viernes, 30 de marzo de 2012

The WTF Movies: Insidious (James Wan, 2010). El Descojone padre.

Hacía meses que no me reía tan a gusto viendo una película en casa. En serio. Pero es que... ¿¿¿¡¡¡¿¿¿ cómo no me voy a descojonar viendo un bicho como éste???!!!???.


Me refiero al bicho rojo de atrás, no al actor Patrick Wilson aunque sea, -junto a Sam Worthington y Daniel Brühl-, uno de los más inexpresivos rostros de la actualidad cinematográfica.

Reconozco que disfruté viendo
Saw allá por el año de su estreno, aunque posteriores visionados parciales en tv me han decepcionado un poco porque es una película con una premisa argumental que quema su único cartucho tras el primer visionado pero, vaya, que la propuesta era original y, en cierta medida, sí que revitalizó el género de terror-gore (al menos del terror que nos dan los sicópatas sevenianos). El resto de la filmografía de su director, el austaliano James Wan, no me había atraído en absoluto hasta que me decidí el fin de semana pasado a ver Insidious, una película cuyo principal atractivo residía en que parecía despertar filias y fobias a partes iguales. Así que, finalmente, he visto Insidious con una expectativa tan poco exigente como la de que me revitalizara un poco el viernes noche. Con eso me conformaba.

Ahora espero que ninguno de mis amigos fans de Insidious se sientan ofendidos ni incómodos en esta su casa (porque no es ésa mi intención para con ellos) por lo que voy a decir a continuación: Insidious es una memez (todo lo contrario que yo opinan my friends Insanus y David Amorós).

Prácticamente no existe nada en Insidious que no esté directamente tomado de alguno de los clásicos del cine de terror que van desde la magistral Suspense (1961) o la acongojante El Carnaval de las Álmas (1962)..,


.., pasando por la icónica Poltergeist (1982) o las inigualables e inalcanzables El Exorcista (1973) y El Resplandor (1980), y continunando con etc, etc de innumerables similitudes argumetales y estéticas de multitud de películas de casas encantadas amityvillianas, y posesiones demoniacas. Indisidious incluye también, of course, un epílogo sorpresa como lo han venido haciendo casi todas las películas malas de terror desde Viernes 13 (1980). Una firma que viene a decir "vale, es verdad que todo esto que te acabo de contar es una chorrada como un piano, pero a que esto otro del final no te lo esperabas". Una pena.


Tanta referencia en Insidious me hace llegar a la bienintencionada conclusión de que la película es un condensado homenaje a todo un género, lo que no tiene, a priori, nada de malo. Lo malo es el resultado final: es lo que técnicamente se conoce en el mundo del cine con el término "batiburrillo". Y es que el guionista Leigh Whannell monta todo un elaborado planteamiento metafísico para que unos fantasmas acaben por venir a darnos sustos haciendo chirriar puertas, tirando al suelo jarrones y apareciendo repentinamente como hacía mi abuelo por las noches cuando se levantaba a mear.

El protagonista de Insidious no es ni la casa, ni el niño, ni la madre, ni el padre, ni la abuela médium, ni los bufones cazafantasmas, ni los fantasmas, ni el demonio de pezuñas y garras. Son todos a la vez pero ninguno en concreto. ¿Eso es bueno o malo?. A la vista de los resultados es catastrófico.

Los fantasmas de Insidious son estéticamente ridículos (esto es imperdonable) y no dan mucho miedo por lo que el compositor Joseph Bishara ha tenido que currarse lo de la banda sonora para enfatizar el asunto y redundar con los chirridos de sus violines los de las bisagras de las puertas de las enormes mansiones de la película (al final va a resultar que mi padre tenía razón cuando decía: "cuanto más grande es la casa, más hay que limpiar").

Pero seamos justos y vamos a concederle a Insidious el par de méritos que sí tiene: 1.- conseguir que una casa muy bonita resulte inquietante a plena luz del día (aunque más mérito tuvo lo de Chicho cuando lo consiguió con un pueblo entero) y 2.- conseguir que el guión dé un giro inesperado en la primera parte de la trama. Pero no es suficiente para salvar a Insidious del abismo cinematográfico al que pertenece porque la segunda mitad es.., es que es.., delirante, chapucera, precipitada, torpe y ridículamente naíf (esto último es lo que resulta a muchos atractivos, como la perenne sonrisa de oligofrénica que lucía Audrey Tautou en Amélie). Ah, casi me olvido, quédense hasta el final de los títulos de crédito que cierran la película porque, ¡¡¡no se lo van a creer!!!, se van a llevar un sorpresón (espero que se note la ironía).

Es verdad que Insidious no deja indiferente: mi mujer pasó miedo y yo me partí el ojete.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Infierno de Cobardes. La Huelga del 29-M.

***Este post fue publicado originalmente con motivo de la Huelga General del 29 de septiembre de 2010.***


Capítulo I. Once upon a time...

“En todas las épocas, cuando la situación del pueblo ha llegado a un punto tal en que una gran parte se queja de las injusticias existentes, la clase poseedora responde que las censuras son infundadas, y atribuye el descontento a la influencia de ambiciosos agitadores. La historia se repite. Pero aunque los obstáculos que se opongan al progreso parezcan insuperables, siempre han sido vencidos, y esta vez no constituirán una excepción a la regla”.

Adolfo Fischer, anarquista ejecutado el 11 de Noviembre de 1886 junto a otros de los tristemente célebres mártires de Chicago.

La Huelga General y el 1 de Mayo también se inventaron en los USA: 8 horas para el trabajo, 8 horas para el sueño y 8 horas para la casa. Si no podemos conseguir mantener un mundo así para las futuras generaciones, lo mejor es que el mundo se vaya a tomar por el culo cuanto antes.
Esta petición de los trabajadores norteamericanos que amenazaron con ir a la huelga el 1 de mayo de 1886, si no se atendía su reivindicación de reducción de jornada laboral a 8 horas, fue calificada por los periódicos de entonces de "indignante e irrespetuosa", "delirio de lunáticos poco patriotas", "lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo".

