lunes, 31 de diciembre de 2012

Adiós a 2012. Y el Mundo Marcha ?.

Los Mayas, los Mayas.., ¡ay, los Mayas!. Vamos a ver, ¡que llevamos 10.000 años de Historia y no hay nadie que haya acertado con esto del Apocalipsis!. Pero claro, como los Mayas desaparecieron misteriosamente..., pues hala, ¡misterio para todos!. Así son los amantes de las teorías conspiratorias, igual de tontos que todos ésos que te remitían emails para salvar a un niño hondureño que vivía en su imaginación y que son los mismos ahora te envían un guasap a las tres de la mañana advirtiéndote de que, como no pases el mensaje a diez contactos, los del WhastApp te van a cobrar el servicio. Anyway, ya ves tú qué tragedia sería...


Pero los Mayas no desaparecieron misteriosamente. Si quieren saber qué sucedió con los mayas, se me leen la segunda parte de "Colapso: por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen", otro apasionante libro de Jared Diamond de quien aquí les traigo su Mensaje Especial de Nochevieja.


En fin... Como dijo algún traductor de títulos de películas, a propósito de The Crowd (King Vidor, 1928): Y el Mundo marcha.

Y más que marchará, no se preocupen, porque los despertadores les van a seguir sonando a las 07.00 AM durante muchos días de 2013. Lo que ya no tenemos tan claro es que el Estado de Bienestar siga marchando y eso, desde luego, es preocupante.

"Saldremos de ésta", dicen algunos muy ufanos y lo dicen porque ellos siempre han estado y estarán fuera de "ésta". Y puede que incluso tengan razón, pero todos aquellos que se hayan quedado por el camino, las víctimas de los estragos de "ésta", no sabemos si saldrán y sus lamentos se perderán como lágrimas en la lluvia si, entre todos, no le ponemos remedio.


Lectores y amigos de DG&L, les deseo, de todo corazón, que el Mundo les marche bien durante 2013, un año en el que espero que a a alguien se le ocurra titular a alguna película "2013: Agárramela que me crece". Amén.

Ah, también les deseo que no les machaquen a guasaps en Nochevieja...

lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad. Frases de Cine. Los Judíos. (En la Oscuridad, Agnieszka Holland, 2011).

- Están ofreciendo recompensas por denunciar a los judíos. Algunos están ganando mucho dinero... 

- ¡Dios los castigará por codiciosos!. 

- Los judíos crucificaron a Cristo. Está escrito en la Biblia: "Su sangre caiga sobre ellos y sus descendientes". 

- Eso es una política de la Iglesia. Los judíos son iguales que nosotros. La Virgen y los Apóstoles eran judíos. También Jesús. 

- ¿¿¿¡¡¡Jesús era judío!!!???. 



viernes, 21 de diciembre de 2012

Las Diez Claves Gusanas para disfrutar de las Navidades en su justa medida.

Los Cristianos les robaron estas fechas a los Paganos, así que los Ateos tenemos el deber de arrebatárselas a los Cristianos y restablecer el equilibrio cósmico. La obligación de ustedes, estimados lectores y/o amigos,  es no dar el asunto navideño por perdido y evitar un despliegue exagerado de su cinismo, nihilismo, anticonsumismo, laconismo, pasotismo y demás chorradismos porque lo cierto es que a ustedes le arrastra la corriente igualito - igualito que a todos los demás. Su vida es como un río que va a para al mar y no hay vuelta de hoja.

Sin embargo, hay que advertir que las Navidades (así, en plural, que mola más porque suenan más ateas) son más peligrosas que beberse un litro de mezcal a palo seco. Pero, pese a ello, mucha gente se las bebe de trago, a lo bestia, y pilla unas borracheras vitales y descomunales que les conducen a un estallido de violencia emocional que eclosiona, siempre inoportunamente, en alguno de estas cuatro fechas señaladas: Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Con lo que, en estos días, los enfrentamientos familiares o entre amigos son desagradablemente habituales. Y, ojo, porque los rencores navideños se enquistan en el alma y luego no hay cristo que arranque ese mal de las entrañas. 

Y es que hay dos grandes males que envenenan las Navidades y que son los responsables de la saturación de nuestra capacidad de absorción y eliminación del stress: la hipocresía innecesaria (sí, existe la necesaria) y la ansiedad consumista (consumir, per se, es algo bueno). Por lo demás, las Navidades son cojonudas porque los niños y los abuelos se lo pasan teta, ¡¡¡que es de lo que se trata!!!. 

Para combatir esos dos grandes males (me refiero a la hipocresía innecesaria y la ansiedad consumista, no a los niños y a los abuelos) que pueden fastidiarte unas fechas taaaaaaaan entrañables, aquí van 10 valiosísimos Consejos Gusanos para tratar a la Navidad como se merece.

1.- Déjate de boicots espumosos. No le bailes el agua a los tarados nacionalistas. Ni a los españolistas, ni a los catalanistas, ni a los paletos de tu comunidad autónoma que te dicen que el clarete de su pueblo es mejor que el cava o el champán. Bebe lo que te guste y que la decisión final sea consecuencia del amor (a tu tierra, por ejemplo: ¡¡¡beba cava aragonés que está mu güeno!!!) y no del odio (por la del otro). Yo, como siempre, me inflaré de sidra El Gaitero. Es buena, bonita y barata. Aunque, eso sí, la dorada mola más que la plateada.

2.- No regales nada a los adultos. ¿Qué cojones le regalaron los Magos de Oriente a San José?: nada. Pues que les den por el culo a los hombres hechos y derechos y que se compren esa puta tablet ellos mismos con sus mismos euros. Insisto: las Navidades son para los niños y para los abuelicos. ¡Ah!, y no compres nada más allá de las 18.00 hrs en Nochebuena. Si lo haces, eres, sencillamente, un hijodeputa al que espero que se le joda la puta cámara de fotos que ha comprado en la fnac a las 19.45hrs.

3.- Deja que cocinen aquellos a los que les gusta cocinar. No te agobies con este asunto, cada uno tenemos nuestro lugar en el mundo. Si el tuyo es comprar el pan y el vino, pues lo compras. Y si es hacer de chófer para tus suegros, pues lo haces.

4.- No veas Qué Bello es Vivir (que ya huele) y oblígate a ver, al menos, una de estas tres películas: Plácido, La Gran Familia o Los Mejores Años de Nuestras Vidas. 

5.- No te disfraces de idiota o de fulana en Nochevieja. Vas a malgastar muchos euros valiosos en ropajes que no te van a servir para nada porque acabarás pareciendo un idiota o una fulana, aunque sea un idiota con corbata y una fulana con tacones.

6.- No cuentes calorías. ¿Eres mongolo o qué?. Trescientos sesenta días al año disponibles para hacer dieta y caes en la cuenta de que estás como una puta ballena precisamente en Navidades. Bueno, pues jódete y baila, maño. No nos amargues a los demás. Ya para el día dos de enero te pones las pilas, si eso y te comes toda la escarola que haya sobrado.

7.- No asistas a cenas a las que no quieras asistir. Es fácil. Es que no hace falta que te acuerdes de las personas o lugares de los que no quieres acordarte. ¿Quién cojones son los primos de León?, ¿dónde cojones está León?. La gripe es un gran aliado para este objetivo.

8.- Pon algún adorno navideño en tu casa. Muchos o pocos, eso da igual, pero deja que tu casa se integre en el entorno. Se lo debes. El espumillón es una preciosidad. No ahorques con una soga de espumillón al niño que llevas dentro.

9.- Come cosas normales. ¿Qué tienen de malo el pollo y los mejillones?. Déjate de centollos y patas de araña, pero ¿dónde vas?, si no sabes ni cómo coño se comen. Para los aragoneses: Ternasco asado con patatas, of course.

