El caso del director J. Lee Thompson (1914-2002) sigue siendo para mí un misterio sin resolver. Puede que lo resolviera leyendo un poco más sobre el tema, pero la verdad es que nunca me he puesto a ello.
La cosa es que este realizador inglés tiene en su haber una obra maestra absoluta del cine, "El Cabo del Terror" (1962), de la que ya os hablaremos más adelante y un par de buenas películas como son la interesante "El oro de Mackenna", (1969, un ejemplo de película de vaqueros que no es un western), y la sensacional "Los cañones de Navarone" (1961).
Las malas lenguas dicen que le tiraba a los palomos y que por eso acabó dirigiendo pelis de Chuck Norris y Charles Bronson. Un día de éstos me estudio su biografía y os la cuento.
"Los cañones de Navarone" contiene, entre otras muchas virtudes, la presencia de Gregory Peck, David Niven, Anthony Quinn y Anthony Quayle, -casi nada-, y una de las mejores frases de la historia del cine que publiqué el pasado viernes en nuestra mítica sección "frases de cine", (original nombre).
La peli arranca con unos créditos iniciales elevados a lo sublime por la gran banda sonora de mi compositor para el cine favorito: el ucraniano Dimitri Tiomkin (1894-1979), el eslavo que compuso los mejores scores para westerns.
Dimitri Tiomkin estudió en San Petersburgo siendo desde chiquitín un superdotado para esto de la música. Famoso es su discurso de agradecimiento durante la recogida de uno de los 3 oscar que recibió, (15 nominaciones), dando las gracias a sus colaboradores: Bach, Mozart... Un fiera de tío que además compuso mi canción favorita: "Rio Bravo". De todo esto también hablaré en un futuro no muy lejano.
La banda sonora que creó Tiomkin para "Los cañones de Navarone" es espectacular y hermosísima. Su célebre tema principal es una gozada y, como es habitual en toda la música de Dimitri Tiomkin, su orquestación revela que estamos ante un compositor que sabe lo que es una orquesta y lo que hay que hacer con todos los instrumentos que la forman, que no sólo de cuerdas vive el hombre.
En verdad os digo hermanos que la maestría del maestro Tiomkin puede casi tutearse con la música culta contemporánea. Vamos a escucharla.
Qué barbarida y qué maravilla.
Tan misterioso como el caso de J. Lee Thompson es la admiración que el tema principal de Navarone despierta entre los músicos ska, esa música nacida en Jamaica, abuela del reggae y ligada al independentismo en la isla de los británicos.
Los rude boys, (no confundir con unos divertidos aparatos de estimulación sexual), abuelos de los skinheads y de los mods, bailaban muy bien el ska, -el skankin-, con mucha parsimonia y elegancia, pese a que procedían de lo peor de cada casa de Kingston.
El caso es que una de las formas de popularización del ska vino de la mano de las versiones que bandas de ska hicieron de la música de películas y series de tv de los 60, dando lugar a varios buenos Grandes Covers de la Humanidad. Poco a poco los iremos escuchando todos.
Comenzamos hoy con el gran tema de "Los Cañones de Navarone" en la versión ska que los Skatalites lanzaron en 1965, y que es obligatorio cantar en cualquier borrachera que se precie.
11 comentarios:
¡Qué barbarida que a Tiomkin le guste Morzart!
;)
En realidad lo que más le gustaba a Dmitri era al-morzart, como a todos.
Gracias soundtrack.
no me imaginaba que alguien llamado asi pudiese hacer la musica tan autentica de los westerns!!
Gran grupo, gran canción, gran película. Gran descubrimiento que me regala de nuevo usted (Tiomkin ).Esperamos esos post que promete...
meneillos, qué razón tiene ud.
Y sí, "Los cañones de Navarone" también suena a western!
Ejem... Lombreeze... te habrás dado cuenta que en mi comentario había dos cursivas y no solo una, ¿verdad?....
...uh....
Así SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!
Que buena....!!!
Arf!!! Ya tengo una nueva sintonía para tararear de forma balbuceante en mis momentos mas sociables!!! Que buenos los Skatelites!
Los cañones de Navarone! La vi en el cine!!! En algún reestreno me llevó mi tío a verla cuando era niño. Pero no la he vuelto a ver desde entonces.
Muy curiosa la versión ska. Está muy bien.
Jo David, pues yo la he visto un montón de veces!, me encanta esa película. La escena de la traidora del grupo que confiesa que no pudo soportar la tortura es demoledora. La bso es genial y la versión jamaicana es súper cachonda!.
Pues para qué te voy a decir que la apunto (la lista es interminable), pero la apunto, vamos. Por recomendación tuya, vi de la de El cuervo (que me gustó mucho)... al tiempo que me bajé varias de Clouzot... y ahí están esperando todavía. Un amigo me pasó un dvd con otras de Dassin...esperando. Unas que me grabó Crowley (esperando). La caja que me pasó mi hermana con unas cuantas (lo mismo).
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