"Si los judíos se niegan a convertirse, no debemos sufrirlos ni soportarlos más tiempo." Lutero, 1542.
En mi opinión, todo aquel que se considera cristiano es un lunático o un analfabeto. Es verdad que algunos cristianos "culturales" pueden ser entrañables por su reduccionista concepto de cristianismo = amar al próiimo, pero también los hay absurdos y peligrosos. Los protestantes sacan pecho frente a los católicos porque dicen que Lutero y su Reforma le quitaron el polvo a la anquilosada y corrupta Iglesia de Roma y que, gracias a ellos, los humanos no necesitamos de intemediarios terrenales para interpretar la Palabra de Dios, que es la Biblia, que es un conjunto de escritos rebosante de desérticas y fabulosas supersticiones, leyendas y normas judías que los cristianos más peligrosos se toman al pie de la letra. O sea, que los reformistas hicieron algo parecido a legalizar los opios de Dios con el fin de hundir el emporio que habían montado los traficantes de la Palabra de Cristo (los curas).
Por eso los protestantes se creen más modernos que los católicos aunque a mí siempre me han parecido igual de estúpidos por creer que un zarrapastroso e iluminado rabí judío, del que ni si quiera existe un registro histórico fiable, predicó en desiertos palestinos hace 2000 años un mensaje alucinante: él era el Hijo de Dios hecho carne. Toma ya.
Yo he leído la Biblia entera de cabo a rabo y no he podido extraer nada útil. Y digo yo, lo mismo que para interpretar un vademecum agradecería la asistencia de un médico, ¿por qué no un cura para la Biblia?... Al menos los curas católicos te hacen el trabajo y pueden concederte la salvación eterna por el método ése de las buenas obras. Los protestantes ni eso: Si Dios quiere te salvas, pero si no quiere.., da igual el número de vacunas que regales a los negritos africanos porque te vas al infierno de cabeza (calvinistas dixit)
Pero bueno, el caso es que en la centroeuropa del siglo XIX el antisemitismo era moneda de uso corriente, especialmente entre las altas esferas. Tanto es así que al padre del extraordinario compositor alemán Felix Mendelssohn (1809-1847) se le ocurrió añadir al suyo el otro apellido no judío de su familia (el húngaro "Bartholdy") con el fin de disimular, en la medida de lo posible, sus raíces hebreas que eran, además, muy ilustres (como otro día contaremos). No sirvió de mucho porque lo cierto es que la música de Mendelssohn fue prohibida por los nazis casi 100 años después de su muerte.
Para demostrar su, por otra parte, sincera militancia luterana, Mendelssohn compuso en 1830 su Sinfonía n. 5 conocida como "de La Reforma" pues se conmemoraba, por aquel entonces, el tercer centenario del nacimiento de los cristianos más modernos y enrollados, los de Lutero (Confesión de Augsburgo, 1530).
El eminente musicólogo inglés Gerald Abraham dijo que la Sinfonía n. 5 de Mendelssohn era "una obra sin vida" y que no hay por donde cogerla. Al propio Mendelssohn tampocó le gustaba y quiso destruirla. Afortunadamente esta tragedia no aconteció aunque la partitura no fue impresa hasta 20 años después de su muerte. Pero yo, que no soy musicólogo ni compositor sino un humilde y ateo administrativo de una empresa sita en un polvoriento polígono industrial, en verdad os digo que me vais a amar mucho más después de escuchar el maravilloso y delicado III Movimiento, Andante, de la Sinfonía n. 5 "de La Reforma" del gran Felix Mendelssohn Bartholdy a quien Dios tenga en su gloria.
Son 4 minutitos. Ánimo.
En mi opinión, todo aquel que se considera cristiano es un lunático o un analfabeto. Es verdad que algunos cristianos "culturales" pueden ser entrañables por su reduccionista concepto de cristianismo = amar al próiimo, pero también los hay absurdos y peligrosos. Los protestantes sacan pecho frente a los católicos porque dicen que Lutero y su Reforma le quitaron el polvo a la anquilosada y corrupta Iglesia de Roma y que, gracias a ellos, los humanos no necesitamos de intemediarios terrenales para interpretar la Palabra de Dios, que es la Biblia, que es un conjunto de escritos rebosante de desérticas y fabulosas supersticiones, leyendas y normas judías que los cristianos más peligrosos se toman al pie de la letra. O sea, que los reformistas hicieron algo parecido a legalizar los opios de Dios con el fin de hundir el emporio que habían montado los traficantes de la Palabra de Cristo (los curas).
Por eso los protestantes se creen más modernos que los católicos aunque a mí siempre me han parecido igual de estúpidos por creer que un zarrapastroso e iluminado rabí judío, del que ni si quiera existe un registro histórico fiable, predicó en desiertos palestinos hace 2000 años un mensaje alucinante: él era el Hijo de Dios hecho carne. Toma ya.
