martes, 3 de mayo de 2011

Beaufort (2007, Joseph Cedar). Solos en la cumbre,

El 11 de Noviembre de 1918 el gobierno de la recién proclamada República Alemana firmó el armisticio con los Aliados. Se ponía fin así a la Primera Guerra Mundial que se llevó por delante la vida de casi 20.000.000 de seres humanos. La firma del tratado de paz tuvo lugar a las 05.00 horas y en ella se acordaba que el cese definitivo de las hostilidades sería a las 11.00 horas de esa misma mañana. Durante aquellas 6 horas murieron 13.000 soldados. Los culpables de esas inútiles y absurdas muertes tenían nombres y apellidos. Fueron oficiales que quisieron aprovechar la Guerra hasta su último minuto, bien para castigar al enemigo, bien para apurar sus últimas oportunidades de ascenso, bien para conquistar algunos metros de tierra que iban a ser devueltos a los alemanes al día siguiente.

En el siglo XII los cruzados construyeron el castillo de Beaufort en lo alto de un risco de 800 metros. Se convirtió así en una fortificación de privilegiado emplazamiento cuasi inexpugnable. 800 años después, las fuerzas israelíes conquistaban durante la guerra libano-israelí, en Junio de 1982, el castillo de Beaufort, un emplazamiento sito en la frontera entre el sur de Líbano e Israel. Allí permanecieron durante 18 años hasta que se decidió el desalojo y demolición de las fortificaciones que el ejercito israelí había construído alrededor del castillo.

Beaufort (2007) es una película dirigida por el realizador neoyorkino Joseph Cedar (veterano de las Fuerzas de Defensa Isarelíes y residente en Israel) que adapta la novela homónima de Ron Leshem y que nos cuenta los últimos días de los últimos soldados defensores del castillo de Beaufort. Unos últimos días llenos de incertidumbres, miedos, rutina, morterazos de Hezbullah y de decisiones y muertes absurdas. La película comienza con una desafortunada misión que aparece ante nuestros ojos como un mortal sinsentido. Uno de los soldados comenta: "Vino, dijo hola y murió. Y todo ¿para qué?: para desactivar una bomba de un maldito camino que no interesa a nadie".


En esos últimos días, soldados de entre 19 y 22 años asisten impotentes al trágico espectáculo que supone el ver cómo van muriendo sus compañeros víctimas de los cada vez más frecuentes bombardeos de Hizbullah que quiere rentabilizar la anunciada retirada israelí y venderla al mundo como una victoria militar. Así que los jóvenes soldados serán también víctimas de decisiones políticas que les obligan a mantener una posición que ya no tiene ningún valor estratégico pero sí un valor propagandístico. El mundo entero espera el momento en el que la bandera de la estrella de David deje de ondear en lo alto del castillo de Beaufort. El oficial al mando del destacamento de los soldados que ocupa el búnker no quiere ser recordado como el hombre que huyó de Beaufort. Una combinación de factores que puede resultar mortal. Pero el sentido del deber puede volar por los aires justo en el mismo momento en el que vuelen los restos de Beaufort tras la retirada definitiva del destacamento israelí.

Sobre Beaufort se alargan las sombras de películas como Senderos de Gloria. El director Joseph Cedar pasea su cámara por los intrincados pasillos del desolado búnker que parecen no llevar a ninguna parte, de manera que nos contagia la pregunta que se hacen sus defensores "pero... ¿qué narices estamos haciendo aquí?". El búnker aparece ante nuestros ojos moribundo y fantasmagórico, sitúado en mitad de un espacio frío y solitario como el que surcaba la nave Discovery 1 de 2001, una odisea en el espacio.


La cita a Kubrick no es gratuita: encontramos similitudes entre el búnker de Beaufort y las tripas del Discovery 1 del capítulo de la Misión a Jupiter. Los israelíes parecen astronautas más que soldados, lo que refuerza la imagen de aislamiento que quiere mostrarse.

Beaufort es una gran película de ritmo pausado y meditativo pero no aburrido, porque Cedar consigue mantener el suspense durante las dos horas que dura el film. Beaufort conserva intacto el intrínseco mensaje antibelicista que destilan todas las grandes obras del género bélico (desde El Gran Desfile, pasando por Senderos de Gloria hasta la reciente En Tierra de Nadie) que ni mitifican ni desmitifican la guerra, sino que simplemente nos cuentan y muestran sus obscenos desastres. El director nos muestra el punto de vista de los soldados. Ustedes pongan el suyo.

No se la pierdan. Es hermosa en su tragedia. Taquillazo en Israel. Aquí seguimos con Torrente 4.

14 comentarios:

Insanus dijo...

Apuntada en el bloc de notas, Mr.

Tripi dijo...

No la había oído mencionar jamás. Al igual que Insanus, tomo nota.

Por cierto, magistral la pullita de Torrente.

Saludos, Jefe.

charlie furilo dijo...

Ni había oido hablar de ella. Me la apunto, que parece cuando menos interesante.

Saludos!!

David dijo...

No la conocía. Buen post. Y el párrafo introductorio sobre la I GM, genial.
La apunto por venir de ti, pero no sé cuándo la veré.
Un saludito.

Sandra Mantas dijo...

Pues la tendré en cuenta. Aquí seguimos con Torrente 4 y con Mourinho y con Esperanza Aguirre y con odiarnos entre nosotros y con las dos Españas y bla, bla, bla. Aquí seguimos con Torrente 4, pero la verdad Mr. Lombreeze, es que es lo que nos merecemos. Un abrazo.

MrMierdas dijo...

Qué cabrón eres! Ya sabes que solamente con el post, me has hecho amar a los judíos y ponermela dura...

Está bajando...Nos vemos pronto cabronazo!

Mister Lombreeze dijo...

David, la introducción viene del libro Hora 11, Día 11, Mes 11 de Joseph Persico. Más accesible en el estupendo documental basado en el libro "El último día de la Primera Guerra Mundial".

Charlie, no es la WWII, pero si te va el bélico te va a gustar seguro (y no es que sea un producto típico del género)

Beaufort estuvo nominada al Oscar a la mejor película extranjera de 2007 (ganó Los falsificadores. Mi favorita era Mongol).

Mister Lombreeze dijo...

David Amorós, No, ni hablar. Ni tú, ni yo, ni muchos otros cientos de miles de españoles nos lo merecemos. Por eso estamos todo el día los bloggers quejándonos en nuestros blogs. Joder, que para algo tiene que servir (yo no me rindo).

Mister Lombreeze dijo...

MrMierda, para eso estamos, para calentar al personal.

Tripi dijo...

Lombri, cabrón, y al Insanus y a mí...¿que nos den por el culo?

Jajajajaja

Saludos, Jefe¡¡¡

Mister Lombreeze dijo...

TRIPI, Insnus: I love U.

Lughnasad dijo...

La "anécdota" inicial del post es sencillamente demoledora. Me acabas de joder el resto del día, que lo sepas. Y es que es verdad, soy un puto ingenuo.

Mister Lombreeze dijo...

Desde luego Lughna, es que es una "anécdota" escalofriante. Hazte con el documental que está muy bien.
http://www.hispashare.com/?title=6677

La película creo que también te gustará.

Lughnasad dijo...

Gracias, encima documental de regalo...Me lo pillo, el docu y la peli.
Saludos.

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