10.- No vayas de original. La Navidad no está para ser reinventada, cojones. Es una tradición. Tiene que ser perpetuada mediante la repetición a lo mantra dejando que las ligeras mutaciones naturales la hagan ir evolucionando, a lo largo de los años, sin estridencias. Fijaos bien este año en los belenes y veréis como tengo razón: aunque el Papa haya dicho una chorrada del calibre de "en el portal no había ni buey ni mula", los belenes seguirán teniendo su buey y su mula, ¡¡¡como dios manda!!!. Así que cómete las doce uvas con dos cojones (lo de los cojones es opcional) porque te advierto de que si eres uno de ésos que comen lacasitos o pistachos o mierdas así, será mejor que intentes permanecer lejos de mí durante las campanadas no vaya a ser que te caigan doce host... Ya paro, que me voy de la olla.

Bonust track: Escucha solamente villancicos cantados por alguno de los componentes de The Rat Pack, preferiblemente los de Dino. Son los mejores ever:


¡¡¡Felices Fiestas!!!.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Finiquitando 2012: Los vídeos millonariamente visitados de Youtube de los que yo no me entero. Michelle Jenneke, el reverso luminoso de Michael Haneke

No me hagan elegir entre la filmografía completa de Michael Haneke y  las caderas de Michelle Jenneke...  porque Haneke se llevara todas las Palmas de Oro de Cannes que quiera pero Jenneke se lleva la Palma Gusana (jo, hoy estoy que me salgo).


Si la contemplación de las películas del barbudo director austriaco les produce desasosiego, o cosas peores, quizás sea el momento de recurrir a terapia de la mano de su reverso luminoso, la atleta australiana Michelle Jenneke, en cuyos muslos podrán encontrar, sin ningún lugar a dudas, el Sentido de la (Hetero)Vida.

Michelle Jenneke saltó a la fama youtubera por este mini bailecito que se marcó durante el XIV Campeonato Mundial Junior de Atletismo celebrado el pasado julio en Barcelona y que yo descubrí, hace muy poco, gracias a otro smartphone de un compañero de oficina (lo mismo de ayer). Véamoslo:


Hoy Shit!!!!, ¿este vídeo es merecedor de 20.000.000 de visitas?. No sé.., si la Jenneke se hubiera enrollado con la corredora de al lado... No quiero razonar falazmente porque si así  lo hiciera podría concluir que todos los vídeos que reciben millones de visitas son, en realidad, una chorrada. Y no creo que eso sea cierto...

El caso es que Michelle Jenneke debe de tener, además de una sonrisa contagiosa, algo de cerebro, así que hace lo mismo que el protagonista de Amor, la última pelicula de Michael Haneke: ella sabe que está buena, lo asume y lo desdramatiza para que ustedes se la gocen bien. Recuerden que todo lo que no disfrutan los humanos nos lo acabamos comiendo los gusanos. Y, ya de paso, la Jenneke se saca unos dollars protagonizando anuncios en los que se autohomenajea.

¡¡¡Corre Michelle, Corre!!! o, mejor dicho, ¡¡¡Baila Michelle, Baila!!!, que lo mejor para calentar es bailar. Que se lo digan a los 20M de humanos que le han dado al play de este vídeo.


Dedicado a Lafcadio, Kurtinaitis, Soundtrack,Tripi, Míchel, Monseñor Gusano y MrMierdas quienes ya están empezando a odiarme con tanto post de cine y tanta hostia.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Finiquitando 2012: Los vídeos millonariamente visitados de Youtube de los que yo no me entero. El Enigma PSY.

13 de diciembre de 2012. 13.30 hrs. hora zulú. MrLombreeze se está tomando el lunch con sus compañeros de trabajo. Conversaciones intrascentes por aquí y por allá. Mi amigo D. suelta: "¿Qué os parece la idea de que esta Nochevieja los vecinos de mi residencial salgamos, después de las campanadas, a hacer un flashmob de Gangnam style?" 

MrL:  ¿Qué eso? 

D: ¿Lo del flashmob?. Es cuando la gente se pone de acuerdo para ejecutar una coreografía... 

MrL: No, no, lo del "gangan estail". 

Pausa dramática.


D: La canción "Gangnam style".., la del chino.., bueno, la del coreano. 
MrL: Ni puta idea 
D: No me lo creo 
MrL: Te juro que no sé de qué cojones estás hablando 
D: Que lo has visto, seguro... el coreano ése que canta y baila, así..., como cabalgando. ¡Has tenido que verlo u oírlo en algún sitio!. Está por todas partes. ¡Pero si tú estás todo el día en youtube!. 
MrL: Ya, pero viendo Mujeres del Tiempo sudamericanas, que es lo que me interesa. ¿Quién es el chino ése?, ¿algún friki que ha pegado un pelotazo tipo "Macarena"? 
D: Sí, ¿ves cómo lo has visto? 
MrL: Que no, que no.., que no tengo ni puta ida. Me lo imagino, nada más. 
D: Pero si es el vídeo más visto del youtube.., ha bailado con Madonna... 
MrL: Ni puta idea. En mi blog no he leído nada al respecto. 
D: Jajaja. Pues en los blogs de tus colegas tienes que haberlo leído. 
MrL: Tampoco, maño. Supongo que nos movemos en círculos artísticos concéntricos al gangan coreano. Yo lo último que recuerdo es algo de Ang Lee, Frankenheimer y Bruch. 
D: Ya, bueno, pero ¿eres consciente de que existe una cosa llamada actualidad?. 

Me enseña el vídeo en su smartphone y le confieso que me hace gracia cuando el chino se pone a bailar haciendo como que cabalga. Me defiendo. 

MrL: Of course que soy consciente: el Papa tuiteta "Dios es cojonudo", una enfermera inglesa se ha suicidado por culpa de unos locutores australianos, Anne Hathaway no lleva bragas, Pujol tiene dinero negro en Suiza, la política lingüísta catalana despierta pasiones y en 1972 un negro africano marcó más goles que Messi. De esto sí me he enterado, a mi pesar... Supongo que tengo inconscientemente codificados los canales de distribución de algunas chorradas y a lo que más me he acercado en este tema ha sido al Gang Bang. También evito los finales de los telediarios que son como un cajón de-sastre.

D: ¡¡¡Eres un pedante!!!... 

¿Soy un pedante?, ¿o les gusto cuando estoy como ausente?. Yo es que creo que no hay tiempo para enterarse de todo lo que pasa. Sobre todo si, además, se tiene interés en muchas cosas que pasaron hace muchos años. Así que no queda más remedio que ser selectivo y, tras videar el clip de PSY, creo que mi sentido arácnido funcionó bien cuando no me alertó de que me estuviera perdiendo nada importante. 

Pero bueno, como ejercicio, volvamos a la cuestión que planteó mi amigo D. y, para ello, les traslado la siguiente pregunta: ¿Ustedes conocían, antes de leer este post, la canción "Gangnam Style" del artista coreano PSY?.

A lo mejor lo que pasa es que los que crecimos viendo La Bola de Cristal somos menos tontos.., digooo.., más morroputas.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Amor (2012, Michael Haneke).

"Os quiero mucho.., pero juntando el amor que siento por todos vosotros, no llega ni a la mitad del que siento por vuestro padre". Mamá Lombriz en el discurso anual navideño a sus seis hijos. 


Haneke, von Trier, Cronenberg y Lynch forman la tetralogía de directores que poseen la extraordinaria cualidad de ser admirados tanto por la cinefilia intelectual como por una parte del público que, si bien no es el Gran Público (tampoco vamos a exagerar), puede considerarse un público significativamente amplio, o sea, un público no compuesto exclusivamente por gente que lee revistas o blogs de cine. La razón de este éxito es simple: estos cuatros señores tienen talento. Pero claro, también tienen mucha personalidad y una tendencia al autorismo y al rupturismo innecesario que hace que muchas de sus propuestas no sintonicen con la sensibilidad general y mundana de muchos espectadores entre los que me incluyo.

