Pero no solamente Spielberg y Abrams fueron niños. Yo también lo fui y recuerdo que no todos los chavales de 13 años soñábamos con otros mundos, con contar historias o con hacernos directores de cine y que no todas las chavalas de nuestra edad nos sacaban un palmo de altura. Algunos fantaseábamos simplemente con gustar a las chicas, que ya era un asunto con suficiente entidad como para mantener ocupada toda nuestra capacidad inventiva. Era lo de siempre: el mundo de las Ideas de los plátonicos versus el mundo material de Nietzsche (aunque no sabíamos quiénes eran estos señores).
Aquellos fueron hermosos, irrepetibles y maravillosos años, como nos recordaba una serie de tv que yo nunca vi. Admirabas la idealizada belleza de esas proto-mujeres que conseguían, con sus encantos, llenar de sangre nuestros corazones y no nuestros genitales. Fue el momento del perihelio amoroso de nuestra varonil existencia, cuando estuvimos más cerca de eso que cantaron juglares y trovadores sobre el amor caballeresco. Un tiempo que comenzó y terminó con sendos traumas: de la indiferencia o el desprecio hacia las trenzas pasamos, con tosquedaz y torpeza, a lo del amor puro e hiperromántico, para luego mutar, bruscamente, a eso otro de la pasión eyaculatoria. Una pena que durara tan poco, ya digo. Pero, como dijo el poeta, su belleza siempre perdurará en el recuerdo. Ya saben que la cita no es gratuita y que pertenece al poema que dio título a la que es, para mí, la más bella película que sobre el envenenado paraíso del amor adolescente se ha rodado jamás (Esplendor en la Hierba, Eliza Kazan, 1961).
El caso es que después de ver Super 8 te puede invadir la nostalgia que te haya contagiado, en el peor de los casos, la sosa historia de la peli o, por el contrario, la otra nostalgia, la de tu propia juventud que es, sin duda, la mejor juventud.
El director Rob Reiner dirigió en 1986 uno de los hitos del cine de colegas adolescentes: Cuenta Conmigo, Evocadora, nostálgica, emocionante, entretenida y reconocida película de un grupo de amigos que van buscanco un cuerpo muerto mientras que es su niñez, precisamente, la que va muriendo por el camino. Veinticinco años después, Rob Reiner dirigió Flipped, la película que hoy recomendamos para compensar a aquellos que se hayan sentido decepcionados por la nostalgia taquillera de Super 8, que es una nostalgia impostada como la nueva moda de los vinilos.
Flipped comienza en 1957 con la llegada de unos nuevos vecinos a un típico vecindario residencial de típica clase media norteamericana. La pequeña Juli se enamora a primera vista del recién llegado Bryce, un niño de su edad: 7 años. Durante más de un lustro ella permanece devotamente colgada por él recibiendo, a cambio, el desprecio e indiferencia de Bryce, quien considera las excesivas atenciones de su vecinita un auténtico latazo. Pero trancurridos 6 años llegan a sus vidas tres cambios: el cole cambia a instituto, el idealizado amor de Juli comienza a cambiar a dolorosa decepción y la indiferencia de Bryce hacia Juli empieza a transformarse en un sentimiento sorprendentemente intenso y nuevo. Y ya está. Eso es lo que cuenta Flipped. Sin marcianos ni muertos. Solamente con dos niños - adolescentes contándonos, con sus voces en off, cómo perciben la misma realidad cada uno a su manera, o sea, contándonos sus dos realidades.
No todos pudimos, durante nuestra adolescencia, contactar con extraterrestres y ayudarles a volver a su casa, pero sí que todos hemos sido adolescentes, vulnerables, cobardes y torpes. Y todos los adultos somos, en parte, el resultado de nuestra adolescencia, de nuestra vulnerabilidad, de nuestra cobardía y de nuestra torpeza. Por eso vamos a disfrutar viendo una historia tan sencilla y aparentemente cursi como la de Flipped. Porque nuestras barriadas no se parecían ni de lejos a las americanas, ni nuestros coles a los suyos, ni nuestro pelo fue tan rubio como las melenas yankis, pero, ¡¡¡Achtung: que ahora viene otro topicazo!!!, a todos nos hicieron trizas, en algún momento, nuestros corazoncitos y nos sentimos, tras ello, más confusos y perdidos que nunca.
