Y ahora es cuando destripo la peli. Saltaos esta entrada los que tengáis la desgracia de no haber visto todavía "El tercer hombre".
Holly Martins descubre a través del Mayor Calloway, que su amigo Harry Lime trafica en el mercado negro con penicilina. Penicilina adulterada cuyos efectos no duda en mostrar el justiciero Calloway al desolado Holly: decenas de niños agonizan en hospitales vieneses víctimas de la medicación venenosa de Harry Lime, su mejor amigo. Para líar un poco más la cosa, Holly se enamora de la novia de Harry, Anna una inmigrante húngara que vive ilegalmente en Viena amenazada por el riesgo de ser deportada por las autoridades soviéticas y que sigue negándose a creer que Harry sea capaz de comete tan tremenda vileza.
Holly Martins descubre a través del Mayor Calloway, que su amigo Harry Lime trafica en el mercado negro con penicilina. Penicilina adulterada cuyos efectos no duda en mostrar el justiciero Calloway al desolado Holly: decenas de niños agonizan en hospitales vieneses víctimas de la medicación venenosa de Harry Lime, su mejor amigo. Para líar un poco más la cosa, Holly se enamora de la novia de Harry, Anna una inmigrante húngara que vive ilegalmente en Viena amenazada por el riesgo de ser deportada por las autoridades soviéticas y que sigue negándose a creer que Harry sea capaz de comete tan tremenda vileza.
En otra de las maravillosas escenas de la película que inmortalizaría otro elemento de la ciudad de Viena, la noria gigante del Prater, Harry descubre la bajeza moral en la que cínicamente sobrevive su amigo Holly:
Calloway juega bien sus cartas y casi tan maquiavélico como el propio Harry, propone a Holly lo siguiente: Si Holly le ayuda a atrapar a su amigo Harry, las autoridades británicas expedirán un visado para Anna que le permita alcanzar el destino europeo que más le convenga evitando la peligrosa deportación soviética. Holly cede a las presiones de Calloway y prepara un encuentro con Harry que será la trampa que provocará la persecución primero por las calles y luego por las célebres alcantarillas vienesas. Cacería del malo que nos recuerda a la maravillosa "M" de Fritz Lang.
Así muere Harry Lime, como en una tragedia griega, a manos de su propio amigo. Su cuerpo yace ahora tirado en el suelo de las sucias y frías alcantarillas vienesas. Es el fin que espera a los malos, a los scarfaces y eddie bartletts, aquellos que no hace tanto miraban con ojos endiosados y mirada cenital desde lo alto de una noria gigante, al resto de los mortales, -los pringaos-, los que se mueren de hambre porque bueno y tonto son palabras sinónimas. Desde lo más alto a lo más bajo. Metáfora del descenso a los infiernos y caída moral del villano.
Tomen nota de todo lo que se puede hacer con una cámara de cine:
Así pues, ¿lección moral aprendida?. Ni mucho menos. La película se cierra con el segundo funeral de Harry Lime. Esta vez no ha podido engañar a la muerte. Calloway asiste al sepelio junto a Holly Martins, preparado para abandonar definitivamente Viena. Anna, que no abandonó la ciudad al descubrir que el precio de su libertad suponía traicionar a Harry, está también presente. Holly lo intentará una vez más con Anna. Pero...
Tomen nota de todo lo que se puede hacer con una cámara de cine:
Así pues, ¿lección moral aprendida?. Ni mucho menos. La película se cierra con el segundo funeral de Harry Lime. Esta vez no ha podido engañar a la muerte. Calloway asiste al sepelio junto a Holly Martins, preparado para abandonar definitivamente Viena. Anna, que no abandonó la ciudad al descubrir que el precio de su libertad suponía traicionar a Harry, está también presente. Holly lo intentará una vez más con Anna. Pero...
Asistimos a uno de los más bellos finales jamás rodados. Final impuesto por el propio Reed contra el criterio de Graham Greene, que apostaba por suavizar un poco la cosa en plan "happy-end" haciendo qua Anna y Holly se fueran juntos. Pero como reconocería el propio Greene:
"Una de las escasas disputas importantes que tuvimos Carol Reed y yo fue acerca del final, y él tenía toda la razón. Mi opinión era que una película de corte ameno como ésta no podía soportar el peso de un final desgraciado. Reed pensaba que mi final (que era indeterminado sin que se hablara una palabra) podía resultar al público, que acababa de ver la muerte y el entierro de Harry, desagradablemente cínico. Me convenció sólo a medias: temía que poca gente iba a aguantar en sus butacas el largo paseo de la muchacha desde la tumba y que el resto de los espectadores abandonaría el cine pensando que ese final era tan convencional como el mío. Yo no sabía hasta donde era capaz de llegar la maestría de Reed, y por entonces, por supuesto, ninguno de nosotros preveía el descubrimiento que hizo de Anton Karas, el tañedor de la cítara. Todo lo que yo había puesto en el guión era algún tipo de melodía relacionada con Lime.".
También tuvo Reed que imponer su criterio al del productor Korda, quien no confiaba tampoco en que el público pudiera aguantar un plano estático tan largo (más de un minuto) que además parecía absolutamente contradictorio con la estética cuasi expresionista de todo el metraje anterior.
Pero claro, Reed contaba con su poderío visual y la música de Anton Karas, como bien dijo Greene. Y así, el director nos mantiene expectantes durante poco más de un minuto y con la duda sobre cuál será la reacción de Anna al cruzarse con Holly. Su total indiferencia, inmisericordia y negación de perdón, no le dejan a Holly otra salida que... encenderse un cigarrillo. Fundido a negro pesimista y final.
