El racismo estaba tan arraigado, todavía en la primera mitad del siglo XX, en la sociedad blanca norteamericana que incluso durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los soldados negros no fueron movilizados para el combate hasta 1944. No los querían ni como carne de cañón.
No sé si recordarán el enfado de Spike Lee con Tito Clint cuando el abuelo estrenó su (aburrido) díptico sobre la WWII (Banderas de nuestros Padres + Cartas desde Iwo Jima). El motivo de la indignación de Lee fue que Tito Clint había "olvidado" incluír soldados negros en sus películas. Algo parecido a lo que cabreaba a Antonio Machín en su inmortal canción. Spike Lee quiso remediar la injusticia dirigiendo El Milagro de Santa Ana (2008) para dejar constancia filmica de los botones de los que su raza también habían hecho gala durante la contienda. Le salió un churro de película, pero ésa es otra historia.
El caso es que 25 años antes de esta polémica, el gran director Norman Jewison ya había denunciado el asunto en su convencional pero entretenido drama cuartelario titulado Historia de un Soldado, otro ajuste de cuentas a uno de los más vergonzantes episodios de la Historia USA. Si bien es cierto que a Jewison no le quedó una película tan magistral como su merecidamente oscarizada En el Calor de la Noche (1967), Historia de un Soldado sigue siendo, vista hoy día, una obra que, sin abandonar la segunda división de Jewison, merece la pena rescatar del olvido aunque sólo sea como homenaje a las buenas intenciones (un pelín naíf si atendemos a que estamos ya en 1984) de los responsables de sacar adelante un proyecto tan, a priori, poco taquillero como éste.
El actor Howard E. Rollins Jr. había sido nominado al Oscar por su interpretación en otra película que, pocos años antes, también había denunciado la segregación racial en los USA: Ragtime (1981) de Milos Forman, una obra de exquisita ambientación en la que Howard E. Rollins Jr. daba vida a un pacífico ciudadano negro que se rebela violentamente contra los atropellos arbitrarios de la población blanca de los USA de comienzos del siglo XX. En Historia de un Soldado, Howard E. Rollins Jr. vuelve a meterse en la piel de un personaje muy parecido, el capitán Davenport, uno de los poquísimos oficiales negros que tenía el US Army en 1944, sólo que, esta vez, Davenport será todo frialdad y profesionalidad a la hora de buscar Justicia.
El capitán Davenport es el oficial designado para investigar el asesinato del sargento Waters cuyo cuerpo es hallado en una carretera cercana a un cuartelucho de Louisiana que, para el que no lo sepa, es uno de esos estados del Sur profundo en los que el KKK campaba a sus anchas. Como el sargento Waters es negro, todo apunta al Klan como responsable de su muerte. Pero la investigación del capitán Davenport comenzará a sacar a la luz algunos hechos que parecen contradecir esta suposición. La investigación plante un problema extra: el investigador del caso, el capitán Davenport, también es negro y ¡cuándo se ha visto que un negro interrogue a un blanco por muchos galones que luzca en sus hombros!. Pero Davenport está determinado a conseguir esclarecer la verdad pasando por encima de la prepotencia blanca y el victimismo negro (ésta es la mayor virtud de la película: hay leña para todos).
Así que Historia de un Soldado es también una película de detectives de ésas en las que el sabueso va tirando del hilo hasta descubrir el pastel. Aunque, en este caso, la narración sea la que hace de investigador al recurrir a los flashbacks para ilustrar las declaraciones de los testigos a los que sistemáticamente va interrogando el capitán Davenport quien parece más un notario que levanta acta de los hechos que un abogado encargado de alumbrar las sombras para sacar a la luz la Verdad.
Nada es lo que parece en esta historia de ¿quién mató a...?, una historia que multiplica su atractivo al estar enmarcada en un momento histórico tan convulso para la sociedad occidental y tan amargo para muchos ciudadanos de segunda categoría que formaban (a)parte de ella.
No quiero contar mucho más del argumento de Historia de un Soldado para no chafarles el componente thriller (que tampoco es que sea su gran baza) de este drama racial, así que les invito ahora a que disfruten del vozarrón del músico y actor Larry Riley que interpreta uno de los personajes clave en Historia de un Soldado, una película ideal para las tardes invernales y lluviosas de domingo.