Cuando estos cuatro señores dejan de lado sus memeces de historias de adolescentes disfrazadas de trascendencia, crean obras o momentos maravillosos como los de El Hombre Elefante, La Pianista, Una Historia Verdadera, Melancolia, Funny Games, Una Historia de Violencia, Caché, etc.

En mi clasificación personal, el más talentoso de los cuatro es Haneke y el más torpe es Cronenberg. Ambos directores han estrenado este año dos películas que, cómo no, están entre lo mejorcito de 2012 según los cahieristas, quienes acaban siendo más previsibles que los del Fotogramas. Pero mientras Cronenberg ha creado una chorrada titulada Cosmopolis, Haneke ha... (ojo, con lo que voy a decir ahora).., EMOCIONADO a propios y extraños con la película que hoy recomendamos: Amor, un título algo ambicioso para una obra, no obstante, sobresaliente.


Amor es la historia de una despedida larga, dolorosa pero inevitable. Cuando recomendamos la magistral Killer of Sheep, decíamos aquello de que era una película en la que no cabía el drama, ni el melodrama porque estaba llena de Vida y la Vida es como el Universo: hay miles de millones de estrellas pero hay, sobre todo, muchísimo vacío. Así que la vida es como los álbumes de fotos que hojea la anciana protagonista de Amor: muchos momentos felices rodeados de muchísimos momentos en los que no pasa nada. Pero un álbum sin fotos y un universo sin estrellas son unos lugares tristísimos.

No hay nada misterioso en las enfermedades degenerativas ("Nada de esto merece ser mostrado"), solamente hay crueldad. Por eso Haneke ha tenido que vaciar las cananas de sus inseparables pistolas de Chéjov de fogueo para contar la historia de un matrimonio octogenario que debe enfrentarse a la enfermedad incurable de la esposa. El director austriaco sí que ha seguido utilizando su habitual catálogo de recursos narrativos: largos planos fijos, ausencia de banda sonora, estudiados, simples pero admirables encuadres, unas gotitas (esta vez muy pocas) de perversa tensión y, sobre todo, una confianza plena en las asombrosas capacidades actorales de los veteranos y curtidos en mil míticas batallas cinematográficas Jean-Louis Trintignant (82 años) y Emmanuelle Riva (85 años).

Algunos amantes exigen promesas de amor del estilo "prométeme que siempre me amarás" y cosas así, sentencias etéreas sobre las que se cimienta el cine romántico. Otros, los de largo recorrido, exigen promesas de amor como ésta: "prométeme que no me enviarás a un hospital (a dejarme morir)", que es una promesa de amor mayúsculo porque conlleva la responsabilidad de los cuidados infinitos. Unas tareas en las que nadie puede sustituir a un esposo. Ni la hija, ni el portero, ni la enfermera. El personaje de Tintignant lo sabe y, desde el mismo momento en que lo asume, lo desdramatiza.

No se pierdan Amor, de Haneke. Les deseo todo lo contrario de lo que Trintignant le desea a una incompetente cuidadora: Ojalá algún día alguien les trate tan bien como este esposo trata a esta indefensa esposa.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

La Vida de Pi (2012, Ang Lee). Misticismo mágico de aventuras.

No soporto el realismo mágico. Es la irrupción de la sensibilería en el mundo de los sueños que es un mundo nihilista en el que, como ya dejaron claro los surrealistas, no tienen cabida los tontorrones del calibre de Amélie o del cómoquierasellame protagonista de Big Fish. Estos (peligrosos) personajes inundan la realidad de chorradas como ésa de que si deseas algo con mucha fuerza, el karma, o lo que sea, te lo concederá. Siento tener que informarles de que los Tontos no heredarán la Tierra y que el realismo mágico solamente debe conjugarse en pretérito, cuando la nostalgia envenena la memoria o el recuerdo necesita ser enterrado en lo más profundo del subconsciente.

No soporto el misticismo. Mira hacia el Universo en busca de respuestas innecesarias a preguntas sin sentido. El universo es un sitio vacío, frío y muerto en el que a las personas nos revienta la cabeza si no llevamos puesto un traje de astronauta. Lo peor del caso es que el misticismo mira hacia el Cosmos, sobre todo, cuando tiene dolor de muelas, que es algo que se alivia con Nolotil.

Si se combinan estos dos socorridos métodos de evasión de la, a veces, cruda realidad en una misma historia el resultado puede ser letal. El caos conceptual está asegurado: Dios, Espíritu, Karma, Amor, Sagrado, Vínculo, Vida Terrenal, Vida Celestial, Más Allá, Más Acá, Fe, Magia, Cosmos, Energías tal o cual, lo Infinitamente Grande, lo Infinitamente Pequeño, Ying, Yang, Chakras, Ecumenismo, Epifanía y, si te descuídas, Feng Shui y Homeopatía.

No soporto la idealización de la Naturaleza. La Naturaleza es un sitio peligrosísimo en el que no sobreviviríamos ni cinco minutos. Está llena de animales carnívoros, parásitos intestinales, mosquitos letales, plantas venenosas y etc, etc, a los que nos hemos visto obligados a mantener a raya a base de hormigón, acero y asfalto. Los máximos responsables de la peligrosidad de la Naturaleza son los animales carnívoros, que son los renglones torcidos de la Creación aunque tengan un aspecto tan atractivo como éste.


Así que pueden imaginarse con qué predisposición me enfrenté al último trabajo del maestro Ang Lee: La Vida de Pi, una historia que, según decían, era un canto de amor a la Naturaleza que mezclaba elementos de realismo mágico con filosofadas trascendentales que giraban alrededor de un eje llamado... ¡¡¡Dios!!!.

Pero claro, a Ang Lee no le estamos colgando gratuitamente el sambenito de "maestro" del cine, sino que se lo hemos colgado porque este señor es capaz de desarmar, temporalmente, al más cínico nihilista con sus absolutamente maravillosos créditos iniciales llenos de exóticos animalitos que se mueven al ritmo de una de las más bellas canciones de cuna de los últimos 10.000 años: La Canción de Cuna de Pi, obra de Mychael Danna, una canción con más colores (orquestales) que la cola de un pavo real. Esto sí que es magia, pero de la buena, de la que tiene explicación:


La Vida de Pi es la historia de un joven hindú que, desde niño, siente la necesidad de buscar a Dios y, tras bucear por el hinduismo, el Islam y el cristianismo, termina encontrando al Creador (y Destructor) el día que se ve obligado a aferrarse a la Vida (Terrenal) desesperadamente. Pi sobrevive a un trágico naufragio en un bote a la deriva, durante casi ocho meses, en compañía de ¡un tigre de Bengala llamado Richard Parker!. ¿Qué tal?. Es un marco incomparable, desde luego.

Doscientos días rodeado de Naturaleza dan para mucho y el Océano Pacífico, lo mismo que cualquier otro hábitat de vida salvaje, es un entorno aparentemente maravilloso en el que, sin embargo, se puede experimentar, en primera persona, toda la crueldad de la que la Naturaleza es capaz (que es muchísima). Los amantes del realismo mágico y del misticismo llaman "Naturaleza" (y saturan el concepto de romanticismo animista) a lo que nosotros llamamos Darwinismo. Darwin lo sabía y ello le produjo, como ya dijimos aquí, un profundo pesar y un materialismo militante. Pero, ¿quién necesita sufrimiento extra mientras está perdido en medio del océano?. Yo no y Pi tampoco, así que Pi hace lo que tiene que hacer para sobrevivir: recurre al realismo mágico, a la idealización de la Naturaleza y al misticismo para encontrar a Dios entre los delirios que le provocan el hambre y la sed. 

