Canciones de cine. We have all the time in the world.

Hoy se estrena en nuestro país la última peli del agente 007, “Quantum of solace”, que podría perfectamente traducirse a nuestro idioma como “Un cachico de consuelo” o “Un poquico de cariño”.

El caso es que esta nueva entrega cinematográfica de James Bond, que hace la número 22 de la saga, la ha dirigido Marc Foster, director que nos aburrió hace unos años con su “Monster´s ball” (2001) y también con “Descubriendo Nunca Jamás” (2005), pero que nos sorprendió gratamente con su chulísima “Más extraño que la ficción” (2006).
Y ya no he visto más pelis de este hombre, porque comencé a ver “Tránsito” (2006) y me dormí, y “Cometas en el cielo” (2008) me da mucha pereza, pues tiene pinta de rebosar azúcar por todas partes.
El dato importantísimo para muchos de nuestros lectores es que Mr. Foster nació en Ulm, Alemania, en 1969.
Bueno, sorprende que un tipo con tan variopinta filmografía acabe dirigiendo al agente británico más famoso del cine. A ver qué sale.

A mí es que las pelis de James Bond no me han gustado nunca. Las clásicas de Sean Connery tampoco. Creo que toda la saga ha envejecido fatal y me parecen un tostón que en muchas ocasiones rozan el ridículo. Aunque reconozco que la época de Roger Moore tenía su gracia.

Un poco de mala gana fui el año pasado a ver “Casino Royale”, dirigida estupendamente por Martin Campbell, con el nuevo Bond, Daniel Craig, soltando hostias como panes y pasándolas putas, como tiene que ser. Mucho más Bourne que Bond. En mi opinión es la mejor peli de Bond de lejos y una gran cinta de acción, tiros y mamporros. Sensacional.
Total, que iré a ver la versión de Marc Foster, a ver qué tal está Mr. Craig esta vez.

Lo bueno de esta interminable saga británica es que nos ha regalado el gran tema de Monty Norman (cuya autoría conceden algunos a John Barry), las míticas bandas sonoras de John Barry, unos cuantos geniales créditos iniciales, algunas escenas enseñando carnaca de tías macizas, pintorescos archienemigos y un puñado de buenas canciones, de entre las que sobresale, porque es la mejor, la hermosa

“We have all the time in the World”.

Esta preciosidad es el tema de amor de la película de 1969 “007 Al servicio de Su Majestad” dirigida por Peter Hunt que se hizo cargo de otras 5 entregas cinematográficas de Bond.
Además de tener la mejor canción, la peli es, para mí, una de las menos ridículas de Bond. Fue la primera y última que hizo el actor australiano George Lazenby, modelo y hombre Marlboro, quien tras su única incursión en el mundo Bond, renunció al ofrecimiento de protagonizar siete entregas más porque el personaje le parecía muy carca para los nuevos aires de los años 70. Y se piró a Hong Kong a hacer películas con Bruce Lee. Un tío moderno.
“007 Al servicio de Su Majestad”, cuenta además de con la presencia del novato Lazenby, con otra originalidad en el universo Bond: el pichafácil y mujeriego James se casa.
***SPOILER***

Lamentablemente al final de la historia matan a su mujer en una escena que tiene su toque de emotividad y que humaniza un poco a este personaje tan fantasmín.

***FIN DEL SPOILER***

Y con estas últimas palabras del pobrecito agente 007 comienza la maravillosa canción de John Barry y Hal David interpretada de forma inigualable, como siempre, por Louis Armstrong en una de sus últimas grabaciones antes de su muerte.

Con todos Uds, el tema de amor de “007 Al servicio de Su Majestad”: “We have all the time in the World”.