Todos los que sufrimos alguna tara mental tendemos a quedar atrapados en algún tipo de bucle neuronal provocado por algún detalle secundario que pasa inadvertido para la mayoría de la gente normal. Le pasaba a Paco Rabal con su milana bonita y a mí me ha vuelto a suceder con un mini momento de la película Brave.
En Brave salen unos trillizos que son un claro homenaje a Harpo Marx y que aportan el toque de humor gamberro a una historia que, esta vez, les ha salido un pelín ñoña.
El caso es que hay un momento en el que estos mini harpos aparecen compartiendo mesa con su fornido padre quien les está narrando, por enésima-enésima vez, la historia de cómo perdió su pierna peleando contra un feroz, gigantesco y malvado oso.
Cada uno de los trillizos representa las tres posturas que pueden adoptarse ante la amenaza de una batallita de abuello cebolleta. De izquierda a derecha: 1.- la crueldad de la burla paródica, 2.- la bondad de espíritu del que intenta aguantar la perorata y 3.- la rendición incondicional ante la insufrible avalancha verborreica.
Mi mujer me miró asombrada cuando se dio cuenta de que me estaba partiendo de risa y, pobrecita mía, me preguntó el por qué.
Fue entonces cuando le repetí esta escena media docena de veces. Atentos al vídeo (2 min.).
11 comentarios:
Yo veo que los tres se aburren más que la hostia. ¿Nos estás tomando el pelo verdad Mr. Lombreeze? Mira que yo por la mañana estoy muy lento de reflejos y la verdad es que miraba el video sin entender mucho nada, ja,ja.
Ahora te pondre un video a cámara hiperlenta de The Turin Horse, de cuando comen patatas, para que entiendas algunos matices que se te pasaron, ja,ja.
Un abrazo.
Ummm, no puedo verlo, Lombreeze. Tras la bonita publicidad de D&G se me queda todo negro :(
Y no he visto Brave, aunque me apetecía hacerlo. A ver si más tarde anda el internete más ágil...
¿me he perdido algo?
Me siento un poco como dice mi tocayo en el primer comentario.
En fin...si te gusta tanto, disfrútala.
La peli, sin más. Más Disney que Pixar, en mi opinión
@David Amorós, el primer trillizo no se aburre!, está imitando al padre porque se sabe la historieta de memoria. El segundo intenta soportarlo, aunque sucumbe y el tercero está desmayado sobre la mesa.
Jajajjaa, nooooooooooooooooo, ni siquiera yo merezco semejante castigo. Menos mal que el abuelo de The Turin Horse no tenía mucho apetito, si le da por comerse un kilo de patatas.., ¡¡¡nos dan las uvas con esa película!!!, jajajajaja. Aunque reconozco que no me quedó claro si la patata era roja o blanca y ese matiz, en el caso de Béla Tarr puede significar... de todo.
@David, pero si es que no hay nada raro que entender en esta entrada... ¿me ha quedado muy críptica o que?, jajaja. Solamente quería expresar que ésta me parece una escena muy graciosa por los caretos que ponen los trillizos. Y como es una escena muy cortita, os la he puesto cuatro veces para que podáis apreciar la maestría de la peña de Pixar. Los gestos de los tres críos son acojonantes. De la peli ya he dicho que era un poco ñoña. Los trillizos son lo mejor. Y los paisajes.
@Mara, ¿Publicidad de DG&L???, pero qué me estás contando!!!???!!!, has pagado el recibo del interné???. Bueno, lo más destacable de Brave son sus espectaculares paisajes. Y los trillizos, claro. Espero que hagan un spin off con estos tres gamberros de protagonistas.
Mira tú, yo que ni tenía pensado ver esta película (la verdad es que con ver los adelantos ya bostezaba), y ahora hasta me siento tentado de echarle una ojeada... sólo por el detalle de los mini-Harpos, en realidad, pero ya has conseguido algo, jaja.
Un fuerte abrazo, Lombri. Y saludos a su hermano.
Hay que ver que dotes de observación tienes Mr. Lombreeze. Esa escena es como la del cuadro de la Última Cena en la que se supone que todos van a su bola y lleva muchas lecturas. Me ha encantado la cabecera con Warren Oates (¡qué buen actor era!) y su cabeza del señor García. Saludos. Borgo.
Jejeje, Lombreeze, ya he podido verlo, esta vez con cortesía del citroen DS4... Esta escena es mucho más graciosa que la de las patatas del señor Tarr. Yo diría que la escena es bastante más potable que toda la película del señor Tarr. ¿Un pelín ñoña? Nada, nada, me la reservo para uno de esos días, que haberlos, haylos ;)
Los trillizos son igualitos a mis sobrinos escuchando a su padre..ja ja ja..¡ muy bueno !:-D
Cruel como la vida misma.:-P
@miquel, no sé si son dotes de observación o dotes de distracción. A mí en todas las últimas cenas que he visto me da la sensación de que los comensales se han quedado con hambre, como en las bodas baratas. Warren Oates en esa película es un icono (para mí).
@mara, mecago en Dailymotion. Como le he dicho a David Amorós, menos mal que al abuelo de Tarr no le dio más que por comer una patata cocida, si se llega a atizar una parrillada de mariscos, le sale una peli de 7 horas y media.
Bueno, Brave es majica, hay que verla, claro, pero es que esos trillizos tenían mucho potencial. Ya te digo: Harpo Marx en estado puro.
@abril, jajajaja, es que de crueldad.., los niños van sobrados!. Algunos lo llaman sinceridad.
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