100 Años de... Aragoneses ilustres: Ángel Sanz Briz, un gentil entre judíos.

Ángel Sanz Briz nació en Zaragoza el 28 de Septiembre de 1910. Diplomático de carrera, se alistó voluntario en el bando rebelde del General Franco y tras finalizar la guerra, comenzó su labor diplomática fuera de nuestro país. En 1944 era el secretario del encargado de negocios de la embajada española en Hungría. Por aquellos días, el sueño del mono loco de Adolf Hitler de esclavizar a los pueblos eslavos, someter a las potencias europeas y expandir las fronteras alemanas para que los boches vivieran mejor, estaba yendo bastante mal, (afortunadamente para los eslavos-esclavos, los europeos y los alemanes). Fue entonces cuando Herr Hitler decidió ocupar Hungría, que se estaba librando hasta entonces de la cosa, pues se había alineado con el Eje del mal en los años 30. Pero un acercamiento secreto del presidente húngaro Horthy a los Aliados descubierto por Hitler, y las riquezas de la comunidad judía húngara que había permanecido intacta hasta 1944, dieron lugar a la invasión del país. Y aquella primavera comenzaron las estrellas de David cosidas en las solapas de los trajes, el expolio de los bienes judíos y las temidas deportaciones.

La situación horrorizaba a los funcionarios de la embajada española y otro héroe, el encargado de negocios Miguel Ángel de Muguiro, tras quejarse a Madrid de las barbaridades de las SS, decidió pasar a la acción y se sacó de la manga un viejo decreto de 1924 de Primo de Rivera, (cuya validez había expirado en 1931), en el que se concedía inmediatamente la nacionalidad española a todos los judíos sefarditas . Con esta artimaña se apropió de un tren con 500 niños, (más del doble de la estimación del número de sefardíes en Hungría), que iban a ser gaseados en Polonia y se los llevó a Tánger, lo que provocó las quejas de las autoridades húngaras y alemanas y Muguiro fue destituído acusado de estar fastidiando las relaciones entre España y Hungría. ¿Quién tomó el relevo?: nuestro amigo Sanz Briz...

Sanz Briz mandó una carta, (y otros obsequios y sobornos), al hijodelagranputa de Adolf Eichmann solicitando el reconocimiento para la comunidad sefardita húngara de la nacionalidad española. La respuesta de Eichmann fue la de conceder a la embajada el permiso para emitir 200 pasaportes españoles, que era el número de sefardíes que se estimaba que había en toda Hungría. Y Sanz Briz, de nuevo, se la metió doblada a las autoridades nazis: multiplicó el número de pasaportes permitidos sin superar nunca en su impresión el número "200", (creó varias series para cada número, A1, B1, A2, B2...), asignó un pasaporte por familia, (con uno se salvaban 3,4, 5 miembros de cada familia), reconoció como sefardita a todos los judíos que pudo, y se las apañó para que por las calles de la capital no circularan demasiados "judíos españoles" al mismo tiempo, alojándolos en once edificios alquilados por la embajada, a los que proclamó, con carteles bien visibles, "Anejo a la Legación Española. Edificio extraterritorial". Moraleja: Sanz Briz salvó a 5.200 judíos, (5 veces más que el famoso Oscar Schindler), a los treintaypocos años, jugándose, en el mejor de los casos, su futuro profesional y prestigio, y en el peor, su vida, la de su mujer y la de su hijo pequeño.

Al finalizar 1944 tuvo que salir por patas ante la inminente llegada de los soviéticos a la capital húngara, no sin antes dejar a cargo de finalizar su empresa a su amigo italiano Giorgio Perlasca, otro figura y héroe, fascista desencantado por la alianza italiana con Alemania y el antismetismo nazi, y que se hizo pasar por cónsul español para seguir salvando judíos!.

Impresionante lo de estos tipos, ¿verdad?, pues otro día hablaremos de Raoul Wallenberg, el cónsul sueco que salvó a 50.000 judíos y desapareció misteriosamente en manos de los soviéticos.

Ángel Sanz Briz es uno de los "Justos entre las Naciones", título que el Estado de Israel le otorgó en 1991, once años después de su fallecimiento. Su nombre figura en el "Muro de Honor del Jardín de los Justos" de Jerusalén y desde hoy es también "Súper Heroe Favorito del Mundo Gusano".

Creo que hay que regalar un libro en este día. Quizás éste: "Un español frente al Holocausto. Así salvo Ángel Sanz Briz a 5.000 judíos" de Diego Carcedo.

Por cierto, si algún Jorge que viva en Madrid me está escuchando, puede que quiera honrar hoy su memoria y pararse un momento bajo la placa que el ayuntamiento de Madrid colocó en el que fue su domicilio en la calle Velázquez.

En nuestra Muy Noble, Muy Leal, Muy Heróica, Muy Benéfica, Siempre Heroica e Inmortal ciudad de Zaragoza tiene, desde hace cinco años, un busto en la plaza que lleva su nombre.