La contemplación de la majestuosidad de la vida animal versus la crueldad de la lucha por la supervivencia, que, como ya he dicho, no es otra cosa, a nuestra escala, que la crueldad de los animales carnívoros, puede alterar, quizás para siempre, nuestra visión del mundo. Así que Pi, cumpliendo con el tópico, pierde su inocencia en un bote en medio del océano en el que sube como niño y baja como adulto. Pero el Pi adulto, cuya candidez yace en un  inhóspito lecho marino en mitad del Pacífico, consigue, a cambio de esta pérdida, la gran recompensa que todos anhelamos (también los ateos): la Esperanza, que es, posiblemente, el arma más poderosa con la que cualquier ser humano puede contar a la hora de enfrentarse a la Vida o, mejor dicho, a la hora de enfrentarse a la Muerte. Porque la Muerte es Todopoderosa ante todo menos ante Dios. Pero Dios es Todopoderoso solamente cuando obra milagros. 


Sí amigos, sí. La Vida de Pi va de todo este rollo que acabo de soltarles aunque muchos padres lleven al cine a sus hijos para ver a un indio juguetear con un tigre.

Si el asunto les atrae, no se lo piensen y vayan a ver La Vida de Pi en 3D a la sala de cine que proyecte con la mejor calidad disponible en sus ciudades.

Si la cosa les repele, no se lo piensen y vayan a ver La Vida de Pi en 3D a la sala de cine que proyecte con la mejor calidad disponible en sus ciudades porque la fotografía, los FX y el 3D de este película de Ang Lee sí que conforman un universo propio y darían para hablar de ello durante muchas entradas más y para unas cuantas lecciones de cine sobre cómo hacer verosímil lo inverosímil. 

Pero como este post ya me ha quedado lo suficientemente largo, no me voy a enrollar más y, pese a que la película pierde fuelle en sus últimos veinte minutos en los que la realidad se desprende de la magia y se queda en realidad, a secas, aunque trufada de misticismo, les voy a resumir mi recomendación en una frase que, simbólicamente, encierra la moraleja de todo este asunto: Hay que Verlo para Creerlo. 

- ¿Otra vez la nana?. 
-  Sí, otra vez la nana.

lunes, 10 de diciembre de 2012

10 Años de... Adiós a John Frankenheimer (1930 - 2002).

Breve homenaje gusano, en forma de recuerdo, al trabajo de uno de los directores de cine norteamericanos más sobresalientes de entre los de esa generación de cineastas que vio la luz gracias a la factoría de la TV de los años 50: John Frankenheimer, quien, lamentablemente, nos dejó hace ahora 10 años.


Frankenheimer es responsable de un buen puñado de títulos que se han convertido en hitos de la filmografía USA. Algunos de ellos me gustan: El Hombre de Alcatraz (1962), Siete Días de Mayo (1964) y, sobre todo, la magistral El Tren (1965). Y otros no tanto porque creo que no han envejecido bien del todo: El Mensajero del Miedo (1962) y Plan Diabólico (1966), dos de las películas más paranoicas de todos los tiempos.

Lo que está claro es que los años 60 fueron su época dorada. El resplandor de Frankenheimer siguió brillando durante los 70, se apagó en los 80 (como casi todo el cine made in Hollywood) y se reivindicó, en forma de canto de cisne, en 1998 con la espectacular (de espectáculo) Ronin.

Además de requeterreconmendarles que vean El Tren (nuestra reseña aquí), hoy quiero recordar un par de peliculas de Frankenheimer especialmente curiosas: Grand Prix (1966) y Yo Vigilo el Camino (1970). Otros dos ejemplos que muestran el letimotiv principal de todas sus obras: la reacción de sus protagonistas ante situaciones límite. 

Grand Prix es como un chiste de los que contábamos de críos: van un piloto inglés, un francés, un americano y un italiano, y participan en una carrera de F1. Toda la parte dramática de la historia, con las mujeres de estos aguerridos chavales sufriendo por su integridad física, no vale un pimiento. Y ver a Yves Montand haciendo de piloto es un poema. Sin embargo, Mr. Frankenheimer puso sus cámaras en los coches de carreras y regaló al público unas panorámicas de las trepidantes carreras nunca vistas hasta entonces. Además, hizo pasarlas canutas a algunos de sus cuatro protagonistas masculinos al montarlos en coches de verdad para conseguir mayor veracidad evitando el artificio ése de las  retroproyecciones. El resultado es una película con algunas de las secuencias más espectaculares de la Historia del Cine. 


Yo Vigilo el Camino es una película pequeña, de retrato de personajes, en la que destaca la estupenda actuación de un veterano Gregory Peck (54 años) interpretando a un sheriff de pueblo que, enamorado de una joven lolita, algo paleta y fuera de la Ley (Tuesday Weld, 27 años), pierde los papeles en su intento por recuperar una pasión de ésas de juventud, de cuando los genitales nublan la razón. En fin, errores de cálculo que tienen muchos cincuentones. Tremendo final.


Broche musical a nuestro recuerdo para el gran John Frankenheimer, uno de los reyes de la década de los 60: I Walk the Line (1956), Johnny Cash. Suena en la película homónima que en español titularon Yo Vigilo el Camino. 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Clásicos Imprescindibles. El concierto para violín de Bruch. Uno de los ochomiles del Romanticismo musical.

Ya saben que hay dos maneras de enterarse de las cosas: leyendo algo sobre ellas o experimentándolas en primera persona. Así que ante la pregunta de "¿qué es el Romanticismo musical?" pueden ustedes hacer dos cosas también: pinchar aquí o escuchar la música que va a sonar a continuación. Si hacen las dos, lo bordan. 

Pero, ¡¡¡achtung!!!, queremos advertirles de que interpretar música romántica puede provocar un entusiasmo y una vehemencia expresiva de magnitudes insospechadas. No exagero. A la virtuosa violinista canadiense Leila Josefowicz le sucede con el Concierto para violín de Bruch, una obra que es un torrente musical que fluye apasionado, melancólico y folclórico a lo largo de sus tres maravillosos e intensísimos movimientos.

Fíjense en la energía del tercer movimiento y en los caretos de la Josefowicz
Merece la pena:


Max Bruch (1838 - 1920, supongo que nadie se acuerda, pero ya hablamos de Bruch aquí cuando homenajeamos a Scotland, the Brave) fue un compositor alemán muy célebre y reconocido en su época (un poquito menos en la nuestra) que ha pasado a la Historia de la Música gracias, sobre todo, a la magnificencia de su celebérrimo Concierto para violín n. 1 (1866), una obra imprescindible para completar cualquier selección Romántica que se precie y cuyo tercer movimiento acaban de escuchar todos aquellos que le han dado al play del vídeo anterior.

Si bien es cierto que nadie en el mundo toca el violín con una expresividad facial tan potente como la de Leila Josefowicz, tengo que reconocer mi debilidad por la versión del violinista ruso Maxim Vengerov. La belleza del tema principal del primer movimiento, que suena tras el primer minuto que dura la introducción, es ES-TRE-ME-CE-DO-RA. Puro sentimiento.

Bueno, puro - puro.., no, porque Herr Bruch y Tovarich Vengerov tuvieron que estudiar lo suyo para poder expresarlo así de bien. No se lo pierdan. Disponen de un largo puente por delante para descubrirse a sí mismos emocionados ante algo tan hermoso como esto:

lunes, 3 de diciembre de 2012

Mini momentos mágicos del Cine. Los Trillizos de Brave.

