hechos a mayor gloria de un par de ilustrísimos hijos de la Gran Bretaña (que los tiene a montones) con sendas biografías que tienen en común una cruel ironía: unas mentes brillantísima encerrada en unos cuerpos “enfermos” personificados por dos actores en estado de gracia que, exitosamente, contuvieron en sus interpretaciones los peligrosos tics a los que esto tipo de papeles son tan propensos.

Como son películas muy elegantes, no nos dicen ni si Alan Touring fue o no asesinado ni si a Stephen Hawking le maltrataba su segunda esposa (y enfermera).

También comparten bandas sonoras muy tontorronas.

En fin, dos películas bienintencionadas sin, para mí, mucho interés cinematográfico (es que me pone un poco nervioso tanto plano medio).

El caso es que hay un momento clave en la biografía de Stephen Hawking que se muestra en La Teoría del Todo y que acontece durante una representación de Sigfrido (1876), tercera de las cuatro óperas pertenecientes a la magistral tetralogía El Anillo del Nibelungo con música y letra del inigualable genio (y furibundo antisemita; aun así: ¡todos en pie!) Richard Wagner (1813-1883).

Contemplen un fragmento de esta obra maestra que contiene la mejor interpretación de Brunilda:


Y ahora, disfruten de esta otra belleza sonora:
El Despertar de Brunilda,
de la ópera Sigfrido de Richard Wagner.
Son dos minutos… no tengo palabras…
¿asombrosos?.



Y para usuarios avanzados: la escena completa (9 maravillosos minutos):

domingo, 1 de marzo de 2015

Música Poética. La Canción de Solveig (Edvard Grieg).

Puede pasar el invierno y desaparecer la primavera,
el verano también se irá y después el año entero
Pero lo que sé seguro es que volverás de nuevo
volverás otra vez
y que como prometí entonces me encontrarás esperándote

Que Dios te ayude cuando deambules por tu camino a solas
Que Dios te garantice su fuerza mientras te arrodilllas ante su trono
si estas ahora en el cielo esperándome
podremos encontrarnos de nuevo y no separarnos jamás

No separarnos jamás

Peer Gynt (1876)
Letra: Henrik Ibsen
Música: Edvard Grieg

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