11 comentarios:
A mí el díptico de Clint no me pareció para nada aburrido.
Y Spike dirá lo que quiera, pero "Banderas..." es bastante crítica con la vuelta a casa de aquellos soldados (fueran negros o no; al menos había un indio; o nativo americano, para los políticamente correctos).
Esta la vi por la tele hace mucho.
Sin más.
Y eso que a mí, las pelis sobre tema racista, no sé por qué, pero me gustan.
Tengo para ver en lista la de "La barrera invisible" de Kazan desde hace años. A ver cuándo me pongo...
Hay otra que también descubrí en un blog vecino http://viajessalaoscura.blogspot.com.es/2012/03/el-infierno-en-florida.html que no he visto y también me apetece ver.
Y poco más.. Ala! Te dejoro ;-)
Pasa buen domingo (aunque leerás esto el lunes, imagino)
Es cierto que se ha obviado mucho en el cine bélico la participación del hombre negro. Un ejemplo de ello son los Harlem Hellfigthers el priomer regimiento compuesto solo por negros que alcanzó el Rihn en la gran guerra o los Buffalo soldiers el primer regimiento de hombres negros que participaron en la guerra de secesion, la de las Indias y la de cuba por ejemplo, incluso alguno de ellos llego a recibir la medalla de Honor del Congreso. Pero como le pasó a Owen el reconocimiento otorgado via agasajo cinematográfico no les llega hasta finales del xx cuando ya no queda ni uno de ellos para recogerlo. Me hubiera gustado encontrar en la biblioteca cinematografica de eeuu alguna peli sobre negritos que matan alemanes protagonizada por ejemplo por Charlton Heston y Sidney Potier. En fin el cine cuenta la historia rebate.
Veremos la peli aunque no llueva
A mi tampoco me parece aburrido el díptico del tito Clint sobre la batalla de Iwo Jima. Me parece algo inferior "Banderas de nuestros padres", porque quizás se vuelve algo reiterativa sobre el tema del uso propagandístico de la bandera y tal,y eso lastra bastante el resultado final del film, si bien, aun con todo, la considero una buena película (aunque no la sitúo entre las mejores de Eastwood, ni de lejos). "Cartas desde Iwo Jima", sin embargo, me parece una buenísima peli.
Esta en concreto tampoco la he visto. Si "En el calor de la noche", con unos enormes Poitier y Steiger. Peliculón como la copa de un pino.
En este mini-mene antiracista que te has marcado (a ver si esta semana puedo ver la última de Tarantino, que ya hay ganas), echo en falta dos películas, que abordan el tema y a mi me encantan:
"El Sargento Negro" (1960) de John Ford y "Arde Mississippi" (1988) de Alan Parker.
Por cierto, el bueno de Spike Lee lo que tendría que hacer es preocuparse de hacer buenas películas (que tiene y unas cuantas) y cerrar la bocaza y no decir chorradas (ahora ha vuelto a rajar contra la de Tarantino, como lo hizo con la Clint - sin ninguna razón, creo yo, pues lo tipos que alzaron la bandera no era afroamericanos -, y menuda mierda hizo en "Milagro en Santa Ana").
Saludos maño!!!!
sólo diré una cosa:
recuerdo las películas de Tarzán - Johnny Weissmüller - cuando un negro caía por un barranco todos gritaban: oh dios mio las provisiones¡¡¡¡
fuerte abrazo.
Estupendo personaje el del sargento Waters, odioso, cruel, pero con un fondo de verdad.
Buenoo, esta es una de las películas de "carne de videoclub". Ahí la recuerdo, siempre en la estantería con esa carátula que no se me olvida.
Es de esos pequeños éxitos de los ochenta. Hace mucho que no la veo, pero guardo muy buenos recuerdos de ella. Me has picado el gusanillo...
Por cierto no te gustaron las dos de Clint? A mi la "japo" me pareció espléndida.
Saludos
@David, agradezco a Eastwood el intento de evitar los clichés de las pelis de la WWII pero su díptico es reiterativo, o sea, aburrido. Salvar al soldado Ryan está llena de clichés pero es una película apasionante. No he visto la de Kazan ni la de la Florida invernal.