Reed nos deja sin la única recompensa que podría consolar en parte al desdichado de Holly. Uno de esos finales que dejan un extraño regustillo en el paladar del espectador, cuyo ejemplo más reciente que recuerdo es el de la excelente película de Ben Affleck "Adiós pequeña, adiós" en la que se expone casi el mismo dilema moral, ése que supone el que nuestra conciencia nos obligue a hacer lo que creemos que es lo correcto, aún cuando las consecuencias de actúar de esa manera no nos devolverán recompensa, gratitud ni reconocimiento alguno, sino un sacrificio personal y varios más de las personas que queremos, y todo para no cambiar las cosas absolutamente en nada.
"El tercer hombre" es una película de sombreros, (como definieron los Coen su magistral "Muerte entre las flores"), de clima frío de los que predisponen a intrigar, con ingredientes de thriller y de cine negro, con triángulos amorosos, traiciones y desengaños. Una partida de cartas entre el Bien y el Mal que acaba en tablas, con un discurso moral tan blanco y negro como su bella fotografía. Una historia llena de momentos y frases memorables, personajes siniestros y carismáticos, y con un reparto de actores en estado de gracia. Hasta el doblaje al español es bueno. Una columnista americana la definió como "el viaje al corazón de las tinieblas de la Europa de postguerra".
Una película perfecta. De hecho, es la más perfecta que conozco.
"Una de las escasas disputas importantes que tuvimos Carol Reed y yo fue acerca del final, y él tenía toda la razón. Mi opinión era que una película de corte ameno como ésta no podía soportar el peso de un final desgraciado. Reed pensaba que mi final (que era indeterminado sin que se hablara una palabra) podía resultar al público, que acababa de ver la muerte y el entierro de Harry, desagradablemente cínico. Me convenció sólo a medias: temía que poca gente iba a aguantar en sus butacas el largo paseo de la muchacha desde la tumba y que el resto de los espectadores abandonaría el cine pensando que ese final era tan convencional como el mío. Yo no sabía hasta donde era capaz de llegar la maestría de Reed, y por entonces, por supuesto, ninguno de nosotros preveía el descubrimiento que hizo de Anton Karas, el tañedor de la cítara. Todo lo que yo había puesto en el guión era algún tipo de melodía relacionada con Lime.".
También tuvo Reed que imponer su criterio al del productor Korda, quien no confiaba tampoco en que el público pudiera aguantar un plano estático tan largo (más de un minuto) que además parecía absolutamente contradictorio con la estética cuasi expresionista de todo el metraje anterior.
Pero claro, Reed contaba con su poderío visual y la música de Anton Karas, como bien dijo Greene. Y así, el director nos mantiene expectantes durante poco más de un minuto y con la duda sobre cuál será la reacción de Anna al cruzarse con Holly. Su total indiferencia, inmisericordia y negación de perdón, no le dejan a Holly otra salida que... encenderse un cigarrillo. Fundido a negro pesimista y final.
Reed nos deja sin la única recompensa que podría consolar en parte al desdichado de Holly. Uno de esos finales que dejan un extraño regustillo en el paladar del espectador, cuyo ejemplo más reciente que recuerdo es el de la excelente película de Ben Affleck "Adiós pequeña, adiós" en la que se expone casi el mismo dilema moral, ése que supone el que nuestra conciencia nos obligue a hacer lo que creemos que es lo correcto, aún cuando las consecuencias de actúar de esa manera no nos devolverán recompensa, gratitud ni reconocimiento alguno, sino un sacrificio personal y varios más de las personas que queremos, y todo para no cambiar las cosas absolutamente en nada.
"El tercer hombre" es una película de sombreros, (como definieron los Coen su magistral "Muerte entre las flores"), de clima frío de los que predisponen a intrigar, con ingredientes de thriller y de cine negro, con triángulos amorosos, traiciones y desengaños. Una partida de cartas entre el Bien y el Mal que acaba en tablas, con un discurso moral tan blanco y negro como su bella fotografía. Una historia llena de momentos y frases memorables, personajes siniestros y carismáticos, y con un reparto de actores en estado de gracia. Hasta el doblaje al español es bueno. Una columnista americana la definió como "el viaje al corazón de las tinieblas de la Europa de postguerra".
Una película perfecta. De hecho, es la más perfecta que conozco.
7 comentarios:
Pues felicidades por el serial, vaya detalles más interesantes que nos has explicado sobre esta maravilla, desde luego me han entrado ganas de revisarla y eso que no debe hacer ni tres años de la última vez.
Saludotes
Gracias Doc, me alegro de que le haya gustado.
Hoy termina el serial. Mañana prosigue el culebrón ... ;-))).
Y la semana que viene, meme de cine.
Una de las cinco mejores películas de la historia. Ahora bien, ¿la más perfecta no era Zampo y yo?.
Mr Lombreeze que final, que post, que peli y que de todo... bravo, bravo, bravo!!!!!
jaja, lunes, el título correcto es "Zampo y yo Claudio".
Gracias MrMierdas. Si al final le va a gustar nuestro blog y todo...
Me he saltado el texto porque no recuerdo los detalles y como la tengo descargada, voy a volver a verla pronto.
Paso por acá luego de varios años.
Excelente las 3 partes, me han sorprendido algunos detalles. Es que si bien es una película que considero magistral no sabía que detrás tenía tantas anécdotas.
El libro de Greene lo leí antes de ver el film, pero fue hace tanto que apenas recuerdo que no me gustó al nivel de la película.
Felicitaciones Mister!
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