Todos los que sufrimos alguna tara mental tendemos a quedar atrapados en algún tipo de bucle neuronal provocado por algún detalle secundario que pasa inadvertido para la mayoría de la gente normal. Le pasaba a Paco Rabal con su milana bonita y a mí me ha vuelto a suceder con un mini momento de la película Brave

En Brave salen unos trillizos que son un claro homenaje a Harpo Marx y que aportan el toque de humor gamberro a una historia que, esta vez, les ha salido un pelín ñoña. 

El caso es que hay un momento en el que estos mini harpos aparecen compartiendo mesa con su fornido padre quien les está narrando, por enésima-enésima vez, la historia de cómo perdió su pierna peleando contra un feroz, gigantesco y malvado oso. 

Cada uno de los trillizos representa las tres posturas que pueden adoptarse ante la amenaza  de una batallita de abuello cebolleta. De izquierda a derecha: 1.- la crueldad de la burla paródica, 2.- la bondad de espíritu del que intenta aguantar la perorata y 3.- la rendición incondicional ante la insufrible avalancha verborreica. 

Mi mujer me miró asombrada cuando se dio cuenta de que me estaba partiendo de risa y, pobrecita mía, me preguntó el por qué. 

Fue entonces cuando le repetí esta escena media docena de veces. Atentos al vídeo (2 min.).

sábado, 1 de diciembre de 2012

Grandes Covers de la Humanidad. I Follow Rivers (2012, Triggerfinger).

Triggerfinger es un grupo belga que... No tengo ni puta idea de quiénes son los Triggerfinger, la verdad, así que aquí les dejo el enlace a su web.

El caso es que yo, como ustedes ya saben, soy amante de remakes, covers, homenajes, ripoffs e incluso de plagios siempre que se hagan con gracia. Para mí no existen las versiones "necesarias" o "innecesarias", sino solamente las buenas y las malas.

Los viejos rockeros somos rockeros, cierto, y nos gusta el rock, cierto también. Pero somos viejos y sabemos más por viejos que por sabios. Ruben Block, el cantante de Triggerfinger, es un señor de mi quinta que luce un look mezcla de Kenny Rogers y Kris Kristofferson, y yo creo que debió encontrarse con el tema I Follow Rivers en algún garito al que seguramente tuvo que entrar apremiado por la longevidad de su próstata.

Y es posible que incluso disfrutara contemplando el videoclip musical del tema original de la cantante sueca Lykke Li porque, ciertamente, es un vídeo muy resultón con todo ese romanticismo cuasi épico tan efectista. Es muy bueno, lo mismo que la canción (ojo que el estribillo es machacón, o sea, contagioso):


Así que Ruben Block a lo mejor escuchó el estribillo que decía...

Oh, I beg you, can I follow?
Oh, I ask you, wanna always
Be the ocean, where I unravel
Be my only, be the water where I'm wading

... y concluyó, acertadamente, que estas mismas palabras sonarían de su garganta cuarentona y de su guitarra acústica de una manera más rockanrolera, más lírica, más cálida, ergo más profunda. Es lo que tiene el rockandrol: dignifica muchas mamarrachadas electrotecnopoperas.

Disfruten de la estupenda versión que este mismo año ha puesto en el cancelero al grupo belga Triggerfinger. Los de Amberes consiguieron llegar al n.1 de las listas belga, holandesa y austriaca (WTF!) con su versión de I Follow Rivers.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Holy Motors (2012, Leo Carax). Los sueños, sueños son.

Decía Camilo José Cela en el prólogo de Mrs. Caldwell habla con su hijo (1952) que  "Novela es todo aquello que, editado en forma de libro, admite debajo del título y entre paréntesis, la palabra novela". ¿Y sesenta años después aún vamos a estar dándole vueltas al asunto de los límites del Arte?, ¿después de un siglo que ha parido obras como Seis personajes en busca de autor o El Ruido y la Furia?, ¿después de Buñuel?, ¿después del abstracto o el atonalismo?. Este debate me resulta, hoy día, cansino. Ahora me basta con el nuevo método general de clasificación feisbuquiana cuyas conclusiones se resumen, como los diez mandamientos, en dos: Me Gusta o No me Gusta. 

Holy Motors es una película que puede gustar y puede no gustar y, en cualquiera de esos dos casos, no pasa nada aunque los de Días de Cine & Cia. acojonen al cinéfilo cuando dan a entender que si no te gusta es porque eres un analfabeto y un reaccionario ignorante devorador de fórmulas telefílmicas y adorador de una demoníaca trinidad tan demodé como es ésa del planteamiento, nudo y desenlace. Así que se da la paradoja de que, en el caso de Holy Motors, la heterodoxia no está en amarla (je suis moderné!) u odiarla (je suis classiqué!), dos posicionamientos que de previsibles se convienten en ordoxos, sino que está en la tercera vía, que es la del ni fu - ni fa, porque Holy Motors no es una película tan inaccesible o revolucionaria como algunos proclaman pero tampoco es una película tan absurda, innecesaria o ridícula como dicen otros. Unos quieren convertirla en tótem sagrado y otros en blanco de sus iras furibundas. ¡Viva la pasión!. Les envidio.

Vamos con la sinopsis. El protagonista absoluto de Holy Motors es un actor que da vueltas por París viajando a bordo de una enorme limusina que, a modo de carromato de circo, hace las funciones de camerino ambulante en el que, a lo largo de una jornada de trabajo y siguiendo una estricta agenda, va caracterizándose de nosécuántos personajes que protagonizarán otras tantas escenas que pueden catalogarse, sin mucho esfuerzo, como representativas de algunos de los géneros cinematográficos más populares. En ningún momento sabremos quiénes son los señores que contratan a este actor ni a qué público van dirigidas sus estrambóticas performances. El prólogo y el epílogo no se los cuento.

A la vista de esta información, no es descabellado interpretar que Holy Motors es un homenaje de su director, Leo Carax, al Cine, especialmente al cine francés o, mejor dicho, a un determinado estilo del cine francés (hay claras referencias a Tati, Godard, Demy y, sobre todo, a Franju) del que Carax se nos revela como pastor evangélico al precio de acusarnos (yo creo que injustamente) de espectadores adormilados de estómago agradecidoIt´s all right, Carax, estás en tu derecho de opinar así y ambicionar un cambio de mentalidad del público. O sea, Holy Motors es un homenaje reivindicativo de un director a Su cine, un cine que, según él, ya no se hace (o se hace poco). Es un homenaje protagonizado por Su actor fetiche que personifica otro homenaje al noble oficio de la interpretación. 

Todo ello servido con una generosa cobertura de surrealismo, una corriente artística de la que los gusanos nos confesamos admiradores eternos.  Pero ojo, porque, en cierta medida, Carax y su nostalgia acaban siendo tan carcas cómo sus "enemigos" que son todos aquellos que lloran, en el año del septuagésimo aniversario de Casablanca, la pérdida de ese otro cine que "ya no se hace". ¿Peca Carax de prepotencia?. Claro que sí, como todos los que nos subimos a un púlpito.

Lo peligroso del asunto viene de la manipulación de una mercancía tan peligrosa...

El surrealismo y su hijo bastardo y amanerado, el realismo mágico, son armas de doble filo que, al igual que los sueños, viven de la intensidad plástica que transmiten sus imágenes y, si éstas no son lo suficientemente potentes, pueden acabar pareciendo ridículas. ¿Cuánta potencia es necesaria para evitar hacer la risa?. La unidad de medida universal en el cine la estableció Luis Buñuel en1929 cuando puso a bailar a un montón de hormigas por la palma de una mano a ritmo de Wagner.