@Caroline, lo malo es que las películas que se han realizado para reivindicar el corto pero significativo papel de los negros en las guerras USA no son todo lo buenas que la cosa merece. Bueno, con la excepción, quizás, de "Tiempos de Gloria".
"Red Tails" no es que sea buena, pero no está mal. No fue hasta 1948 cuando Truman firmó una orden que establecía la igualdad racial en las fuerzas armadas... Tela marinera.
Hay un documental muy bueno que recomiendo a todos los interesados en el tema: "Liberators: Fighting on Two Fronts in World War II". Disponible en youtube (en inglés).
@Charlie, tú, que eres el experto, deberías seguir este meme y contarnos (si no lo has hecho ya en alguna entrada que me he perdido) lo de los soldados negros en el ejército nazi... ¡que también los hubo!. Hombre, que es un meme muy mini y son muchísimas más las faltas que las inclusiones, claro. Se podrían añadir tantas al tema... A ver quién se anima. En ésta de Jewison creo que, en paralelo a la historia detectivesca de "quién mato a" se cuentan muy bien muchos aspectos de la segregación racial en el US Army de la WWII. Yo creo que te gustará.
@David Mariné, jajjaa. Tremendo "humor negro", macho, tremendo.
@PEPE C., sí y esa "verdad" es la que amargaba al pobre sargento y lo convertía en el despreciable personaje que era al final de su vida. Pese a su crueldad, es un tipo amargado al que terminas compadeciendo.
@C. Noodles, sí, sí. Esa nostalgia videoclubera del VHS ha sido uno de los motivos por los que me he decidido a incluír "Historia de un Soldado" en esta semana anti racista. Amén de que creo que es una película que tiene más virtudes de las que aparenta. También desde el punto de vista de la Historia de la WWII.
Clint se pasó de desmitificador en su díptico. En Banderas de Nuestros Padrs se repite, y la cosa se melodramatiza demasiado para mi gusto. La amargura del soldado nativoamericano se hace cansina.
Cartas desde Iwo Jima es una película que gusta mucho a casi todos los cinéfilos del mundo. No es mi caso. Eastwood pone tanto hincapié en la idea de humanizar a los soldados japoneses que me pone enfermo. Todo me suena forzado y cursi, tan cursi como esos dos mandamases japoneses que conocen la cultura americana mejor que los soldados norteamericanos.
Eastwood quiso que perdonáramos a un país el mismo año que ese país pidió perdón al mundo. La intención fue buena. El resultado, menos.
Yeah Yeah...es que acabo de oir el video y me ha puesto contenta ;-P
Y yendo al tema. A mí me gustó las de Clint pero puedo concederte aquello de lo reiterativo. Salvad al soldado Ryan tienen un arranque fascinante. Bueno no sé si es la palabra exacta, mejor impresionante. Te quedas ya enganchado aunque baje el nivel.
Tambien iba a decir lo de Arde Mississipi y Sargento negro y por supuesto Matar a un ruiseñor.
La cabecera me gusta mucho, es decir me gusta Poitier y su pelicula.
No he visto Historia de un soldado pero me la has vendido bien.
No sé si me atrevo con Django, no sé si tengo cuerpo, pero vamos que tengo curiosidad. Lo que pasa es que con tanta publicidad hay muchas expectativas y opiniones varias, que está bien..unos en su madre y otros en su padre.. jeje Tarantino al fin.
Me dejas pensando en más pelis antiracistas...
¡ah y gracias por tu comentario en el apartamento ! tienes razón, "yo tambien vengo a hablar de mi libro" jiji
@abril en P. sobre Salvar al soldado Ryan siempre se repite la misma cantinela: que el comienzo es impactante pero que luego baja. Pues bien, tengo que decir que, para mí, la escena de la batalla final, la de la defensa del puente, es tan impactante como el desembarco.
Jajajaja, "vendido", me gusta. Tarantino es lo que es. Todo el mundo sabe ya cómo es su cine. Y Django es muy tarantiniana.
Yo llevo 5 años de blog. Creo que solamente se puede aguantar tanto tiempo si escribes de lo que te da la gana, de lo que te apetece. Que está de moda?, bien. Que no?, también.
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