Charlton Heston. 1924-2008.

Llevamos una mala racha... Ayer murió Charlton Heston, uno de mis actores favoritos y una leyenda del cine. Protagonista de innumerables películas y de al menos una obra maestra en cada uno de los géneros cinematográficos que se os puedan ocurrir. Un tipo que se empecinó en que Orson Wells lo dirigiera en "Sed de mal", que se peleó con los productores para evitar que despidieran a Sam Peckimpah de "Mayor Dandee", que hizo que se cargaran a la borracha de Ava Gardner a mitad de "55 días en Pekín" de Nicholas Ray, que ayudó a revitalizar la ciencia ficción a comienzos de los 70, que inspiró con su interpretación en "El secreto de los Incas" la imagen de Indiana Jones, y que se casó con su novia de la Universidad a la que acaba de dejar viuda.
Ha muerto él, pero siguen vivos el detective mexicano Mike Vargas, Moisés, Miguel Ángel, Juan el Bautista, El Cid, Judah Ben-Hur, el solitario Robert Neville, el detective Robert Thorn, el astronauta George Taylor, el Mayor Lewis (al que tan largos se le hicieron en Pekín 55 días), y tantos otros.

Charlton Heston fue maltratado por la enfermedad de Alzheimer en sus últimos años de vida y por el tonto de Michael Moore al que dejó plantado en mitad de su maliciosa entrevista para su "Bowling for Columbine". Tonto que pareció olvidar que Mr. Heston fue amigo de JFK, al que apoyó en su campaña presidencial activamente y que participó, por ejemplo, en la Marcha por los Derechos Civiles junto a Martin Luther King. A Chartlon Heston, como a muchos de nosotros, le sacaba de quicio la corrección política que nos toca vivir en estos días, ésa de "compañeros y compañeras, toreros y toreras, ujieres y ujieras" y chorradas por el estilo que nos tenemos que tragar todos a diario. En unas lúcidas declaraciones en 1999 manifestó: "Marché con negros en los años 60 a favor de sus Derechos Civiles, antes de que estuviera de moda, pero cuando dije el año pasado que el orgullo blanco es tan importante como el orgullo negro, el rojo, o el de cualquiera, me llamaron racista; he trabajado con homosexuales de extraordinario talento durante toda mi vida, pero cuando dije que los derechos de los homosexuales no deberían ir más allá de los míos o de los vuestros, me llamaron homófobo".

Menos afortunadas fueron aquéllas en las que desafió a Gore a quitarle el fusil de sus manos frías y muertas durante su etapa de presidente de la surrealista, incomprensible para los europeos y los gusanos, y odiosa Asociación Nacional del Rifle americana.

Bueno, sus manos ya están frías y muertas, pero espero que no le hayan arrancado su fusil. Parece que el gran Charlton Heston le tenía cariño.