En Holy Motors hay momentos que brillan con una intensidad cercana a ese cata-crack del 29 del Séptimo Arte. Pero hay otros momentos que palidecen demasiado y rozan la estulticia (por supuesto, en Holy Motors sale un pene erecto). Por eso, aunque Holy Motors no es un hito del cine como lo fue Un Perro Andaluz, sí es, en su conjunto, una película interesante que no aburre y, como tal, es bienvenida en nuestro blog, lo mismo que son bienvenidos sus fans y sus detractores porque ninguno de estos dos bandos serán despreciados por nuestro magnánimo intelecto.

Y es que en Holy Motors asistimos, entre otras cosas, a la Resurrección del Señor Mierda (¡amén!), al suicidio de Kilye Minogue (¡¡¡aaaaaaaaamén!!!) y al que es, posiblemente, el Entreacto más marchoso de los últimos 300 años. Disfruten de la escena. Se la recomiendo pero les advierto que si tienen ganas de invertir el valioso y escaso tiempo de sus vidas intentando descifrar qué significa.., ¡allá ustedes y sus ganas de bailarle el agua a las chanzas de los surrealistas!. Yo me contento con disfrutar de esta hermosura sin sentido.

Comienza la cuenta atrás: "Tres, Dos... ¡Mierda!". 

lunes, 26 de noviembre de 2012

Lawless (Sin Ley, 2012, John Hillcoat). La Familia, ay, la Familia...

Lawless concursó en la sección oficial del Festival de Cannes satisfaciendo las ansias del provincianismo que los festivales europeos siguen exhibiendo, todavía hoy, ante la súper estructura empresarial y de marketing del star system hollywoodiense que, si bien ya no prevalece como factoría de cultura popular, sí que permanece como factoría de glamour cinematográfico.

O sea, Lawless es una de esas películas norteamericanas por las que babean todos los festivales porque les permite lucir su recién sacada de la tintorería alfombra roja para que la pisoteen los mediáticos pies de Tom Hardy, Shia LaBeouf, Gary Oldman, Jessica Chastain y Guy Pearce y ya luego los críticos le rezan a quienquiera que sea la virgen patrona de Cannes para que la apuesta no acabe en "americanada" demasiado vergonzante y después les dan sus premios a películas como Holy Motors (si es que tienen la fortuna de que concurse alguna así).

Lawless llegó avalada por el prestigio cinéfilo de su director, John Hillcoat, pero acabó gustando, en general, ni mucho ni poco. Yo, sin embargo, creo que es una película que merece la pena y me uno al coro de los que dicen que está siendo infravalorada por la crítica.


El caso es que Lawless es, en realidad, una americanada, hecha por australianos y británicos, porque narra una historia basada en hechos reales de la América no ya profunda sino profundísima: la América del Condado de Franklin durante los años de la Gran Depresión, los años de la Prohibición, una época sinónimo de escasez y de exceso al mismo tiempo. Había escasez de comida, oportunidades, libertades, justicia y Ley pero exceso de gangsters, ametralladoras Thompson, alambiques, corrupción y muerte. Es decir, la época que convirtió a los USA en una segunda parte de su original Wild Wild West. Es por ello que Lawless sabe un poco a western (a lo mejor ésa es la razón por la que la película me gusta más de lo que debiera) pero a western que ya no huele a caballo sino a gasolina, o sea, a cine negro.

Los hechos históricos en los que se basa el guión de Lawless los protagonizaron los tres hermanos Bondurant (que personifican al Exaltado, al Reflexivo y al Novato), unos contrabandistas de licor que se rebelaron contra el chantaje al que intentaron someterles unos corruptos mandamases de Chicago durante un sangriento episodio de la mini historia norteamericana que pasó a conocerse como la Conjura del Condado de Franklin.

Obviamente, el romanticismo cinematográfico necesita exacerbarse al máximo para que todo este turbio asunto no parezca un documental de La 2 sino una épica de proscritos pueblerinos que combaten la injusticia que sufren de las garras de la prepotencia hipócrita de la gran ciudad.


Lawless no es una película perfecta porque no tiene un guión perfecto aunque tenga unas interpretaciones y una cinematografía cuasi perfectas. ¿Cuál es el leitmotiv principal de Lawless?, no queda del todo claro aunque yo apuesto por la Supervivencia pero a lo mejor es la Violencia o  la Familia. ¿Para qué sirven los personajes femeninos?, yo creo que para nada porque no quiero concluir que representan la idea de que la violencia es cosa de hombres.

Pese a estas fallas, si deciden ver Lawless, encontrarán en el otro lado de la balanza una fotografía maravillosa, una violencia cruda (aunque no tanto como han proclamado algunos estómagos sensibles) y unos personajes con una estética muy potente que se han quedado a las puertas de lo antológico (especialmente el de Guy Pearce). ¿Tom Hardy?, como siempre: carismático.


Lawless tiene un título menos bonito que el de la novela en la que se basa su guión ("El Condado más húmedo de Mundo") pero es una película que está por encima de la media del cine que se estrena en nuestras salas, así que nuestro deber es recomendarla. Sea.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Mis Canciones Favoritas. Never Marry a Railroad Man (1970, Shocking Blue).

Todo el mundo recuerda a los holandeses Shocking Blue por su súper éxito de ventas (y gran canción) Venus, pero un poco menos por este otro temazo que viene con advertencía incluida: ¡¡¡Nunca te cases con un Ferroviario!!! (el motivo: su corazón siempre está con su tren).

Un consejo que puede que sirva en tiempos de paz porque les aseguro que, en tiempos guerracivilístos, el estar casada con un ferroviario era garantía de suministro de algunos bienes muy preciados solamente accesibles vía estraperlo.

Al menos eso contaba mi abuela que, desoyendo a los Shocking Blue, se casó con un ferroviario anarquista y ateo que no era del gusto de mi bisabuelo quien sí parecía estar de acuerdo con la letra de esta canción. Quizás un poco demasiado..., porque le encargó a mi tío abuelo M. (de profesión, matón) que le pegara dos tiros a mi abuelo (su cuñado) por rojo. Pero ésa es otra historia que algún día contaré.

Disfruten de los arabescos de los riffs de las guitarras que los chavales de Shocking Blue incluyeron en su Never Marry a Railroad Man y del vozarrón de su cantante Mariska Veres, un torrente de personalidad sonora y una diva del rock sicodélico europeo de los 70.


Dedicada a MrMierdas allí donde quiera que esté pudriéndose en estos momentos.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Música de Cine. El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace. Y Maurice Ravel.

Bueno, los más veteranos del lugar ya saben que mi sensibilidad cinéfila no orbita dentro del universo batman-nolaniano con lo que mi entusiasmo por la trilogía del hombre murciélago parece ser inversamente proporcional al de los fans del caballero oscuro. Debe ser por eso que esta tercera entrega, El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace es la película que encuentro menos aburrida de las tres (será porque sale una maciza).


El guión de los Nolan Bros. sigue esforzándose en insuflar verosimilitud a los descabellados planes de los genios del mal que asolan Gotham City, supuesta metáfora de los peligros que acosan a Occidente. En esta última entrega hay pistolas de Chejov por todas partes para intentar atar todos los cabos sueltos que, irremediablemente, el espectador va encontrando a medida que avanza la trama. Es el problema que tienen las películas de súper héroes que se toman en serio a sí mismas: el espectador también se pone serio y no está predispuesto a tragarse cosas como que el villano de turno, Bane (Tom Hardy) una mezcla entre Bin Laden y Robespierre, sea capaz de secuestrar una ciudad entera al mando de un ejército de mercenarios de tendencias suicidas... Y no cuento más.