Afortunadamente hoy día ya no les tiramos bombas a los jefes pero, no nos engañemos, es solamente porque los jefes ya no pueden llamar a la policía o al ejército para que nos peguen tiros a los obreros. El día que un policía mate a mi mujer de un disparo durante una manifestación a petición de su jefe, iré a su oficina y le tiraré una bomba casera. Y, si no me cuelgan por anarquista, cuando salga de la cárcel iré a ponerle flores a la tumba de mi mujer y a mearme en la de su jefe.
Y ahora viene eso de que el que no conoce la Historia está condenado a repetirla...

Capítulo II. Present day. History repeating...

La falta de regulación y de control por parte de los Gobiernos y Bancos Centrales a las actividades de la Banca permitió una peligrosa especulación de los listos de siempre que las prestigiosas agencias de riesgo no detectaron (otros listos), que salió mal y que fue la principal causa que nos ha precipitado a la crisis que estamos sufriendo ahora. O sea, algunos bancos metieron la pata apostando al caballo perdedor y se quedaron sin dinero para prestar a otras actividades empresariales y a particulares. Otros bancos engañaron a sus clientes y sin verguenza alguna, echaron la culpa al pueblo que quiere tener una casa y un coche propio y eso está muy mal, pese a que es lo que ellos evangelizaban. Los Estados también se quedaron sin pasta porque tuvieron que dársela a los bancos para que no se fueran a tomar viento. Las consecuencias han sido despidos masivos y van a ser recortes en las conquistas sociales que ha conseguido el movimiento obrero.

Yo nací pobre, tonto y sin talento, como mi padre y mi madre, quienes ya me advirtieron que era la peor combinación que te podía tocar en la vida. Pero no nací tan tonto como para no darme cuenta de que la única forma de subir a la Torre Eiffel o navegar por los canales de Brujas, antes de morirme, era sacrificándome de alguna manera. Así que elegí no tener hijos ni casa para poder ver la bahía de San Francisco y la de Tokyo que son una preciosidad que mis padres nunca verán porque tuvieron 6 hijos pobres y tontos.

Capítulo III. The strike.

Yo soy un white collar worker de una planta española de una multinacional yanki. Nuestra planta tiene unos resultados económicos envidiables, un montón de cafeteras y un comité de empresa fuerte que piensa que los administrativos somos unos jetas que nos tocamos los huevos todo el día y que los únicos trabajadores de verdad son los blue collar workers como ellos. Pero bueno, no se lo tengo en cuenta.

Soy un puto proletario, sí, pero agraciado por la diosa Fortuna. Pese a ello yo hago huelga porque creo que es necesario protestar y porque lo peor que me va a pasar es que me van a quitar 100 euros de sueldo a final de mes que, en mi caso, me toca los cojones porque no tengo ni hijos ni hipoteca (vivo de alquiler). Pero esta situación, mi situación, no es la de todos los trabajadores españoles.

Mi mujer no puede hacer huelga porque si la secunda, dentro de cuatro días la trasladarán de la tienda en la que trabaja (a 5 minutos de casa), a otro establecimiento que tiene la empresa en una carretera perdida a tomar pol culo de todo y que es como la Siberia particular de su jefe.
Mi hermana no puede hacer huelga porque trabaja de camarera en una cafetería y si la secunda le cambiarán el turno de mañana y el único fin de semana libre que tiene al mes por el turno de tarde, sin fines de semana libres, que se ha estado chupando durante los últimos 8 años.
Mi cuñado no puede hacer huelga porque está en paro desde hace 1 año. Y así, hasta el infinito y más allá.

La lucha entre el capital y el obrero sigue existiendo y probablemente siempre existirá por definición. A lo mejor no tiene nada de malo que la cosa funcione así. Pero hay una diferencia entre un combate de boxeo y la paliza de un abusón.

Esta es la puta realidad del mundo en el que vivimos muchos de nosotros. Así que yo hago huelga también por mi mujer, mi hermana y mi cuñado. Unos tipos a los que no les he oído quejarse durante toda su vida de casi nada y a los que yo, desde mi privilegiada posición actual, no tengo los santos cojones de pedirles que sean los héroes de un día para que luego se tiren 300 días más yendo a trabajar a Siberia las noches de los fines de semana.

Pero me cago en todos los que, como yo, lo tienen fácil para secundar esta huelga y creen que no es una propuesta descabellada, pero no les ha salido de los cojones secundarla para que no les descuenten 100 putos euros a final de mes. Son los mismos que se acogen a todas las conquistas sociales de permisos paternales y maternales, días de asuntos propios, permisos por mundazas, enfermedad de familiares. Los que se toman 3 días libres porque se les ha muerto un tío en Cuenca al que no ven desde 1983 y los que se quejan de que les van a quitar el cheque bebé el año que viene.
Los muy gilipollas se han cogido el día de vacaciones o la baja o se han ido de viaje de negocios o han entrado por la puerta de atrás a la empresa para que no les vean los del piquete o yoquésé, y encima se piensan que son más listos que los demás.

A estos chavales y chavalas quiero deciros 4 cosas:

1.- F*ck U.
2.- Peseteros.
3.- Así os gastéis los 100 euros en medicinas.
4.- Ojalá vuestros hijos trabajen 14 horas al día como los obreros de Chicago de 1886.

El hamburguesamiento del primer mundo nos hace vivir en un infierno de cobardes, (yo el primero), pero, coño, hasta en el infierno de Dante había categorías.

100 Años de... PAN Y ROSAS.

lunes, 26 de marzo de 2012

Canciones de Cine. El Havre (2011). Aki Kaurismäki nunca defrauda. Siempre genial.

I love Aki Kaurismäki. Lo admiro más a él que a la mayoría de los directores a los que él dice admirar porque estos últimos suelen ser mucho más aburridos que el maestro finlandés. Y es que Kaurismäki puede que sea el poeta del eterno retorno al desencanto (puede) pero sus versos cinematográficos siempre contienen dos indispensables ingredientes que no son, en absoluto, secretos: el humor y la música.


