Estocolmo debe de ser una bella ciudad a juzgar por lo que cuentan las crónicas de los aventureros que la han visitado. Aunque también es algo peligrosa para los políticos locales, (en sus calles fueron asesinados Olof Palme y Anna Lindh).
Crónica negra aparte, la ciudad es famosa por haber dado nombre a una patología denominada "síndrome de Estocolmo". La historia reciente nos cuenta que en 1973 los rehenes de los atracadores del Kreditbanken sueco cogieron mucho cariño a sus secuestradores que les tuvieron retenidos durante 6 días. Les despidieron con besos y todo. A lo mejor es que estos rufianes rompieron los contratos hipotecarios de los pobrecitos clientes del Kreditbanken o algo así.
El caso es que estos pioneros del nuevo catálogo de chaladurías del siglo XX inmortalizaron el nombre de la capital sueca para describir un estado mental al que puedes llegar tras una traumática experiencia del tipo secuestro, internamiento en campo de concentración, violencia doméstica y demás barbaridades por el estilo. La víctima adquiere este mecanismo de defensa para evitar, -sobre todo-, que la hostien, o que la hostien más todavía, con lo que llega a simpatizar con el agresor y hasta a comprender sus supuestos motivos y justificar sus execrables acciones. Lo de los besos son ya los casos agudos.
Esta sensacional introducción y curiosa historia que os acabo de contar, no es más que una pobre excusa para traer hoy a nuestro blog a ese gran grupo que es Muse. Un trío británico que, con 4 discos de estudio y un par de directos, son en mi opinión de lo mejorcito que le ha pasado a la música pop-rock en años.
En 2004 sacaron su disco "Absolution" que contiene el temazo que vamos a escuchar hoy: "Stockholm syndrome".
No sé el porqué del nombre pero tengo que reconocer que tampoco es que me haya esforzado demasiado en averiguarlo. La letra en nuestra bella lengua la tenéis aquí .Sacad vuestras propias conclusiones
El vídeo, dirigido por Tom Kirk, con imágenes de cámaras térmicas y todo, la encontraréis un poquito más abajo dándole al play. Una canción súper cañera y genial de los Muse.
Unos tipos que mezclan en sus canciones el pop, el rock, la música gótica, la música electrónica, la música clásica y los falsetes como nadie.
Y con uno de los cantantes más feos desde el de "The Pogues": el gran Matthew Bellamy, hijo del guitarrista de "The Tornados" y admirador de Jeff Buckley, (otro amante de los agudos).
Bellamy toca la guitarra y los teclados como los angelitos, bueno no, como Jimi Hendrix / Tom Morello y como Rachmaninoff respectivamente.
En serio, los directos de estos tíos son alucinantes.
Compraos todos los discos de Muse.
4 comentarios:
Pffff... es que a mi Estocolmo me pilla muy lejos.... iba a decir que lo mas al norte que he estado ha sido en Andorra, pero acabo de caer en la cuenta de que sabes que no es así :)
¡Qué efusivo, Mr.Lomreeze! Sólo le ha faltado decir que canta como Celine Dion!
Las canciones que he escuchado de dichos sujetos me gustan, pero no me entusiasman, la verdad, aunque hay que reconocer que tienen su estilo.
¡1 saludo!
Pues son mejores que Metallica!!!
;-)))))))
Jajajaja!!! Mr. Lombreeze, no compare a estos yogurines con gente que lleva más de 25 años en la brecha ;)
Es como decir que Fincher es mejor que Kubrick...
¡1 saludo!
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