Cine japonés Off. Audition (1999). Takashi Miike.

Dice un amigo mío que los japoneses solamente saben hacer 2 tipos de películas: de terror y de samuráis. Esta hermosa sentencia reduccionista no es sino reflejo de la que es para muchos una realidad que, poco a poco y afortunadamente, va cambiando. Pero nadie puede negar que son éstos los dos géneros que más nos llegan del país del sol naciente y por los que conocemos la mayor parte de su filmografía. Porque "El acorazado Yamato" la hemos debido de ver cuatro locos en España.

En fin, que en honor a mi amigo, Semana de cine contemporáneo japonés en nuestro blog. Intensísimo repaso que se compondrá de dos películas niponas: una chorrada como un piano, (la de terror), y una obra maestra del cine (la de samuráis, y no es de Kurosawa).

Empezamos hoy con la tontada de turno. Una de las abanderadas de ese subgrupo lamentable que suelen formar los engendros que se meten en la saca de "películas de culto" y que se cuelan en nuestra videoteca en épocas de crisis creativa hollywoodiense, como hizo la nouvelle vaugue en los 60.

"Audition" nos cuenta la historia de un viudo cincuentón al que su hijo y un amigo que tiene, (no tiene más), le convencen para que vuelva a casarse. A su amigo, -productor de cine o TV-, no se le ocurre otra idea que la de aprovechar un cásting femenino que tiene pendiente para que su colega elija esposa. Toma ya. Me meo con el planteamiento.

La bella...

El señor Aoyama, nuestro protagonista, se queda prendado de una jovencita de 24 años cuya candidez le encandila. El amigo de Aoyama, que es menos tonto, le dice que esa chavala no es cándida sino rarita y que mejor sería que se olvidara de semejante hallazgo. Pero nuestro hombre está enamorado y confía en su instinto amatorio que más tarde se demuestra que está oxidadísimo porque la elegida es una tarada de infancia rota que, pese a que recibe muestras del señor Aoyama de amor sincero, llega a la conclusión de que es un aprovechado que utiliza los cástings para tirarse a jovencitas inocentes como supuestamente lo era ella. Para que aprenda que esas cosas no se hacen la joven decide drogar al cincuentón y clavarle agujas en los ojos.

"Audition" es una pelicula pueril y sádica dirigida por Takashi Miike , al que califican normalmente de "controvertido" por no llamarle directamente "tarado". Visualmente, la cinta permanece casi siempre fiel a los hermosos y clásicos planos que tan bien saben encuadrar los directores nipones, alternándolos con algunos encuadres de toque expresionista en los momentos más oníricos y hasta encontramos otros de tono semi documental en algunas conversaciones largas, muy largas, demasiado largas.

Los interminables minutos de exposición de la casi vacía trama sirven como pobre excusa para justificar lo único que realmente quiere el director: remover las tripas del espectador con la detallada y larga escena de tortura que en poco se diferencia de las chorradas para adolescentes de las películas slaughter.

... y la bestia parda.

Lo dicho, puerilidad perversa y sádica enmarcada por las perversiones sexuales niponas de colegialas, bailarinas y demás pedofilias a las que tan aficionados son nuestros amigos japoneses. Yo recomiendo a los que hayan disfrutado con su visionado que vayan al psiquitatra. El expectador burgués occidental, que nunca va a perder su espíritu colonialista y de gusto por lo exótico, juzga casi siempre con excesiva benevolencia estas chorradas que nos quieren vender como cine diferente, alternativo, original, aire fresco y demás eufemismos por el estilo que no dicen nada, no significan nada y no aportan nada de nada.

Pero no perdáis la fe hermanos, porque el próximo miércoles hablaremos de una obra maestra del cine japonés de nuestros días. Una de samuráis. Una de cine japonés On.