Por eso Kaurismäki es un maestro. Sus películas podrían titularse
"Qué feo es vivir" o "Qué triste es vivir" o "Qué gris es vivir" o "Qué jodido es vivir" o etc, etc, pero, en cualquier caso, siempre llevarían el subtítulo de "pero hay que vivir". Y esa es la puñetera realidad. Además, no puedo considerar pesimista a alguien que incluye el rockandroll en las bandas sonoras de sus películas por mucho que su tragicómica mirada, su cali-gélida mirada, parezca estar siempre obsesionada con los desheredados, los desfavorecidos, los desafortunados y, también, con los desaliñados.

Casi todas las películas de Kaurismäki incluyen una escena en la que los protagonistas bien asisten a un concierto de rock, bien escuchan esta música en la radio o en un jukebox de algún bar, así que, como diría Santos Trinidad, ¡¡¡rockandroll!!!, un género musical que no entiende de edades, nacionalidades o altura. Compruébenlo por boca de la estupendísima voz de una pequeña figura del rock francés: Little Bob que aperece en El Havre, la última película de Aki Kaurismäki, parodiando los conciertos solidarios. Se parece a mi abuela, pero qué marcha y qué voz tiene el tío.



A Kaurismäki siempre se le acusa de quedarse en esteta del inframundo que es como acusar a una mujer arrabalera de ser hermosa, pero una mujer puede ser muy hermosa aunque sea una camarera de la más cutre taberna portuaria de los más bajos fondos de la más triste y fría de las ciudades del norte de Europa (una zona del mundo triste y fría por definición). ¿Les parece poco?. No diga cine de autor, diga Kaurismäki.

Dicho esto en su "defensa", no me voy a enrollar más hablando del cine de mi amado Kaurismäki del que ya recomendamos en nuestro blog dos de sus grandes películas: La Vida de Bohemia y Contraté un Asesino a Sueldo. Su último trabajo se titula El Havre y es un cuento en el que sale un policía con pinta de malo sentado en un bar con una piña.


El Havre es, también, un canto a la civilizada desobediencia civil que no a la de estos de analfabetos rompe-cristales-de-McDonalds que, básicamente, son idiotas y no saben hacer otra cosa. Pero Kaurismäki no es idiota y los personajes de sus películas tampoco. El protagonista de El Havre es un lúcido, pobre, viejo, pícaro y optimista limpiabotas llamado Marcel Marx (André Wilms), un personaje que ya aparecía en La Vida de Bohemia, con 20 años menos, intentando triunfar como escritor en el bohemio París (ya veis cómo acaban los cuentos de Kaurismäki: más o menos como la vida misma, con desencanto).


El caso es que Marcel Marx es un tipo muy pobre que se encuentra con un joven africano (un inmigrante ilegal al que busca la policía) que es muy, muy, muy pobre y Marcel Marx, héroe gusano, hace lo que hay que hacer en estos casos: le da al joven su propio bocadillo. Porque el no haber triunfado en la vida no te convierte, obligatoriamente, en un cínico y resentido hjodeputa insolidario. No se pierdan El Havre. Es una película maravillosa y es, por ahora, la última perla del personal, lacónico, socarrón, silencioso, incorruptible e inconfundible universo kaurismäkiano.


Una de mis canciones favoritísimas ever es Things Will Turn Out Right (1965), en la versión de The Renegades, un grupo inglés que desarrolló gran parte de su carrera musical en tierras finlandesas. No sé nada más de ellos pero qué bien suena este temazo que me grabó en una cinta de cassette un amiguete que pinchaba discos en un garito cuando ambos lucíamos en nuestras testas unos cuidados y relucientes tupés. Things Will Turn Out Right:



Akis Kaurismäki ha recuperado a The Renegades para mi castigada memoria al incluír en los créditos finales de El Havre uno de sus temas más exitosos: Matelot (1965).

Tres temazos en un solo post. Qué más se puede pedir... Bueno, si acaso, un vinito, ¿no?. A la salud de Akis Kaurismäki, de parte de uno de sus incondicionales fans.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Diez Momentos del Cine (para todos los públicos) que me pusieron a 100 (1ª Parte).

"Malos recuerdos, sin embargo sed bienvenidos, sois mi juventud lejana..."

Con este aforismo comenzaba la magistral película El Ejército de las Sombras (1969) del realizador francés Jean-Pierre Melville, director por el que los gusanos profesamos una gran devoción cinéfila. Permítaseme hoy, en homenaje al maestro Melville y a mi cada vez más lejana juventud, despojar de amargura a esta cita para convertirla en "Buenos recuerdos, sed bienvenidos. Sois mi juventud lejana".

Y es que a propósito de nuestra anterior entrada acerca de Diez Películas de Cine Impactantes, se me ha ocurrido crear esta segunda parte bastarda y lasciva en la que vamos a darle al término "impactante" una connotación sexual o, más bien, de despertar sexual, que queda como más inocente. Es por ello que hoy me dispongo a relacionar, para todos ustedes, Mis Diez Momentos de Cine que me pusieron a 100.

Para suavizar el asunto y no entrar en la pornografía (contra la que no tengo nada pero hoy no viene al caso), la selección se limitará a películas no pornográficas ni eróticas que hayan sido vistas antes de cumplir los 18 años (lo aclaro por si alguien quiere meme-tizar este post y seguir estas reglas).

He dado prioridad a aquellas que me sorprendieron en una situación especialmente incómoda para un púber: viendo la tele en casa con toda la familia alrededor. Podríamos volver a parafrasear a Melville diciendo: "Incómodas erecciones, sin embargo sed bienvenidas, sois mi pubertad lejana". No sé si me explico (¡malditos skijamas!) pero quiero recordar a la chavalería del siglo XXI que en los años 80 conseguir estímulos sexuales era un poquito más complicado que ahora.