Vean Flipped. Es otro chute de cine nostálgico, desde luego, pero es tan hermoso que no corren el riesgo de palmarla de sobredosis de azúcar. Y, de todas formas, si sienten temor por lucir una perenne sonrisa bobalicona tras verla, se meten entre pecho y espalda alguna peli de Gaspar Noé y arreglado.
O mejor, se esperan unos días y se me ven la próxima película que voy a recomendarles. Pero mientras tanto...
16 comentarios:
Por lo que cuentas tiene toda la pinta de ser de las que me gustan...una buena historia tal cual, sin marcianitos ni nada de efectos especiales para variar. Otra más que me apunto!
1besico!
Me la apunto, Mr.Lombreeze. Yo también fuí un despistado niño de pueblo (L´Escala) que se preguntaba porqué no me recogía uno de esos autobuses amarillos tan guapos para llevarme al cole. Como muchos niños de mi zona mi primer amorío fue una niña francesa (¿qué tendrán las francesas?) que cada año pasaba el verano cerca de mi casa. Borgo.
¡Hombre, Rob Reiner vuelve por fin a hacer cine!
Por cierto, yo estuve enamorado de mi prima pero ella, a su vez, lo estaba de un chico mayor (tenía doce años; yo no, el chico mayor).
Pues la de Cuenta Conmigo no la he visto todavía. La de Super 8, es que era ver el trailer y pensar a cada plano en Spielberg y en pelis que ya había visto y como que no tengo muchas ganas... Y esta...pues me la has vendido bien, pero no sé... Esta semana me tocan dos de Fuller y después igual me pongo en casa con la de Gainsbourg de Sfar.
Pero tomo nota (que a mí me gustan estas historias ñoñas y yo sí que veía y disfrutaba de Aquellos maravillosos años... hasta que dejé de verla).
Un saludo.
Muy buen post, Lombri.
Tomo nota de lo de Flipped. Cuando quieres vendernos una peli, lo haces como nadie (apostaría a que trabajas en el departamento comercial de tu empresa).
En cuanto a lo otro, lo de que nos hacían trizas y nos rompían el corazón, es completamente cierto. Para eso se inventaron las guiris.
Saludos, Jefe.
Esplendor en la hierba es un gran drama romántico, yo opino igual.
En Flipped parece que no se van por el lado fantástico, ni tan siquiera poco. Está bien contar esas historias más cercanas, de sentimientos y tal, del mundo de los niños o adolescentes que, como comentas, todos en mayor o menor grado hemos experimentado (masturbaciones explosivas incluidas ;-)
Me apunto la peli. Por todo lo que cuentas creo que puede tener cosas de la que hizo Dan Aykroyd, Mi chica, una peli que no estuvo mal y habla de esas cosas también.
Un saludo, Lombreeze, y buena entrada.
Borgo, yo también me enamoré de una niña francesa durante un verano de vacaciones pirenaicas. Ella no hablaba ni papa de español y yo ni idea de francés, era muy crío. Mis hermanas que iban a colegio de monjas sabían algo de la lengua gabacha y me dijeron que le preguntara "Comotitapel" que suena a emperador inca. Nunca me respondió.
fiona, peli de nenas y de hombretones son sensibilidad como yo. Es muy bonita.
ricard, claro es que para ligarte a tu prima y competir con el tipo mayor hubieras necesitado salvar a un marciano... toma nota para tu siguiente reencarnación. Si te gusta Rob Reiner, esta peli te gustará seguro.
David, deja a Fuller, eso es para cinéfilos gafapasta y afrancesados. A mí me parece un director mediocre encumbrado por los jóvenes de la nouvelle vauge. Y ningún snob se atreve a llevar la contraria la nouvelle vaugue. Como personaje es más interesante que como realizador, pero eso es cosa del Canal Historia. La de Gainsbourg no está mal, aunque a mí me aburrió a ratos. Supongo que a un amante del cómic como tú le podrá interesar más.
