jueves, 10 de diciembre de 2009

Robert E. Howard.

Hola amiguitos, como bien comentaban Mr.Lombreeze y Conancito el otro día, Robert E. Howard fue un talentoso escritor tristemente auto-malogrado.
Hoy me gustaría acercaros un poco a su vida, ya que su obra es más que conocida. Famosos son sus relatos, Rostro de calavera o Los gusanos de la tierra. Entre otros muchos, claro.

Muchos habréis leído su triste biografía, así que no nos pondremos a repasarla punto por punto. Baste decir que fue un hombre que no pudo adaptarse al tiempo que le tocó vivir.

Nacido en un pueblecito de Texas en 1906, hijo del médico del pueblo, se dedicó a escribir principalmente relatos de fantasía heroica, pero también westerns, aventuras orientales y de boxeo, que era lo que se llevaba en esa época. La industria del pulp era de lo poco que daba algo de dinero a estos autores y el único ocio al alcance de mucha gente.

Con 18 años publicó su primer relato en la revista Weird Tales, titulado Spear and Fang. Pero trabajar en esos tiempos de profunda crisis y depresión no le ayudó mucho. Con una madre enferma, a la que tenía que pagar sus caros tratamientos médicos, no tenía dinero suficiente para vivir desahogadamente.
Endeudado y sin visos de mejora, decidió un día quitarse la vida dentro de su coche, -un Chevy de 1935-, con un Colt 380 prestado por un amiguete. Se descerrajó la cabeza de un tiro. Eligió este método tras consultar con un médico amigo suyo, el Dr. Hill, para confirmar si una persona moría de esta forma rápida y eficazmente.
Eso sí, ya se había asegurado de tener sitio en el cementerio, (una plaza para él y otras dos más para su moribunda madre y para su padre), y había dejado escritos y órdenes concretas a la revista Weird Tales acerca de cómo publicar sus póstumos relatos. Lo que ya no sabemos es si la revista pagó estos y otros relatos que le adeudaba.

Los relatos de Howard destilaban una fantasía diferente a sus contemporáneos del otro lado del Atlántico. Junto con Lovecraft y Clark Ashton Smith desembarcaron en la revista Weird Tales, donde desarrollaron la fantasía sin moñeces del estilo de las de Tolkien. EE.UU. estaba en depresión y a diferencia de los autores ingleses con la vida resuelta, influenciaban sus escritos con tremendas vidas primigenias y no con ejemplos de vida burguesa.

Para la revista debían de crear a un ritmo frenético, encontrando el camino para lo que sería la definición de la Fantasía Norteamericana: mundos primitivos, mundos perdidos con razas olvidadas, en lugar de copiar las épicas nórdicas y textos antiguos greco-romanos como hacían los conservadores europeos.

También decir que Howard era el típico americano e, imitando a sus personajes, era un tío supercachas, en parte debido a que de pequeño se llevó más hostias que pelos en la cabeza. En fin, un tipo algo peculiar: sonámbulo, de vida cuasi-nocturna...

En la parte mala, no ocultaremos que fue tachado de racista, (en esos años y en Texas...), sin embargo, era una persona altamente sensible con la naturaleza y con los animales.

Los gusanos te damos las gracias Robert E. Howard. Gracias por Conan, por Kull, por Solomon Kane, por Bran Mak Morn, por Cormac Mac Art. Y por otros muchos.
Gracias.

21 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Todo voló, todo acabó
Así que dejadme sobre la pira
La fiesta ha terminado
Y las lámparas se apagan.


Lo que más me gusta de los personajes de Robert E. Howard es que sus héroes transmiten esperanza, esperanza por derrotar a brujos, espíritus y monstruos ancestrales con virtudes físicas cultivadas a hierro y sangre.
La saga Conan es una de las lecturas con las que más he disfrutado durante mi gusana existencia.

Crowley dijo...

