"El cohete, instalado en su plataforma, lanzaba rosadas nubes de fuego y calor de horno. El cohete, de pie en la fría mañana de invierno, creaba verano con cada aliento de los poderosos escapes. El cohete transformaba los climas, y durante unos instantes fue verano en la tierra..."
Bajo esta aparentemente sencilla trama, Ray Bradbury desarrolla uno de los relatos más poéticos que he leído jamás. Lirismo es lo que destila en cada una de las páginas la prosa de "Crónicas marcianas".
El libro es también una reflexión del escritor sobre la conquista de su propio país a las tribus indias y un reflejo del miedo a una guerra nuclear que aterraba en los años 50 a los americanos. Y una llamada al ecologismo y respeto a otras culturas. Y un alegato antiracista y contra la discriminación. Y otra reflexión sobre el papel del ser humano en el Universo. Y está lleno de todo tipo de imágenes reales y oníricas. Y es una maravilla que hay que leer. Y además, es mi libro favorito.
Jorge Luis Borges prologó la edición en español, (el relato favorito de Borges era "La tercera expedición").
Ciencia ficción con el lirismo del XIX donde los cohetes despegan poéticamente.
No busquéis rigor científico ni realismo en "Crónicas marcianas", el aire de Marte es respirable y los marcianos tienen propiedades telepáticas que hacen soñar a los astronautas.
Una deliciosa obra a la sombra del LIBRO de Bradubury: Fahrenheit 451.
De postre, unos fragmentitos más:
Una deliciosa obra a la sombra del LIBRO de Bradubury: Fahrenheit 451.
De postre, unos fragmentitos más:
"Cuando yo era pequeño mis padres me llevaron a la ciudad de México. Siempre recordaré el comportamiento de mi padre, vulgar y fatuo. A mi madre no le gustaba tampoco aquella gente porque eran morenos y no se bañaban a menudo. Mi hermana ni les hablaba. Sólo a mí me gustaban realmente. Y puedo imaginarme a mi madre y mi padre aquí en Marte haciendo otra vez lo mismo..."
" Tenían en el planeta Marte, a orillas de un mar seco, una casa de columnas de cristal, y todas las mañanas se podía ver a la señora K mientras comía la fruta dorada que brotaba de las paredes de cristal, o mientras limpiaba la casa con puñados de un polvo magnético que recogía la suciedad y luego se dispersaba en el viento cálido. A la tarde, cuando el mar fósil yacía inmóvil y tibio, y las viñas se erguían tiesamente en los patios, y en el distante y recogido pueblo marciano nadie salía a la calle, se podía ver al señor K en su cuarto, que leía un libro de metal con jeroglíficos en relieve, sobre los que pasaba suavemente la mano como quien toca el arpa. Y del libro, al contacto de los dedos, surgía un canto, una voz antigua y suave que hablaba del tiempo en que el mar bañaba las costas con vapores rojos y los hombres lanzaban al combate nubes de insectos metálicos y arañas eléctricas. "
2 comentarios:
Este es el Farenhait? recuerdo que que lo empece a leer... es la historia de un tio que es bombero y el fuego ya no existe en esa época o algo así no? Si es así vaya fulo...mambrulo!!!
Estos parrafos muy bonitos, si señor!!!
Estos párrafos son de "Crónicas marcianas".
"Farenheit 451" es otra novela tan acojonante como ésta.
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