Estas son las 5 primeras Elegidas (el próximo viernes, las otras 5):

1.- El Tigre de Esnapur / La Tumba India (1959, Fritz Lang). Este díptico que rodó el maestro Lang de vuelta a su Alemania natal es una de las aventuras cinematográficas más emocionantes de toda mi vida. Tiene de todo: salen leprosos, arenas movedizas, parajes y construcciones exóticas, fanáticos monjes hindúes, un arquitecto alemán ligón, un vengativo maharajá despechado y una maciza llamada Seetha a la que dio vida la guapísima actriz norteamericana Debra Paget. La danza ritual de Seetha fue demasiado hot para mi pequeño corazoncito de espectador de la Primera Sesión de los sábados. Las películas bíblicas o exóticas eran la única ventana por la que podía colarse un buen muslo o un generoso escote para alegría de un jovencito como yo. La danza de Seetha sigue siendo, todavía hoy, un baile muy, muy sensual y pueden comprobarlo si buscan por Internet la infinidad de referencias y vídeos de esta escena que vamos a ver a continuación. Debra Paget es la primera tía buena que yo recuerdo haber visto en una película. Empecé a lo grande:



2.- Viva Las Vegas (1964, George Sidney). Una película de Elvis. A mí me encantaban. En esta le acompañaba una Ann-Margret de 23 añitos. En el número musical de la canción que da título a la película, Ann-Margret simplemente... ¡¡¡no llevaba falda!!! pero sí llevaba unas medias negras. No descarto la posibilidad de que el fetichismo que, todavía hoy, me inspiran los pantys, las lycras, los spandex y demás, provenga de este primer recuerdo de la sueca Ann-Margret bailando (¡sin falda!) al ritmo de la música del Más Grande: Elvis Presley.



3.- ¡Viva María! (1965, Louis Malle). ¡Viva!. Una película con un guión delirante. Una especie de comedia con aroma de western revolucionario mexicano en el que dos señoritas llamadas "María" inventaban el striptease fronterizo. Ellas eran la potentísima Brigitte Bardot y la atractiva Jean Moreau. Este striptease que, seguramente, vi una noche de sábado (Sábado Cine) es el primero que conservo en mi cocorota. Atentos al careto de los mexicanitos ante el improvisado show de las mademoiselles:



4.- Barbarella (1968, Roger Vadim). El cuerpazo de Jane Fonda es un cuerpazo de belleza atemporal. Recuerdo la emisión de Barbarella por la Segunda Cadena de RTVE. Yo pensaba que era una peli de sci-fi y de sopetón me encontré, ya en los créditos iniciales, con un striptease. A partir de ahí, el desfile de modelitos de Barbarella / Jane Fonda supone uno de mis más calenturientos y fetichistas momentazos de cine visto en tv. Creo que el responsable del diseño del vestuario fue Paco Rabanne. Dios le bendiga. Mi madre me caló y cambió a otra cadena. Más concretamente a la Primera Cadena (no había más).



5.- La Leyenda del Indomable (1967, Stuart Rosenberg). Pero vamos a ver.., ¿quién podía imaginarse que a mitad de una película como ésta me iba a encontrar, de repente, con una escenta como la que vamos a ver a continuación?. Venga, hombre... Y mi padre delante. Eso no se hace Mr. Rosenberg, eso no se hace. En fin. Mítica. La calientabraguetas de Joy Harmon poniendo a tono a los pobrecitos presidiarios cuando inocentemente sacaba lustre a su coche. Espectacular. Antológico. Gran vídeo con música de Cake:

lunes, 19 de marzo de 2012

Hoy es el Día del Padre.

Feliz Día del Padre a todos los hijos que tenemos la suerte de tener papás cojonudos y a todos los padres que tienen la suerte de serlo.



Pertenezco a una generación y a una clase social en la que lo habitual era que la mami estuviera en el hogar limpiando, cocinando, planchando y demás "sus labores". Se pasaba casi todo el día en casa y solamente salía al mercado para comprarnos comida o para conseguirnos ropa con la que vestirnos lo más dignamente posible. En invierno nos ponía leotardos y pasamontañas. El caso es que parecía que la mamma estaba siempre disponible para ayudarte con cualquier problema de cualquier índole que pudiera surgirte.

Y luego estaba el papi. Era todo lo contrario. Casi nunca estaba en casa. Mi padre se iba muy pronto y volvía muy tarde. Se duchaba (qué coño se duchaba, se bañaba, lo de ducharse es más moderno) y volvía a irse para comprar un montón de cosas más. Siempre comprando. Los domingos por la mañana traía bandejas gigantes de cruasanes y nos alimentaba como lo que éramos: polluelos desquiciados. Los veranos nos metía a los 6 churumbeles en el 127 y nos tranportaba como lo que éramos, becerros desbocados, hasta un destino veraniego en el que nos tirábamos dos meses con nuestra mami, claro, que se pasaba las vacaciones limpiando, cocinando y planchando. El papi subía a vernos los findes y siempre traía más y más cosas.


Cuando yo era niño, mi padre era enorme, altísimo. Tenía unas manos todopoderosas. Su mano derecha era como Mjolnir y su mano izquierda como el puño de Mazinger Z. Tenía unas cuchillas de pescadero también enormes y yo le acompañaba cuando iba a afilarlas y contemplaba cómo echaban chispas cuando chocaban contra la piedra de tal manera que parecían haber sido forjadas por el mísmisimo Völundur. Así permaneció mi padre, todopoderoso en la cima de su monte Olimpo (aunque era más de Moncayo) durante muchos años hasta que, un día, murió mi abuelo que era el padre de mi padre. Mi abuelo había sido ferroviario. También se había ido a trabajar muy pronto y había vuelto muy tarde. Y había vuelto de trabajar y se había bañado. Y había salido a comprar un montón de cosas más. Siempre comprando. Y se había ido a comprar churros los domingos por la mañana. Y mi abuelo había sido enorme, altísimo, con unas manos todopoderosas. Y el ciclo neorrealista de nuestras vidas parecía no tener fin.

El caso es que, un día, mi padre se echó a llorar y yo corrí a abrazarle y me di cuenta de que mi padre estaba tan caliente y olía tan bien como mi madre. Y ya nunca he dejado de darle abrazos y besazos.

A mi padre lo que más le gustan son los westerns, las mujeres, la música y la comida. A mí, sin embargo, lo que más me gustan son los westerns, las mujeres, la música y la comida.