Transmiten esperanza, no podría haberlo definido mejor que tu. Qué buenos momentos nos ha hecho pasar este hombre y qué fianl más trágico.
Saludos, por Crom!

Conancito dijo...

Comparto totalmente las apreciaciones de Monseñor, de Mr. Lombreeze y de Crowley. A mí también me fascina el mundo creado por Howard, la fabulosa Edad Hibórea, con las torres llenas de arácnidos misterios de Zamora (la hibórea, no la castellana), las resplandecientes megalópolis de la imperial Aquilonia,las montañas pobladas por caníbales prehumanos en las fronteras del norte, los suntuosos palacios de los magos y gentileshombres de Nemedia, las espantosas criptas llenas de horrores de la siniestra Estigia, las selvas y desiertos poblados de extrañas criaturas y de misteriosas ciudades en ruinas construidas por seres prehumanos hace incontables eones. Un mundo brutal, misterioso, fascinante, poblado de rutilantes civilizaciones siempre acosadas y a la defensiva frente a la incesante barbarie del primitivismo y de las fuerzas prehistóricas y prehumanas. La Tierra Media de Tolkien no puede compararse ni de lejos a la magnificencia del mundo hibóreo.

A prpósito: ¿Qué os parecen los pastiches de Sprague Du Camp? Yo los encuentro bastante flojos en general, y por supuesto a años luz del gran escritor tejano.

Mister Lombreeze dijo...

Conancito, yo no he leído mucho de este señor, no puedo opinar con mucho criterio. Es verdad que recuerdo sus Conan un poco más flojos y con menos garra que los de Howard, pero a mí me gustaron en su día. Tenían más humor, eso también es verdad
Hace unos pocos años me leí su "Que no desciendan las tinieblas" y oye, yo me lo pasé muy bien. Me gustó mucho el rollo ése de luchar contra la llegada de la Edad Media. La eterna lucha contra el oscurantismo que los Gusanos también libramos día a día, je, je...

Lo que hay que reconocerle a este escritor es que tenía un nombre chulísimo.

Insanus dijo...

Gracias por Conan, desde luego.

Anónimo dijo...

una puntualización. a Robert Howard no lo tacharon de racista, era un racista como la copa de un pino. y que viviera en Texas en los años treinta NO es excusa. Harper Lee vivió en Alabama en los años treinta y no salió racista. En el talento literario de Howard no entro, pero uno tiene que asumir cómo son sus autores favoritos, con lo bueno y lo malo.

y otra cosa, el final de howard es trágico, pero en el sentido de que todo suicidio es una tragedia. howard se suicidó porque estaba muy mal psicológicamente, porque su situación no era tan desesperada. estamos hablando de 1936, con la depresión bien instalada todavía en estados unidos. howard tenía una casa, un coche, ganaba cierto dinero vendiendo sus relatos, y seguía vendiendo bien en su último año, aunque Weird Tales tardara en pagar. además era joven y estaba sano. comparado con millones de compatriotas era un privilegiado. como dijo sprague de camp, Howard tenía un demonio de la perversidad aún más jodido que el de Lovecraft.

MonSeñor Gusano dijo...

Bien apuntado anónimo, decimos que fue tachado de racista, los gusanos no entramos a valorar si lo era o no. Simplemente damos la información. Y la verdad es que bién de la pelota no estaba. Claramente cualquiera puede quitarse en medio cuando hay problemas. Para mi es de cobardes, pero bueno es lo que hay. Eso no quita para que se le reconozca que en cierto modo, era un genio.

Unknown dijo...

Suicidarse no es de cobardes:

Simplemente se trata de una decisión rápida que, por cuestiones del azar (no haber platicado con alguna persona que le diera otra perspectiva al candidato a suicida) tuvo lugar.

Mucho se habla de valentía (sobre todo entre mamones que no se han enfrentado a un peligro verdadero y que juzgan a lo pendejo), pero la verdad es que el carácter de un hombre se modifica de acuerdo a las circunstancias, enfermedades, debilidades, etc.

