Erich W. Korngold (1897- 1957) volvió a su Austria natal tras una existosa carrera como compositor de bandas sonoras para películas; ganó dos Oscars de la Academia y es considerado, junto a Max Steiner, como uno de los padres de la gran música orquestal para el cine. El motivo de su abandono hollywoodiense: cumplir el deseo de su padre (el famoso crítico Julius Korngold) de dedicarse exclusivamente a la composición de música culta, de música clásica con mayúsculas.
En 1947 Korngold dejó de componer música para Hollywood y estrenó su Concierto para Violín y Orquesta en Re Mayor Op.35, pero su tentativa de volver al camino recto de la música seria resultó ser un fracaso. Su música fue calificada de ligera y carca por parte de la vanguardia de la Escuela de Viena que estaba centrada en la música serial y dodecafónica. Lejos quedaban ahora las palabras de admiración que el propio Gustav Mahler había dedicado, cuarenta años antes, a Erich Korngold cuando éste contaba con tan sólo 10 años de edad ("¡es un genio, un genio!"). Todavía hoy se sigue discutiendo sobre la genialidad de Korngold.
Mientras los expertos discuten, los melómanos nos congratulamos de que su Concierto para Violín se siga programando, cada vez con más asiduidad, en salas de concierto a lo largo de todo el mundo, porque su belleza es incuestionable.
Disfruten del maravilloso Segundo Movimiento. Al violín, un auténtico monstruo de este instrumento: la estadounidense Hillary Hahn.
7 comentarios:
Volveré luego porque no se me escucha el video...
He tenido que poner el título en el Youtube porque en tu página no me dejaba escuchar. Una composición hermosísima, espléndida y la verdad es que Hilary Hahn es todo un prodigio de violinista. Es admirable en las notas más agudas y en el vibrato. Gracias por dejanros tan buena música.
Precioso... podría acompañar perfectamente a cualquier drama de Chaplin.
saludos
Ay! Estas historias de quedarse anacrónico por culpa de modas y tendencias siempre me han resultado muy curiosas.
Hice una entrada sobre Mervyn Peake que iba de lo mismo...
Y ahora que Möbius ha mencionado a Chaplin... Con ese sí que no había discusión de genialidad, pues impuso su estilo más allá de sonoro, color y lo que viniera. Ahora ya es clásico, claro.
Bueno. Al menos Korngold triunfó en jolibú.
El tema es precioso. Y Möbius tenía razón en su comentario...
aunque el señor Chaplin se "escribía" (ejem, ejem) su propia música.
Un saludito.
Korngold utilizó momentos musicales de sus bandas sonoras para este concierto de violín que suena a peli made in Hollywood clásico. Espera.., no es que esta música suene hollywoodiense es que Hollywood sonó, durante muchos años, korngoldiana.
Una obra magnífica. Los movimientos I y III son también excelentes.
Yo, como soy carca y ligero, prefiero este o Poulenc a Schonberg o Penderecki. Con 2 collons.
Eduardo, me too!!
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