Yo, por mi padre, sería capaz de hacer esto...


... porque sé que mi padre, por mí, sería capaz de hacer esto otro:


Well done papa, well done.

viernes, 16 de marzo de 2012

Frases de Cine. Machine Gun Preacher (Marc Forster, 2011).

"Yo quiero preguntarles a todos ahí fuera, a cada uno que tenga un hijo, a cada uno que tenga hermano o hermana: si su hijo o un miembro de su familia fuera secuestrado hoy, si un loco entra, si un terrorista entra y secuestra a un miembro de su familia o a su hijo y yo les dijera "puedo traer a su hijo a casa"... ¿les importaría cómo lo hiciera?".


Dicho por boca del auténtico Sam Childers (ex convicto - motero - gángster - drogata - traficante) evangelizando su particular teología para la liberación de niños del infierno ugando - sudanés. Ya saben, Uganda, Sudán: esos sitios donde los niños soldado son obligados a asesinar a sus madres como parte del examen de ingreso forzoso en el grupo terrorista ultracristiano ugandés LRA (Lord´s Resistance Army, liderado por el súper hijo de la gran puta Joseph Kony) y donde las niñas se convierten en esclavas sexuales de esos guerrilleros cristianos que aspiran a instaurar una teocracia observadora de los Diez Mandamientos del Antiguo Testamento. En serio.

Aquí tienen al Sam Childers de cine (Gerard Butler) predicando...


... con el dramático ejemplo de las atrocidades que encontró en Sudán.


Sam Childers, predicador norteamericano cristiano pentecostalista, es el fundador y gestor de Angels of East Africa, un orfanato situado en el corazón de las tinieblas del sur de Sudán donde se da refugio, comida y educación a centenares de niños desde hace más de diez años.

Machine Gun Preacher es un correcto biopic de la figura del polémico Sam Childers (¿héroe o villano?, ¿es peor el remedio que la enfermedad?, ¿quien a hierro mata a hierro muere? y etc, etc de dudas morales por el estilo). La película está dirigida por el siempre correcto aunque algo ñoño Marc Forster y su mayor virtud es dar a conocer los terribles hechos que llevaron a un ex motero de Pennsylvania a convertirse, AK-47 en mano, en un predicador que, para salvar niños africanos, decidió dedicarse a combatir contra los terroristas del LRA. La historia que cuenta Machine Gun Preacher justifica su visionado. Una película convencional pero bienintencionada. A mí me vale. Justo, pero me vale.

En cuanto a la frase del principio del post, cada uno tendrá su opinón. Yo no tengo hijos pero...

martes, 13 de marzo de 2012

La Svastica de Louis Glass.

Supongo que debe ser más difícil reemplazar a un marine francotirador del ejército norteamericano que a un administrativo del departamento de Compras de una empresa como en la que yo trabajo (y ahora, todavía menos difícil: 20 días de indemnización y listo). Esa debe ser la razón por la que el ejército yanki no ha expulsado de sus filas a esta panda de retrasados mentales que patrullan por Afganistán:


Joder, ¡qué asco!. Si los paracaidistas de la Compañía Easy levantaran la cabeza...


... y vieran sus amadas barras y estrellas junto al diabólico símbolo de la guardia personal de Hitler, seguramente les darían su merecido a estos marines idiotas que en su defensa han dicho esta memez: las SS son las iniciales de "Snipers Scouts" (Francotidarores Exploradores) y no tienen, en su caso, nada que ver con las nazis aunque también estén, "casualmente", escritas con letras rúnicas. Ya ven: tontos y mentirosos.

Ay, los símbolos.., tan pequeños y tan grandes al mismo tiempo. Nosotros también tenemos los nuestros, no se crean que no...


Los repelentes Boy Scouts tuvieron que dejar de usar uno de sus símbolos por culpa de la propaganda nazi. Me estoy refiriendo a la esvástica hindú (la rueda de la vida) que fue fagocitada por los acólitos de Hitler y provocó que cualquier referencia a ella desapareciera de la cultura europea y norteamericana. No es que se perdiera mucho, en mi opinión, pero siempre jode que una panda de fanáticos se apoderen y perviertan el significado de un icono cuasi universal como es el de la cruz con brazos, un símbolo venerado a lo largo y ancho de todo el planeta desde hace muchos siglos. Y si no que se lo digan a la Orquesta Filármonica de Munich (la "Orquesta del Movimiento Fascista") que le tenía tanto amor a la esvástica, que no la retiró de sus partituras impresas hasta la década de los 90 (!).

Louis Glass (1864-1936) fue un notable compositor danés que, atraído por la teosofía, una seudoreligión muy de moda a principios del siglo XX, compuso en 1916 su Sinfonía n. 5 a la que dio el sobrenombre de "Svastica".

Como pueden imaginarse, en este caso sí que es verdad que el homenaje nada tiene que ver con el mundo nazi (que por aquel entonces ni existía) sino con el asunto antes mencionado del misticismo hindú y su patraña de la rueda de la vida y todas esas mandangas que tanto repelús nos dan a los materialistas.

¿Quieren escuchar del final de la Sinfonía n. 5 "Svástica" de Louis Glass?. Pues nada, pulsen play.

Ya saben: es muy bonita...

sábado, 10 de marzo de 2012

Frases no de Cine. Los chinos y el Mercadona. The Right Strikes Again.

'Los bazares chinos practican la cultura del esfuerzo que nosotros no hacemos'. Juan Roig, Presidente de Mercadona.


Jajajajajajaja. De verdad, es que no encuentro palabras para replicar esta majadería. Esperpéntico. Me río por no llorar, claro. No escuchaba nada tan absurdo desde que José María Castillejo (Presidente de Zinkia, productora de Pocoyó) dijo en el programa del follonero que a los ricos no se les podían subir los impuestos porque entonces se irían de España. Jajajaja. Otro figura. Joder, con lo listos que son para hacer negocios y lo tontos que demuestran ser cuando filosofan fuera de su campo.

The Right Strikes Again.