Howard fue un gran escritor, y un hombre valiente con poca suerte.

Y ciertamente sus mundos fantásticos son muy superiores a los universos ñoños de Tolkien (a quien, sin embargo, hay que reconocer su preciosa estilística y erudición).

Elko

Anónimo dijo...

Solo un absolutista cerrado llamaría "ñoño" a Tolkien; además, si Howard no hubiese copiado, de cierta manera las sagas greco-romanas, Solomon Kane no hubiese terminado combatiendo contra Arpías. Lo que muchos llaman "ñoño" en Tolkien, no es más que un juicio de valor de unos pocos; en cambio, es imposible negar el racismo y la marcada eugenesia con la que Howard teñía sus relatos. No trataré de decir que Tolkien era mejor que Howard o que Howard era superior a Tolkien; ambos fueron escritores excepcionales, maestros de sus géneros. Lo que hay que comprender es que fueron personas diferentes, y escribieron con estilos diferentes que no es necesario comparar o menospreciar;sino, por el contrario, aprender a nutrirnos de ambos estilos ya que, tratar de medir a Tolkien con la vara con la que medimos a Howard (o viceverza), no es más que una perdida absurda de tiempo y una forma inútil de desgastar la maravillosa esencia literaria que nos han heredado ambos escritores.

Anónimo dijo...

Howard habrá vivido, bien o mal en la gran depresión; Tolkien combatió en la primera guerra mundial, y mucho de lo que vivió y sufrió lo plasmó en su obra, igual que Howard. Lo importante no es ver quien es mejor; lo importante es comprender y aceptar las cosas buenas que ambos legaron al futuro, y aprender de sus errores y pensamientos equivocados para no volver a cometerlos

Mister Lombreeze dijo...

Y solamente un fanático maleducado y faltón como tú, Anónimo, llamaría de primeras "absolutista cerrado" a alguien, en su casa, por el hecho de calificar de "moñas" a Tolkien.

Tira, vete al baño y te la cascas con el Sinmarillion o como cojones se escriba el tostón ése de Tolkien.

Gracias por aclararnos lo de que Tolkien y Howard fueron dos personas diferentes. Lo importante es lo que tú digas, Anónimo.

P.S. conozco un buen terapeuta especializado en sectas. Si te interesa su teléfono, me lo dices.

MonSeñor Gusano dijo...

APRENDE A LEER ANÓNIMO. Tolkien escribía "MOÑECES", no siempre. Pero vamos el pedófilo homosexual que era, le hizo escribir un libro, chulo, eso si, sobre 2 crios homosexuales. Buscando su amor, simbolicamente oprimido, en un anillo. Pero que la versión cinematográfica, censuro fabulosamente. Lo que seguramente le hiciera ser un "MOÑAS", por escribir un culebrón. Pero como no lo se, no aparece escrito en la entrada que lo fuera.
"Ñono" tampoco lo pone. Si fueras de zaragoza, te recomendaría la secta "Tolkien" donde puedes dar rienda suelta a tus fantasías de crio. Y si, hay chavalas. Así puedes montarte tu peli particular de Beren y Luthien. O bien buscarte a un Troll obeso y que haga de ti, su esclavo.
Hazme caso, que yo también he estado en una guerra. Única razón convincente que das en tus comentarios. Hacer caso a los combatientes. Os lo dice el "anónimo"

Anónimo dijo...

¿Cómo se llama la sociedad que me recomendaste, mi claramente "educado";psicológicamente trastornado y, definitivamente cerrado, amigo GUSANO...?

Anónimo dijo...

No creo que el terapeuta que recomiendas sea muy bueno, sobre todo si tú fuiste tratado por él. De todas maneras te recomendaría que le preguntes por el complejo de Edipo de Howard.Te felicito por tu blog y me gustó mucho que no perdieras tiempo escribiendo sobre esa basura de crepusculo

Mister Lombreeze dijo...

