lunes, 15 de septiembre de 2008

Dmitri Dmitrievich SHOSTAKOVICH: el sinfonista más grande del s. XX


El siglo XX fue, en lo que a música clásica y tecnología nuclear se refiere, el siglo más loco de todos. Comenzaron los jóvenes músicos, muy bravos ellos, cargándose la forma Sonata, que había aguantado como base de casi todas las composiciones clásicas durante más de 150 años desde que la definiera por primera vez el genio e inventor de la Sinfonía Joseph Haydn (1732-1809). Luego llegó Schoenberg (1874-1951) con su dodecafonismo y serialismo, o sea, con el paroxismo del cromatismo de R. Wagner o G. Mahler, y con tanto "-ismo", directamente es que se fue todo a tomar viento.
Ya sabéis que Schoenberg, von Trier, (que no ha conseguido todavía jodernos el cine, pero está trabajando en ello), y demás artistas de esta calaña son personajes non gratos en el Universo Gusano.
La Segunda Guerra Mundial y sus bombas, y la posterior Guerra Fría y su Telón de Acero fueron, probablemente, el episodio más trágico de la Historia de Occidente y amargó a mucha gente la existencia. A otros directamente los mató.
A los artistas también les tocó sufrir la cosa en sus carnes o en sus cabezotas. Sus corazones se helaron como los soldados en Stalingrado, y su arte, en los peores casos, se distanció del público casi ya para siempre.
Un claro ejemplo de cómo influyó esta oscura etapa de totalitarismos europeos en el Arte, es el del GENIO y más grande sinfonista del s. XX, Dmitri Shostakovich (1906-1975), o como prefería que le llamaran Дми´трий Дми´триевич Шостако´вич.


Para mí hablar de Shostakovich es como hablar del Western o de 2001 . La cosa me impone mucho, pero tengo que hacerlo, porque me lo pide el cuerpo.
Shostakovich tuvo, durante la dura etapa del totalitarismo soviético en la Madre Rusia, muchos problemas con los jerifaltes del PCUS, porque Dmitri era muy moderno para sus gustos, que eran los gustos del pueblo según decían en la plaza roja, aunque al pueblo nunca le preguntaban. Así que el hombre empezó muy inocente y feliz en plan vanguardista, (p.e. su sinfonía n.2, o su ópera "La nariz"), pero la presión de los estamentos oficiales que veían su música muy burguesa y personalista, -lo mismo que la poesía de Zhivago-, y muy lejos del "realismo socialista" exigible a todo artista soviético, le hizo derivar hacia un hermoso romanticismo tardío. Es decir, composiciones de formato clásico, (sinfonías, óperas, etc..), con el toque moderno del siglo XX, (atonalismos moderados, ritmos sincopados, orquestaciones de novedosos colores, cromatismos, etc). Esto y las pelis bélicas de Hollywood son, posiblemente, lo mejor que nos dejó la terrible WWII.
Nosotros sentimos enormemente el sufrimiento interior y exterior de Shostakovich bajo la opresión comunista, pero el resultado de estas tiranteces entre modernidad y clasicismo dio un resultado musical que nos da un gustazo indescriptible. Por ello Shostakovich es uno de nuestros héroes favoritos.
El punto de inflexión en la vida musical de Dmitri Shostakovich fue su famosísima Sinfonía n. 5 en re menor, op. 47 de 1937.
La historia de esta sinfonía es bien conocida y, resumiendo, viene a ser una entonación de meaculpa de Dimitri al son de sus geniales notas en plan: "perdón, perdón, que me estoy pasando de moderno, pero he recapacitado y lo voy a hacer mejor a partir de ahora", o más literalmente, "Respuesta de un artista soviético a una crítica justa". Respondía así a las críticas que le lanzaban los chupatintas del Pravda. Se habían quedado turulatos después de conocer su magistral sinfonía n. 4.
La sinfonía n. 5 de Shostakovich es la bajada de pantalones más hermosa en la Historia de la Humanidad,
y un ejemplo de un fenómeno muy curioso: las obras de música clásica compuestas bajo las directrices de los totalitarismos nazis con su "arte heróico", (el "Carmina Burana" de Carl Orff), o de la dictadura comunista con su ya citado "realismo socialista", (Shostakovich, Khachaturian, etc), son en nuestros días mucho más célebres que los desvaríos vanguardistas del mundo libre, (Schoenberg, Berg, etc). Espero que esto no signifique nada.
La sinfonía n. 5 fue bien recibida el día de su estreno y junto con la n.6, supuso la reconciliación artística de nuestro héroe con el padre Stalin.
Dmitri Dmitrovich se refugiaba en sus gloriosos cuartetos de cuerda para crear más libremente y sufrir un poco menos.
Hoy vamos a escuchar el comienzo de su impresionante 1er movimiento, Moderato, que se abre con un espectacular ataque de las cuerdas que entonan un canon que todo buen ciudadano del Universo conocido debe de sentir en sus oídos al menos una vez en la vida antes de fundirse con el infinito.
Otro día escucharemos su 3er. movimiento, Largo, que me pone los pelos como escarpias. Como el 3er mov. de la sinfonia n.7 y muchas páginas más de la música sinfónica de Shostakovich.
Por cierto, Shostakovich compuso 15 sinfonías. Os vais a hartar de escuchar música de este genio en este blog. Estais advertidos.