Temazo:

jueves, 8 de marzo de 2012

Paul Leni y Victor Hugo crearon a El Joker. El Hombre que Ríe (1928).

Esto es algo que siempre me gusta decirles a los fans de los tebeos (lo hago para intentar chincharles, como si lo que voy a decir les fuera a quitar méritos a los artistas del cómic): El director de cine alemán Paul Leni inventó el look del personaje de El Joker, antítesis (o como dicen ahora "némesis") de Batman. Los que no me crean que tecleen en Google Imágenes "The Man Who Laughs, 1928".


¿Qué?, ¿a que mola?. Efectivamente, este personaje de cine fue la inspiración de los creadores del famoso payaso loco del Manicomio Arkham. Pero bueno, tampoco todo el mérito de la invención es del realizador alemán Paul Leni porque su película, la que hoy recomendamos, El Hombre que Ríe (1928), está basada en una novela homónima de 1869 del escritor francés Victor Hugo, uno de los reyes de la denuncia social novelesca. La historia incluye un detalle ¿histórico? escalofriante y macabro: Los Comprachicos (así, en español, fue como Monsieur Hugo inventó la palabra para su novela), un grupo de indeseables nómadas que, según Victor Hugo, "trabajaban con los hombres de la misma manera que los chinos trabajan con los árboles". O sea, eran una especie de hermandad de traficantes que se dedicaba a la compraventa de niños procedentes de familias muy pobres. Los pequeños eran deformados para ser exhibidos como monstruos de feria. O eso decían las leyendas urbanas de la Inglaterra del siglo XVII. Tremendo.

Paul Leni (1885-1929, nacido como Paul Josef Levi) fue un realizador alemán de estética expresionista que arrastraba un pasado de pintor de vanguardia. Buena combinación. Y ya saben cómo es el expresionismo cinematográfico: su poderío visual es tan potente, gracias a sus ángulos imposibles y a sus magistrales juegos de luces y sombras, que la más nimia de las historias rodadas al estilo expresionista puede resultar terrorífica.

En 1927 la Universal fichó a Paul Leni quien en su primer trabajo en los USA prácticamente inventó el género de las "casas encantadas" con un impecable vodevil detectivesco: El Legado Tenebroso (aquí la reseña de dvd). Al año siguiente, Paul Leni realizó El Hombre que Ríe que, pese a lo que pueda parecer por sus imágenes, no es, en realidad, una película de terror, sino un melodramón con amoríos, venganzas y freaks. Un cocktail irresistible. Fíjense en esta romántica escena de la película:


El protagonista es el joven aristócrata Gwynplaine, interpretado magistralmente por el mítico actor Conrad Veidt. Y no me estoy pasando con lo de "mítico" porque este actor fue, entre otros, el Cesare del Doctor Galigari y el Mayor Strasser de Casablanca. Casi nada. No me resisto a copiar y pegar la descripción que la wikipedia hace de Gwynplaine. Atentos:

"Llamado realmente Fernando Clancharlie. Fue el único hijo legítimo de lord Lineus Clancharlie, nacido en el exilio. “Fue vendido a la edad de dos años por diez libras esterlinas, que dieron al Rey por su compra". Lo compró el doctor Gerhardus Geestemunde, de la banda de Compraniños. Lo desfiguró Hardquanonne, un flamenco poseedor de los secretos del doctor Conquest, que le practicó la operación Bucca fissa que le deformó el rostro para siempre marcándolo con una sonrisa. Podía suprimir su sonrisa con una concentración y un dolor inmensos, pero cuando lo hacia en vez de ser cómico era temible. Los compraniños le dieron su nombre, le deformaron las articulaciones, le tiñeron el cabello para siempre y lo educaron para ser saltimbanqui, pero tuvieron que abandonarlo a sus diez años por las persecuciones de la justicia. Suele cuestionar el orden de la sociedad, es reflexivo, introvertido y temeroso, ama a Dea por sobre todas las cosas. Dea fue encontrada (recién nacida) por Gwynplaine junto al cadáver de su madre, una vagabunda que fue sepultada por la nieve en medio de la noche."

Este planteamiento tan tremendo con estos personajes tan desdichados víctimas de la arbitraria injusticia de la clase alta, son lo más atractivo de la adaptación cinematográfica de Paul Leni. El arranque es impactante, sin duda. La trama se va resintiendo un pelín a medida que la historia avanza y va adquiriendo tintes de folletín. De todas formas es una película más que recomendable que fue, en su día, todo un taquillazo para la Universal. Otro más tras El Jorobado de Notre Dame (1923, basada también en una novela de Victor Hugo con otro protagonista deforme) y El Fantasma de la Opera (1925, pues eso: otro freak). Todo muy gótico, muy del gusto del morboso público de finales del XIX y principios del XX. Gwynplaine es otro personaje más atormentado por su grotesco aspecto. Su deformado rostro impide ver a los demás la belleza interior que se esconde tras su macabra sonrisa. O de cuando la tortura física se convierte en tortura espiritual como nos contó también el gran Tod Browning.

Vean El Hombre que Ríe, aunque solamente sea por darse ese malsano gustazo del marisabidillo al que le gusta soltar en alguna tertulia eso de que El Joker de Batman es, simplemente, una copia de este personaje de Victor Hugo y Paul Leni. El triunfo tertuliano está asegurado.

Bueno no, casi mejor vean El Hombre que Ríe para admirar el trabajo actoral de Conrad Veidt quien, en un alarde interpretativo antológico, consigue gracias solamente a los recursos expresivos de su mirada, que su personaje (pensado en principio para otro "monstruo" de la interpretación: Lon Chaney), transmita una gran variedad de diferentes sentimientos siempre enmarcados por una sonrisa perpetua que consiguió mantener gracias a una nada cómoda prótesis dental.

De nada.
Para eso estamos.

lunes, 5 de marzo de 2012

Diez Películas que me impactaron enormemente al primer visionado.