Gracias TRIPI, ya sabes lo que este blog: tu refugio y descanso del guerrero de tus bizarras aventuras por el resto de la blogosfera. Nosotros queremos al TRIPI de los sentimientos, al niño al que una francesita le rompió el corazón durante unas vacaciones mallorquinas...
Gracias Javi. Además para mí Flipped tiene otra virtud: no necesita de añadidos dramáticos o trágicos para conseguir que nos interese una historia como la que cuenta. Aquí no se muere nadie. Y pone de manifiesto otra cosa que yo también creo: los niños de 7, 8, 9, 10.., años son menos tontos de lo que muchas veces nos pensamos los adultos. Yo creo que Esplendor en la Hierba es simplemente perfecta, es una de mis favoritísimas y la que mejor ha contado precisamente el segundo cambio traumático, pasar del amor al sexo sin morir en el intento.
El tema masturbatorio, que yo creo que es la práctica más habitual del ser humano en este planeta, tiene y ha tenido poco reflejo en el cine. A la mayoría nos da corte reconocer nuestros onaneos que son, por definición, una bizarrada de cuidado.
Mr. Lombreeze, recuerdas el Agapito, en pietas... Qué años tendría...? 6 o 7 no? jajajajajajajajajjajajaja...hostias qué me da algo...? Había una familia de panochas y trajeron a un niña de fuera... Me fue a dar un beso y le saque la picha...jajajajajajajaja...
Ya me daba gustito...jajajajajaja!
Este tipo de films me parece para "suavitos" y no me llega nada...!
Hoy triunfa de todo en la taquilla, pero estas películas que contienen cierta nostalgia de tiempos pasados, lo hacen con más facilidad. Un abrazo!
PD: ¿Ves como no dejo de leer? Esto sí que es adicción!
No conocía la película. En realidad, hace siglos que no voy al cine; veo las pelis en casa, en formato dvd... creo que no voy a ver una en pantalla grande desde el Black Swan.
Olivia Newton John... a mí me gustaba mucho cómo salía en Grease, que es un peliculón y punto! Jajaja.
MrMierdas, jajajja, me acuerdo, me acuerdo, siempre has sido un tarado. A esa niña sí que la dejaste Flipped.
Marcos C. bueno, esta Flipped de Rob Reiner creo que fue un batacazo de aúpa. Jajjaa, oye, primero atiende tus obligaciones de poeta. No prives al mundo de tus creaciones por leer un blog gusanero como éste!.
Santiago, menos mal que alguien le hace caso a Oliviva Newton John. Quién no se enamoró de su personaje en Grease?. A mí también me parece una peli buenísima, por cierto.
Joder! Lee los comentarios entre hermanos y ya se me olvida lo que iba a decir (ja,ja).
En fin... Que termino de ver la peli.
Estaba desayunando con un amigo y le pregunto por la de Super 8... me dice que la ha visto. Le digo que estaba más interesado en esta (que yo creía que también estaba en el cine; estoy en la inopia) y me dice que la vio ayer mismo y le había gustado mucho; que era puro Rockwell. Así que entre tu recomendación y la de mi amigo.
Reconozco que soy de los "suavitos"... y aunque la peli no es ninguna maravilla y podría haber estado mejor... me ha gustado bastante-bastante. Es bonita, sí. Y el personaje de la niña es encantador. Y tiene cosas que están muy bien... Y además, qué narices... ya sólo con los temas que suenan de fondo, me gana la peli. Y sale R d Mornay (aunque muy poco)!!
Un saludo.
"Rockwelliana" era el adjetivo que le faltaba a mi post. Qué razón tienes David. Me alegro de que te haya gustado. La verdad es que la actriz que interpreta el personaje de la joven protagonista está magnífica. Claro que sí, a veces hay que dejarse llevar por pelis como éstas que además de estar muy bien hechas y de tener la virtud de conmover y emocionar (como si fuera poco) no son nada "suavitas" porque el dolor más profundo es el del corazón. De Mornay hacieno de mami, o más bien de MILF...
Sí. Y en los créditos, Frank Capra III de productor y de asistente del director.
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