En fin, los ingredientes de la película son: muchos minutos, muchas caras famosas poniendo su rostro (y poco más) a los muchos secundarios de la historia, mucha superficialidad en las muchas filosofadas de los personajes (yo creo que se baten varios récords mundiales de aforismos por hora), muchos huérfanos traumatizados, muchíiiisima banda sonora (demasiada), mucha explotación de la santísima trinidad de los miedos USA (terrorismo, amenaza nuclear y comunismo), mucha referencia a los malos de nuestra actual crisis, poquísimo Batman, poco sexapeal para Catwoman, unos pocos cachivaches mecánicos y unas coreografías de puñetazos bastante cutres. Por cierto, esto último es algo que en estos tiempos, los tiempos de Bourne o el nuevo Bond, sorprende bastante, la verdad porque con la pasta que ha debido costar la película, podían haber contratado al tipo que coreografió las increíbles escenas de hostias de The Raid:Redemption, por poner un ejemplo.


¿Y Música Clásica?, ¿hay mucha?. Pues no mucha, pero haberla, hayla.

La escucharán en la escena que transcurre durante la celebración de un baile benéfico en el que Bruce Wayne baila con Catwoman mientras suena una de las músicas menos apropiadas para un baile en pareja: la Pavana para una Infanta difunta (1899) del compositor francés Maurice Ravel. 

Pavana para una Infanta difunta es una obra de juventud por la que Ravel no profesaba un especial afecto, lo mismo que por su celéberrimo Bolero, pero que, sin embargo, se hizo muy popular desde el momento de su estreno. En 1910, Ravel orquestó esta obra, originalmente compuesta para piano, demostrándonos, una vez más, que es uno de los más excelsos orquestadores del siglo XX.

La pavana era una danza típica del Renacimiento español que, en manos de Ravel, suena con un aire nostálgico y fluye cual sereno riachuelo de juguetonas y cristalinas aguas... (¡ay!). Disfruten de la belleza de los destellos musicales de la orquesta raveliana que vuelve a sonar, en todo su esplendor, maravillosamente bien en esta Pavana para una Infanta Difunta, una de las músicas clásicas más relajantes de la Historia. La recomiendo, especialmente, para esos momentos de recogimiento espiritual que todos necesitamos de vez en cuando (también puede ser muy útil para desintoxicarse después de ver La Voz).


Lo que sigo sin saber es qué mierda se fumó el DeeJay que decidió pincharla en el bailecito ése de Gotham City...

lunes, 19 de noviembre de 2012

El Mundo es Nuestro (2012, Alfonso Sánchez). Sevilla tiene un color... especial...

"¡¿A sellar el paro y con el mono de trabajo?!" 


Les aseguro que esta frase, que dice tanto con tan poco, es uno de los leit motivs de la excelentísima película ¿sevillana? El Mundo es Nuestro, dirigida por el debutante Alfonso Sánchez. Un gran trabajo que yo pude saborear gracias a la recomendación de nuestro médico de cabecera: Doc. Quatermass (aquí tienen su reseña).

El Mundo es Nuestro es un esperpento rebosante de humor negro rayano en lo absurdo. Es un episodio en la vida de El Cabesa y El Culebra que ha trascendido a sus millones de veces visitadas peripecias youtuberas y que cobra, como película, entidad propia con una dignidad cinematográfica que justifica, de sobra, el salto a la gran pantalla. El resultado es herencia de la mejor tradición española del género ése que cabalga entre las historias de Berlanga, las viñetas de El Jueves y los gags de La que se Avecina.

La naturalidad de sus actores es uno de sus puntos fuertes. Gracias a ellos se consigue algo muy difícil:  ¡una película coral que suena como un coro y no como un gallinero! (algo bastante habitual, esto último, en algunos desastres patrios cinematográficos). El Mundo es Nuestro es un berrido proletario rebosante de detalles suculentos porque la acidez de su radiografía social, de crítica de trazo grueso pero certero, le aporta un saborcito muy parecido al que las gotitas de limón aportan al cazón en adobo. Y todo ello con una duración que no llega a los 90 minutos.  


Me quedo con muchas cosas estupendas de esta película... pero hay un personaje muy, muy secundario... una aprendiz de reportera, algo oligofrénica, que trabaja para una cutre cadena de televisión local... que es... ¡¡¡IMPAGABLE!!!. Su intérprete ya es, para mí, la mejor actriz de reparto de 2012.

- ¿"Impagable"?. 
- Bueno, espero que Canal Sur no me interprete en sentido literal y acabe pagando los 100.000 euros que adeuda a la productora. Unos señores que consiguieron llevar a nuestros cines a 100.000 espectadores, no merecen la ruina económica.

El Mundo es Nuestro. No se la pierdan aunque sean nacidos en Burgos. No tienen de qué preocuparse: los localismos hispalenses vienen perfectamente explicados. 

Mara, Dvd, Kineno sé si la habéis visto, pero, como sevillanos, estáis obligados a hacerlo. Por cierto, ¿para cuándo unos serranitos?...

sábado, 17 de noviembre de 2012

Mis Canciones Favoritas. Sunless Saturday (1991) Fishbone x 3.

Bueno, pues como hace un tiempo menté en este blog a los Fishbone, nobleza obliga. Im a nasty man with a nasty plan...


Sunless Saturday es un temazo perteneciente a su disco más exitoso, The Reality of My Surrondings (1991). Una auténtica y maravillosa ida de bolo. Estos tipos fusionaron todo lo que se podía fusionar en los años 90 consiguiendo algunos resultados espectaculares.

Además, Fishbone son los autores de la que yo considero, todavía hoy, como la canción más loca ever. Es Drunk Skitzo de su álbum de 1993 Give a Monkey a Brain and He'll Swear He's the Center of the Universe (acojonante título). Todo el que los tenga cuadrados que le dé al play, son solamente cinco minutos...


Pffff. En fin, disfrutemos de su "Sábado sin Sol":

jueves, 15 de noviembre de 2012

Diez años de... No Logo (Naomi Klein).

"Nosotros hacemos los ordenadores pero no sabemos manejarlos". Anónima trabajadora de 17 años de una cadena de ensamblaje de unidades CD-Rom de IBM de una fábrica de Manila, Filipinas.

No tenemos ni idea de por qué algunos izquierdistas asaltan supermercados enarbolando banderas cubanas o palestinas. Tampoco tenemos ni idea de por qué los abuelos carcas están convencidos de que todas las mujeres de izquierdas son así:


Hoy les traigo esta foto de una mujer de izquierdas que se llama Naomi Klein:


¿Se acuerdan de "No Logo"?. Sí hombre, sí, ese libro que abrió los ojos de muchos occidentales cuando averiguaron que "el origen de las zapatillas Nike son los infames talleres de Vietnam; el de las ropitas de la muñeca Barbie, el trabajo de los niños de Sumatra; el de los cafés capuchinos de Starbuck en los cafetales ardientes de Guatemala y el del petróleo de Shell en las miserables aldeas del delta del Níger." 

No logo, hace 10 años, ya decía cosas como: "El proyecto de transformar la cultura en poco más que una colección de extensiones de las marcas no hubiera sido posible sin las políticas de desregulación y de privatización de las últimas tres décadas. En Canadá con Brian Mulroney, en los EE.UU. con Ronald Reagan y en Gran Bretaña con Margaret Thatcher (así como en muchas otras partes del mundo), se redujeron enormemente los impuestos que pagan las empresas, una medida que hizo disminuir los ingresos fiscales y acabó gradualmente con el sector público.".

Cosas que ahora están recordándonos tantos y tantos tertulianos advenedizos a propósito de nuestra actual crisis. Han descubierto la pólvora.

El libro de Naomi Klein cumple ahora 10 años desde que se publicó en nuestro país por primera vez. ¿No lo han leído?. Hala, venga. A remediarlo cuanto antes (lo tienen disponible en el enlace de arriba). Somos consumidores: un poquito de poder para combatir la injusticia sí que tenemos. 

Y si no les gusta leer, a lo mejor les gusta esto otro:

lunes, 12 de noviembre de 2012

Ascensores de Cine. Sí, han leído bien: Ascensores de Cine.