Es que si una película te impacta tras un segundo o tercer visionado.., no es lo mismo, ¿no?, se intelectualiza la cosa. Por eso el cine francés no impacta. Es broma, es broma. Dos de los documentales más impactantes de la Historia son franceses: Noche y Niebla (Alain Resnais, 1955) y La Sangre de las Bestias (Georges Franju, 1949). Hagan click en los enlaces si tienen lo que hay que tener.

A ver cómo aclaro lo que quiero decir con mi particular concepto de "impactar". Creo que todos nos vamos a entender si lo ejemplifico con esta imagen:

Es Sharon Stone en Desafío Total (1990, Paul Verhoeven). La película, vista en su día, no estaba mal (vista hoy es horrorosa). Era entretenida, tenía algunos FX buenos, salían Chuache e Ironside, tenía una música potente (plagio de la bso de Conan).., todo muy bien.., pero entonces apareció el personaje de Sharon Stone vestida con unas mallas de lycra negra jugando al tenis. Al día siguiente, todo el mundo me hablaba del bicho que salía de las entrañas de un marciano, pero yo no podía escucharles porque yo babeaba recordando a Sharon Stone. Pues eso es impactar.

Esto no me impacta.

Esto es un travesti gordo comiendo caca de perro. Provocación barata, lo mismo que casi todo el exploitation.

En fin. Bromas aparte, en nuestra particular Historia del Cine seguro que todos recordamos un montón de grandes momentos y películas que nos impresionaron o marcaron durante unas horas, unos días e incluso para toda una vida. Obviamente todo depende de a qué edad ves qué, por eso las películas que más suelen impactarnos son aquellas que hemos visto durante nuestra adolescencia. De todas formas, siento desilusionar a los lectores de mi generación porque no van a encontrar en mi selección goonies, princesas prometidas, ETs, indianas ni regresos al futuro. Ya he dicho muchas veces que fui un jovencito de ínfulas cinefilo-intelectuales.

Anyway, basta de preámbulos nostálgicos. Con todos ustedes, Diez Películas que me impactaron enormemente al primer visionado y que dejaron una profunda e indeleble huella en mi cinefilia (faltan muchas, como en toda selección que se precie, pero son todas las que están). No son disturbing, ni banned, ni extreme, ni shocking. No al menos en el sentido al que nos han mal acostumbrado los frikis. En orden cronológico (como siempre, de originalidad voy justito):

El Infierno, 1911. Francisco Bertollini, Adolfo Padovan, Giuseppe de Liguoro,. No, no soy un esnob. ¿A que les ha impactado el primer fotograma que encabeza el post?. No me prejuzguen por incluír una película que tiene 100 años, no es una pose de cinéfilo erudito. La primera vez que la vi tenía menos de 80 años (la película). El Infierno es una adaptación la Divina Comedia de Dante y su imaginería está basada en los impresionantes grabados que para esta obra realizó el gran Gustave Doré. Sus efectos visuales siguen siendo impactantes consiguiendo que, todavía hoy, algunas de sus imágenes y escenas nos resulten inquietantes. Tecleen "L´Inferno 1911" en el Google Imágenes, denle al Enter y me cuentan.


La Parada de los Monstruos, 1932. Tod Browning. Si tuviera que elegir mi película más impactante de la Historia del Cine, elegiría este Freaks de Tod Browning. La vi por primera vez una oscura madrugada de hace muchos años sin saber absolutamente nada de ella. En el Cineclub de la Segunda Cadena, of course. No pude pegar ojo en toda la noche. Fue la primera película que busqué desesperadamente nada más comprarme el vídeo VHS. Es terrorífica, sobrecogedora y magistral. Sublime. Eterna. Imprescindible. Su genial director, Tod Browning, se cargó su carrera con esta película.

Mi Tetralogía de Mi Serie B de los años 50. La invasión de los Ladrones de Cuerpos (1956, Don Siegel), El Increíble Hombre Menguante (1957, Jack Arnold), La Mosca (1958, Kurt Neumann) y Drácula (1958, Terence Fisher). Disculpen esta licencia del 4 x 1, pero es un trauma que tengo desde mi niñez. Estas cuatro películas las venden siempre juntas en el videoclub de mi cabezota. El género de terror podría haber empezado con la primera y haber terminado con la última y, con sólo estas cuatro películas, seguiría siendo uno de los grandes géneros del cine. Entre las cuatro reúnen casi todos los ingredientes y constantes de dicho género. Es el triunfo de la voluntad creativa sobre la falta de medios económicos. Todas tienen más de cincuenta años y vistas hoy día siguen siendo geniales y sus efectos especiales siguen funcionando. Las tres primeras tienen finales "filosóficos" y la cuarta... antológico.

Mondo Cane, 1962. Paolo Cavara, Franco Prosperi y Gualtiero Jacopetti. No solamente es una de las películas documentales que más me ha impactado sino que creo que es una de las más trascendentales de la Historia del Cine. Inventó y dio nombre a todo un nuevo género: el mondo, el favorito de los alcagüetes morbosos que hoy, 50 años después, siguen explotando nuestras televisiones. La realidad es más extraña que la ficción.Ya hablé de ella aquí y no voy a extenderme más. Reto a cualquiera que no la haya visto y que crea estar curado de espantos a que la vea y luego me cuente si impacta o no impacta. ¡¡¡ Feliz 50 aniversario, Mondo Cane!!!.

2001, Una Odisea del Espacio
, 1968. Stanley Kubrick. Un profesor de de E.G.B. (yo tenía 8 años) nos recomendó que fuéramos a verla (no el año de su estreno, que no soy tan viejo). Yo le hice caso. Me llevó mi hermana E. No entendí absolutamente nada de lo que había visto pero salí igualmente impresionado. La música de Richard Strauss sonó en mi cabeza durante muchos, muchos años. Ese espacio vienés-sideral, esos FX (en mi opinión siguen siendo los n.1 ever), esa banda sonora, ese ordenador parlante... Eran unas imágenes tan poderosas que cautivaban aunque, en aquel entonces, casi carecieran de significado alguno para mí. Cada vez que la veo me gusta más. Aquí encontrarán un post que dediqué a esta película.

