25 años de la muerte de David Niven

Ian Fleming comentó que David Niven hubiera sido el 007 perfecto tras verlo actúar en "Casino Royale", (John Houston, 1967). Y eso que interpretó el papel del repelente espía británico en tono de parodia. Así de elegante era este londinense.
Niven se tuteaba con los protagonistas de las películas en las que actuaba de secundario. Y no hablamos de protagonistas de medio pelo, porque en

"La carga de la brigada ligera" (Michael Curtiz, 1936, con Errol Flynn),

"El prisionero de Zenda" (John Cromwell, 1937, con Ronald Colman),

"La jungla en armas" (Henry Hathaway, 1939, con Gary Cooper),

"Cumbres borrascosas" (William Wyler, 1939, con Lawrence OIivier),

"55 días en Pekín", (Nicholas Ray, 1963 con Charlton Heston)

o "Los cañones de Navarone" (J. Lee Thompson, 1961, con Gregory Peck)

yo me fijaba mucho en David Niven.

Digo "me fijaba" porque todas estas obras maestras del cine las veíamos los de mi generación en "Primera Sesión" o en "Sábado Cine" y nos ayudaban a ser un poco menos tontos. Ahora ya no las ponen y vemos dramones malos basados en hechos reales. Espero que los chavalines de hoy día tengan herramientas parecidas que les permitan empaparse de las emociones y los valores que transmitían estas cintas, (con la Wii o con lo que sea), sobre ayudar al prójimo bueno y castigar al prójimo malo, que es de lo que se trata esto de vivir y lo que tanto nos aleja del Cristianismo. O sea, que no dejen de cotizar para que yo pueda cobrar una pensión digna y retirarme a vivir a la playa con una conexion a internet rapídisima porque yo soy prójimo bueno.

El caso es que este actor siempre me llamaba la atención, por muy enormes que fueran las cumbres que le rodeaban.
Luego me enteré de que David Niven cuando ya era famoso en Hollywood, fue de los primeros en volver a la madre patria para defenderla de los nazis. Estas historias de los actores durante la Segunda Guerra Mundial (James Stewart, Anthony Quayle, Glenn Ford, Henry Fonda y muchos otros), me dejan turulato y parecen dar la razón a mi padre cuando dice que ya no quedan hombres como los de antes.
Mr. Niven fue teniente coronel en la WWII. Niven, cuyo padre había muerto en Gallipoli a los 27 años, declaró una vez: "Os voy a contar solamente una cosa acerca de la guerra, mi primera y última historia. Unos amigos americanos me pidieron que buscara el cuerpo de su hijo supuestamente enterrado cerca de Bastogne. Lo encontré donde me habían dicho, pero estaba entre otros 27.000 cuerpos, y me dije a mí mismo que allí había 27.000 razones por las que debería mantener mi boca cerrada después de la guerra."
Y cuentan que cuando tenía que liderar a sus hombres en misiones con grandes probabilidades de elevado número de bajas, les decía: "Esto está muy bien para vosotros muchachos, pero yo voy a tener que repetirlo en Hollywood un montón de veces con Errol Flynn".

Qué tío más grande, qué bien me cae, madre mía. Insisto en mi admiración por la fuerza que tenía este actorazo cuando no interpretaba el rol principal en las películas. Otro día os hablo de las que sí protagonizó.

Menos mal que tiene un Óscar. Se lo dieron en 1958 por "Mesas separadas", y os puedo asegurar que fue un año bastante reñidito, (los otros candidatos eran Paul Newman, Tony Curtis, Sidney Poitier y Spencer Tracy). También se casó con una modelo sueca. No siempre la vida es injusta del todo.

Os voy a poner deberes: como homenaje a este hombre y para conmemorar el 25 aniversario de la muerte de David Niven, todo buen gusano tiene que revisionar sin falta una de mis películas favoritas de todos los tiempos: "La jungla en armas", gran cinta del maestro Henry Hathaway, que nos cuenta la historia de cómo las tropas yankis del coronel Hatch, tras patearnos el culo a los españoles en Filipinas en 1906, reciben la orden de abandonar el fuerte Mysang, no sin antes dejar instruída y adiestrada una fuerza armada de nativos que defiendan a la población de los temidos guerreros moros del loco de Alipang, (algo parecido a lo de Irak, pero más inocentemente contado que lo de "Redacted" de Brian de Palma). Los rebeldes moros dejarán a los americanos e indígenas-buenos sin agua, y el cólera empezará a dar problemas. Nuestros héroes tendrán que ir a destruir el dique de los rebeldes que corta el suministro del agua a la población...
Es una película de buenos y malos de rigor histórico probablemente rondando el cero por ciento, pero con una dosis de entretenimiento cercana al 100%. El malo, Datu, (Vladimir Sokoloff), da mucho miedo, y la escena de la piel de cerdo es, sencillamente, inolvidable. Gary Cooper está guapísimo y David Niven.., es que se sale. Qué más quereis?.