Por culpa de abril en París ahora me sorprendo a mí mismo hablando de ascensores de cine...



Sí, el mismo careto de los abueletes se me quedó a mí cuando comencé a redactar este post, pero lo cierto es que la "escena del ascensor" es una situación que en el Cine que se ha convertido en un momento clásico. Y es que los viajes en ascensor son como una especie de intermedios en nuestras vidas,  son como celdas monacales urbanitas que pueden dar mucho juego...


Miss abril in P. ya hizo un post ascensoril muy romanticón y muy bonito, así que yo me voy a decantar por una versión un poco más cafre del asunto, pero sin pasarme, que ya saben que el cine de terror define "ascensor" como "ataúd que se desplaza verticalmente".



Para compensar los extravagantes excesos del cine coreano, vamos a disfrutar de una de las más apasionantes y trágicamente apasionadas escenas de ascensor de los últimos años, la de la magistral película Casino Royale (2010).

MOMENTAZO ASCENSORIL N. 1 (SPOILER):


Todos los ascensores dan muy bien en pantalla, ya digo, pero la palma se la llevan los norteamericanos porque sus cabinas tienen una trampilla en el techo por la que uno puede escapar de cualquier amenaza imprevista, ésas a las que nos enfrentamos casi todos los días (¡qué sería de nosotros sin la trampilla del techo de los ascensores!). Y eso ha dado mucho juego a los amantes de efectismos del estilo de "oh my god!, si resulta que el asesino estaba oculto ahí arriba!"...

Luego está aquello otro del fetichismo erótico de esos humanos que se quedan colgados dentro de un ascensor en el que, poco a poco va subiendo la temperatura produciendo el consabido efecto del aumento de la líbido y de la necesidad de fornicio. Porque ya se sabe que en las distancias cortas es donde uno se la juega... En fin, cosas de emmanuelles, publicistas de Axe, fans de Grey, aerosmithers y oficinistas calentorros que yo no puedo entender porque mis gritos de "¡llamen a los bomberos, por el amor de dios!" no me dejarían ver el bosque de pechos de las féminas que quedaran atrapadas conmigo en un hipotético y fatídico ascensor encallado entre dos plantas. Sobre todo si el incremento de temperatura no tiene un origen sexual sino flamígero.


Pero lo más siniestro de un ascensor es la incomodidad que supone compartir con un extraño un espacio tan reducido aunque sea por un periodo de tiempo que es, en teoría, breve pero que suele hacerse eterno. Es por eso que todos intentamos cerrar las puertas de la cabina antes de que se nos cuele un elemento indeseado...

MOMENTAZO ASCENSORIL N.2:



Aunque si finalmente es inevitable compartir viaje, recuerden que la meteorología es el comodín más socorrido para tantear al sujeto en cuestión: si entra al trapo y nos da su pronóstico sobre si lloverá esa misma tarde, es posible que el chaval no sea un psicópata y consigamos salir vivos del ascensor. Pero si no abre la boca.., ¡malo!.

MOMENTAZO ASCENSORIL N.3:



Louise Malle rizó el rizo en Ascensor para el Cadalso (1957), una película en la que un ascensor juega un papel crucial a la hora de tensar la trama. El destino llama a la puerta de Julien, uno de los protagonistas, no en forma de las celebérrimas notas beethovenianas de la Quinta Sinfonía sino de una manera mucho más prosaica: un corte de luz y un atrapamiento ascensoril muy inoportuno.

MOMENTAZO ASCENSORIL N. 4:



Si hay una escena de ascensor, dentro del cine más reciente, que merece ser revisionada es la que nos regaló el director Nicolas Winding Renf en su magistral Drive (2011) y que incluye un bello momento romanticón seguido de otro momento cafre: lo mejor de los dos mundos.

MOMENTAZO ASCENSORIL N.5.


Yo, algunas veces, soy un ser simple y mundano, así que me veo en la obligación de, si ascensores hablamos, mentar al puto amo de estos cachivaches: John McClane, del que me voy a quedar con su gag de los "números de la lotería" en Jungla de cristal III: la venganza. ¡¡¡Mátalos a todos John, máta a todos esos hijosdeputa alemanes que te quieren robar el oro!!! (coño, qué coincidencia tan curiosa...).

MOMENTAZO ASCENSORIL N.6:



Pero, otras veces, soy un tipo muy intelectual y es en esas ocasiones cuando me luzco ante ustedes y les digo que se pongan ¡¡¡Todos en pie!!! porque llega el más magnífico y deslumbrante ascensor de la Historia del Cine.


¡¡¡SÚPER MOMENTAZO ASCENSORIL!!!

viernes, 9 de noviembre de 2012

Clásicos Imprescindibles. Je crois entendre encore (Georges Bizet).

Hace siglo y medio, un joven Georges de 24 años preñaba a Marie Reiter, el ama de llaves de la familia Bizet. Play.


¿A qué viene esto ahora?. No sé, es que es la única anécdota que he encontrado en la biografía de Georges Bizet que me daba juego para celebrar un aniversario redondo durante este 2012. Una excusa como otra cualquiera para remediar un olvido imperdonable: más de cuatro años de blog y ni una sola referencia a este gran compositor francés cuya "mediterránea" música sirvió al mismísimo Nietzsche como ejemplo de ideal musical con el que arremeter contra la monumental ópera alemana de su ex amigo Richard Wagner.

Ya saben que yo soy muy dado a eso de las listas de las mejores películas, los mejores discos y demás absolutismos por el estilo. Y como no temo ir inclusó más allá en este tema, tengo preparadas mis respuestas para preguntas tan peligrosas como "¿cuál es la mejor película de la Historia?", "¿y la mejor Sinfonía?", "¿y la mejor Novela?"...


Pues bien, hoy vengo dispuesto a responder a una de esas cuestiones que atormentan el alma de los lectores de este blog. Si alguien me pregunta "¿cuál es el mejor (donde "mejor"="mi favorita") aria de ópera compuesta parar un tenor?", yo podría responder Je Crois Entendre Encore de Los Pescadores de Perlas, ópera compuesta en 1863 por el músico francés Georges Bizet, brillante pianista, niño prodigio, compositor poco reconocido por sus contemporáneos y trístemente fallecido a la temprana edad de 36 años, que ha pasado a la Historia del Arte por ser el autor de la que puede que sea la ópera más popular de todas: Carmen (1875).

Los Pescadores de Perlas no resiste comparación con la celebérrima Carmen. Su libreto nos cuenta una historia de amor a tres bandas que es bastante coñazo, todo hay que decirlo. Pero su Acto I incluye el aria que vamos a escuchar hoy y que canta el atormentado Nadir. La causa del tormento del joven pescador cingalés es el amor que siente por Leïla, una bella joven de la que también está enamorado su buen amigo Zurga. Para terminar de complicar el asunto, resulta que Leïla es una sacerdotisa que no debería relacionarse con pobretones pescadores como Nadir o Zurga.., o sea, la tragedia está servida. El caso es que el joven Nadir canta así el amor que siente por Leïla en Je Crois Entendre Encore:

Todavía me parece escuchar
escondido bajo las palmeras
su voz tierna y sonora
como el canto de las tórtolas.

No tengo ni idea de cómo cantan las tórtolas, pero yo me fío de Nadir y asumo que tiene que ser un canto bellísimo. El caso es que el aria contiene unos agudos tan difíciles de alcanzar que pocos tenores se atreven con ella a plena voz sin variarle el tono original. Tanto es así que una de sus versiones más célebres, la de Beniamino Gigli, está cantada utilizando el "truco" del falsete.

Disfruten de la emotiva y lírica versión del gran tenor estadounidense Lawrence Brownlee:

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