Hala Anónimo, que sí, que tú eres un tío muy educado y muy equilibrado y nosotros un par de tarados.
Ahora que ya ha quedado claro, vete a cascala y no vuelvas a tocar las narices.
Y te metes tus felicitaciones donde te quepan.

David dijo...

Pues ya os dan guerra las viejas entradas, que de repente me doy cuenta que lo de anónimo es de diciembre del 2011.
En fin...
No recuerdo si leí a Conan...Pero de Howard leí unos relatos que de crío me parecieron un peñazo...Siempre era lo mismo. Un tipo se daba un golpe y se trasladaba a una época pretérita en la que se ponía a machacar gente. Y tufillo racista sí tenían. Luego, cuando se despertaba, se sorprendía porque en los amigos con los que estaba en la fiesta o lo que fuera antes de darse el golpe, veía las raíces de la raza de sus enemigos cuando era un noble bárbaro salvaje por civilizar. Y todos los relatos parecidos.
No sé... Tengo tantos amigos que alucinan con Howard, que igual le doy alguna oportunidad algún año (además, que ahora debe haber ediciones muy majas).
Pero como dice otro amigo acertadamente cuando habla de Howard y Lovecraft: "Tanto amor a la madre no puede ser bueno, ¿no?" (ja,ja)
Un saludo, chicos (jo! una entrada de Monseñor para variar; aunque sea añeja).

David dijo...

Ah! Sobre lo de las moñeces de Tolkien... La parte de Tom Bobadil o como se llamara fue un poco pesada, pero yo disfruté como un enano tanto con El señor como con El hobitt (no he leído más;Ah! sÍ, Egidio el granjero y otros relatos; me gustaron). También es cierto que los leí con 13 ó 14 años... y miedo me da volver a cogerlos. Algún amigo los relee a menudo...pero a mí me da que se me caerían de las manos (igual no; no sé)... pero por preservar ese entrañable recuerdo, los dejo reposar en la nostalgia.

David dijo...

Las obras de Howard yo las he disfrutado más vía tebeo, claro. Los Conan de Thomas, Buscema y BWS...

David dijo...

Aquí, olvidado de estos dos... Sí. Ya responderán algún día.

Anónimo dijo...

Sois todos vosotros una panda de ignorantes, enfermizos y despreciables, incapaces de valorar la literatura debidamente, solo desde la simpleza y la clara e irritable inexperiencia. Veneráis erróneamente a un escritor racista, repetitivo y carente de originalidad o creatividad, quien en sus respectivas obras lo copió todo, absolutamente todo de fuentes ya existentes, trastornando y modificando constantemente y a su gusto los nombres históricos y los personajes de la cultura popular. Tolkien fue un genio, un auténtico poeta y filológo al que ningún estúpido topicista a logrado superar ni de lejos. La Era Hiboria no tiene ni sentido ni magnificencia, además de ser confusa y desordenada desde todos los ámbitos. Tolkien supo crear un complejo mundo con sus pueblos, lenguas y edades desde un amplio e insuperable conocimiento y entendimiento de las mitologías y tradiciones europeas, principalmente nórdicas, y, sin embargo, la Tierra Media, toda Arda, es individual y magistral por si misma. Dramática, exuberante y, en definitiva, increíblemente inmensa para ser comparada con la sencilla y vulgar narración e historia del insano Howard. Sacáis conclusiones equívocas e incomprensibles desde la ignorancia y el odio hacia Tolkien, por un orgullo y vulgaridad injustificables.

Unknown dijo...

Racista, fascista, desequilibrado, hereje... coño que pesados los meapilas del"progresismo" pseudoreligioso e integrista , el marxismo cultural y enfermos mentales de sobresocialización y adoctrinamiento televisivo.
Anda e iros a tomar por cul y viva por Lovecraft y E.Howards.

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