Vulgo: - Pero si yo nunca he escuchado nada de Shostakovich...
MrLombreeze (ser superior): - Yo pienso de que sí.
Vulgo: - No me suena.
MrLombreeze: - Si veías la gran serie de Carl Sagan, "Cosmos", escuchaste muchas veces su Sinfonía n. 11.
Vulgo: -No, que no la veía...
MrLombreeze (para sus adentros): "ay madre...".

10 comentarios:

lunes dijo...

Shostakovich es tema serio pero no puedo dejar de sonreir con su particular lírica Lombreeze : "A otros directamente los mató ". Por suerte un ser superior me hizo conocer su primera sinfonia..y cualquier gusano sano debería amar estas cosas.

Unknown dijo...

Interesante pero...me aburroooooo!!!

Mister Lombreeze dijo...

Amén lunes. No olvides escuchar todas las sinfonías de este hombre antes de morir. Compienza por la 4,5,7,10,11 para abrir boca.

jorge, si a Stalin le gustó esta sinfonía a ti también debería de molarte mazo.

Bueno, qué narices, a vosotros os va a gustar lo que diga yo, que para eso soy el máximo dirigente del PGUSano.

Anónimo dijo...

Érase una vez un culé que se enfrentó a una coincidencia insólita. Mientras en su ciudad se iba a celebrar un concierto cuyo programa incluia su sinfonía favorita, su equipo iba a disputar la Final de la Liga de Campeones en Wembley. Con la gentil ayuda del todavía proto-Lombreeze y de su socia "poker-face" Shepherd, el atribulado personaje alcanzó la plenitud forofo-musical.

Mister Lombreeze dijo...

Gol de Shostakovich.

Javier Chacón dijo...

Sin duda buen movimiento. Soy de esa parte del vulgo que sí ha visto la magnífica "Cosmos" (como no podría ser de otra forma, de donde si no iban a venir mis desvaríes científico-existenciales).

Y esta obra, aunque no conociera a su autor, sí la conocía a ella. Me suele pasar con la música, conozco las obras y no a su autor, después un día me doy cuenta de que son todas de la misma persona y me quedo a cuadros.

Gracias por situármelo además en su contexto.

Anónimo dijo...

yo he disfrutado una vez más con el texto, Mr Lombreeze. Tengo los altavoces del PC (no PCE) fuera de funcionamiento desde hace tiempo, y para largo, soy así de pachorras. El baile de los Yolngu si lo disfruté, a pesar de no oir nada. Pospongo la audición del señor Lokomotiv este, para otro momento, espero que me de tiempo antes de morir,...SI NO VOLVERÉ PARA ELLO...JAJAJAJAJAJA (ECO)

Mister Lombreeze dijo...

javier, otro día subimos la música de "Cosmos" para recordar viejos tiempos...

elfantoche. Hombre, la música de Dmitri es genial, pero hay que reconocer que sin sonido pierde un poco...
pf. remedia lo de tus altavoces comunistas cuanto antes.

Redrum dijo...

JAJAJAJAJAJA!!! La verdad que Shostakovich pierde mazo sin sonido, y el director parece tonto con tanto movimiento pá ná.

Por mi parte no soy muy dodecafonista, sino más bien rachamaninoviano y polimorfo, vamos, tradicional. De los que quitarían las teclitas negras del piano porque no sirve pá ná y hacen feo.

Gran entrada, sin duda! Pero el video ese... ¿qué es?

¡1 saludo!

Mister Lombreeze dijo...

redrum, no te metas con Michael Tilson Thomas que aunque use cuello Mao es un director buenísimo.

Las teclas del piano están para hacer bonito y para que, al tocarlas, crees música que suena siempre a china o japonesa.

Shostakovich tonteó con el dodecafonismo pero, afortunadamente para nosotros, no se volvió un loco del serialismo. Viva Rachmaninov, por supuesto.

El vídeo del que hablamos es uno de nuestra gloriosa sección SATURDAY NIGHT FEVER, homenaje al baile, (repásatelos que te gustarán, sobre todo el de van Damme...). El que cita elfantochedelaopera es éste:
http://gusanoylombriz.blogspot.com/2008/09/saturday-night-fever-meets-alianza-de.html

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