Yo he leído la Biblia entera de cabo a rabo y no he podido extraer nada útil. Y digo yo, lo mismo que para interpretar un vademecum agradecería la asistencia de un médico, ¿por qué no un cura para la Biblia?... Al menos los curas católicos te hacen el trabajo y pueden concederte la salvación eterna por el método ése de las buenas obras. Los protestantes ni eso: Si Dios quiere te salvas, pero si no quiere.., da igual el número de vacunas que regales a los negritos africanos porque te vas al infierno de cabeza (calvinistas dixit)
Pero bueno, el caso es que en la centroeuropa del siglo XIX el antisemitismo era moneda de uso corriente, especialmente entre las altas esferas. Tanto es así que al padre del extraordinario compositor alemán Felix Mendelssohn (1809-1847) se le ocurrió añadir al suyo el otro apellido no judío de su familia (el húngaro "Bartholdy") con el fin de disimular, en la medida de lo posible, sus raíces hebreas que eran, además, muy ilustres (como otro día contaremos). No sirvió de mucho porque lo cierto es que la música de Mendelssohn fue prohibida por los nazis casi 100 años después de su muerte.
Para demostrar su, por otra parte, sincera militancia luterana, Mendelssohn compuso en 1830 su Sinfonía n. 5 conocida como "de La Reforma" pues se conmemoraba, por aquel entonces, el tercer centenario del nacimiento de los cristianos más modernos y enrollados, los de Lutero (Confesión de Augsburgo, 1530).
El eminente musicólogo inglés Gerald Abraham dijo que la Sinfonía n. 5 de Mendelssohn era "una obra sin vida" y que no hay por donde cogerla. Al propio Mendelssohn tampocó le gustaba y quiso destruirla. Afortunadamente esta tragedia no aconteció aunque la partitura no fue impresa hasta 20 años después de su muerte. Pero yo, que no soy musicólogo ni compositor sino un humilde y ateo administrativo de una empresa sita en un polvoriento polígono industrial, en verdad os digo que me vais a amar mucho más después de escuchar el maravilloso y delicado III Movimiento, Andante, de la Sinfonía n. 5 "de La Reforma" del gran Felix Mendelssohn Bartholdy a quien Dios tenga en su gloria.
Son 4 minutitos. Ánimo.
12 comentarios:
Suena muy bien... No es empalagosa (sí, aquí estamos a todas)... a pesar de las raíces semíticas de su autor.
Que al menos haya un comentario de coña, que si no, luego vas a empezar a llorar con que las entradas de música clásica no te las comenta nadie (que además no es cierto).
Un saludito.
David, eras mí ultima esperanza. Jeje. Gracias!. El pueblo hebreo te dice "mazel tov!"
Me ha encantado esta pieza. Me ha ido muy bien como fondo musical de la portada que te he enviado. Saludos. Borgo.
Miquel, no cabe mayor reconocimiento para una entrada de música clásica que el de servir inspiración para otro artista. Gracias por tú comentario.
Con la de colas que hice el sábado en las rebajas...no voy a tener 4 minutitos para ti??? Hombre de poca fe! jajajaja
Me gusta (y me suena...)
1besico!
Un tipo tolerante este Luthero, ¿eh? que le den.
Bueno, a mí me gusta Mendelson, sobretodo el de la época neoclasicista. No obstante, en la melodía que nos has clavao -que no está mal, ojo- no me acaban de convencer esas tardías influencias del heavy.
Conclusión: Mendelson sí, pero con matices.
Un saludo, Jefe.
fiona, me alegro!
Tripi, jajaja, efectivamente, estoy de acuerdo contigo en que Mendelssohn no supo asimilar y adaptarse al jevi metal de mitad del XIX. (Por cierto, el jevi metal lo inventaron los judíos).
Joder, cómo me salté esto? Qué temazo!!! Me tiene escribiendo al son de las piezas que ha ido colgando por aquí ;)
Un saludo!
redrum, cada día más sabio (y en parte gracias a mí)
Comprendo que trabajar de administrativo en un polvoriento polígono industrial debe de crear mucha frustración y cantidades ingentes de resentimiento.
Imagino que esa es la razón por la que llama estúpidos a las personas que tienen creencias religiosas. Alguien debe de tener la culpa de que se sienta gusano y lombriz y usted lo paga con Dios y los creyentes.
Bueno, no pasa nada, salvo que esa obsesión por definirse e identificarse agresivamente con una negación es fácil que esconda algún complejo o problema psicológico.
No le digo que vuelva a leer la Biblia o que hable con un cura (eso no es cosa de gusanos o lombrices), pero hay buenos psicólogos que podrían ayudarle.
O, quién sabe, a lo mejor su blog forma ya parte del tratamiento. Si es así, enhorabuena. Que Dios le bendiga.
Lorenzo
Lorenzo, Dios no existe para mí pero si las bendiciones que me manda del suyo son sinceras, gracias.
Su diagnóstico sobre mi frustración es equivocado. Yo llamo estúpidos a los creyentes porque es lo que yo creo que son, no tiene que ver con ningún trauma personal sino con un diagnóstico racional. Mis padres son creyentes, por cierto. Pero son de los tradicionales, de los del folclore, gracias a Dios.
Otra cosa, ya no soy administrativo, me ascendieron hace un par de años, ahora soy jefecillo.
Leer la Biblia es la mejor recomendación que puedo dar para cualquiera que quiera convertirse en ateo.
Vaya entrada más estúpida, el señor que escribe esto debe ser un auténtico papanatas.
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