Grupo Salvaje, 1969. Sam Peckinpah. Los títulos de crédito iniciales ya eran toda una declaración de intenciones. La primera vez que la vi no sabía quién era Peckinpah ni, obviamente, que este señor había inventado lo de la lírica intrínseca de la violencia estilizada. Yo no era consciente de lo revolucionario que había sido eso de filmar las salpicaduras de sangre a cámara lenta. Pero el resultado estaba ahí y era impresionante. El sacrificio final de los protagonistas era algo sobrecogedor y la coreografía de la ensalada de tiros era apabullante. Y, sin embargo, al finalizar la película no podías evitar preguntarte "¿qué significa eso del principio.., lo de los niños, las hormigas y el escorpión...?".

Waterloo
, 1970. Sergei Bondarchuk. Nunca antes, en toda mi vida, había visto tal cantidad de extras, armamentos y caballos en una película. Tampoco lo he vuelto a ver después. Hoy día resultaría imposible ni siquiera planteárselo a un productor. Ojo, esta no es su única virtud. Waterloo es una buena película de innegable interés para cualquier cinéfilo y muy especialmente para los aficionados a la Historia y a las guerras napoleónicas (hablé de ella aquí). Pero reconozcámoslo: lo que más me impactó de Waterloo es la increíble espectacularidad de sus escenas de batalla que dicen que reproducen fielmente lo que en aquella trascendetal batalla aconteció. Todavía no me he recuperado. Dicen que fue la inspiración de Peter Jackson para las escenas de su Trilogía del Anillo. No me extraña. Van a flipar si ven esto:


Defensa (Deliverance), 1972. John Boorman. ¿Necesitan que les expliqué por qué me impacto?. Bueno, les voy a explicar al menos el entorno en el que la vi por primera vez. Cine de Medianoche, 1985. Yo estaba preparado para onaneármela, estaba listo para dar la bienvenida a los culos y las tetas que la Radiotelevisiónespañola me había prometido. Fue entonces cuando la vi llegar: su nombre era Deliverance. Los pañuelos de papel cumplieron otra función diferente a la que se les había preasignado, sirvieron para limpiarme las babas que caían de mi boca. Acción, suspense, terror y unas cosas llamadas "montañeses" que resultaron ser unos seres tan terroríficos como los monstruos de la Hammer. Bueno no, más terroríficos porque estos tarados existían de verdad. Tras verla quise comprarme un arco. En serio. Puede ser muy útil en según qué circunstancias... El niño del banjo me sigue produciendo pesadillas.


El Exorcista, 1973. William Friedkin. La primera gran película de terror "para adultos" que vi. Más tarde llegarían El Resplandor y La Semilla del Diablo y, tras ellas, prácticamente no he vuelto a ver ninguna otra de este género que les llegue ni a la suela de los zapatos. El Exorcista sigue siendo la mejor película de terror de todos los tiempos y una de mis favoritísimas. De "brutal" podría calificase el impacto que recibí aquella noche que la vi por primera vez. Era el mal caprichoso hecho carne que venía a divertirse con nuestro sufrimiento. Los médicos no podían con ello, Dios tampoco. Tremendo.

Superman, 1978. Richard Donner. Esta sí es la película de mi infancia: Superman. Nunca he alucinado tanto en una sala de cine como la primera vez que la vi. Sus FX me parecieron absolutamente increíbles (siguen siendo estupendos vistos hoy día). Recuerdo que estuve semanas dándole vueltas a cómo habían podido conseguir que un tren pasara por encima de un actor. Yo no había visto nada parecido. Un niño soportaba con sus manos el peso de una camioneta, un adolescente corría más rápido que un tren, un periodista paraba una bala con sus manos, Superman salvaba a Lois Lane tras el accidente con el helicóptero y etc, etc, etc. Una película maravillosa con una primera parte magistral. Buena suerte para todos los cineastas que intenten superar esto:


Ahora soy talludito. ¿Es tarea fácil impactar con una película a un cinéfilo talludito?. Evidentemente es más difícil que algo te sorprenda cuando crees haber visto casi de todo en una pantalla de cine o tv. Cronenberg siempre fue para mí un Jim Henson que contaba cuentos de terror cyberpunk. Lynch me aburre con su incansable onirismo. Haneke emplea siempre el mismo truco de la pistola de Chéjov (además Lynch y Haneke dan mucho la lata con lo de el lado oscuro de las personas y alguien debería decirles que hay muchas personas que no tenemos lado oscuro). Von Trier se dispersa en su intento de revolucionar tal o cual cosa. El misticismo de Jodorowsky me dio risa (un ejemplo aquí) y el mundo de Fassbinder lo encontré ajeno al mío. Aronofsky tiende a la pedantería. El nuevo gore francés se repite (pero reconozco su mérito al intentar estilizar los intestinos humanos). No entiendo el cine asiático. El 3D no me engancha. Estamos vacunados contra los FX, la sangre y las pollas. El cine experimental no es cine, es un experimento. Muchos realizadores poco conocidos demuestran méritos para ser, efectivamente, poco conocidos. Y etc, etc, etc.

¿Entonces?...

Entonces llegó Él...


Epílogo. Mi Trilogía de Gaspar Noé, Solo Contra Todos (1998), Irreversible (2002, mi reseña aquí) y Enter the Void (2009). Venga, que la suelto: Gaspar Noé es un genio del cine. Nadie hace nada parecido a lo que él hace. Puede que alguien lo intente pero que nadie consigue lo que él consigue. Es el Buñuel y el Kubrick de nuestros días, o sea, tan transgresor (ojo, que no provocador) como ellos pero contando, además, con todos los medios técnicos que estos dos maestros no tuvieron a su alcance. Y Noé sabe cómo emplearlos, sabe hacer cine. No se limita a filmar escenas bizarras para después pegarlas unas con otras en una sala de montaje. Eso lo sé hacer hasta yo. La genialidad y maestría cinematográfica de este director argentino queda siempre sepultada bajo tal o cual polémica por las explícitas y crudas imágenes o situaciones de sus películas (que si le pegan a una embarazada, que si me quiero acostar con mi hija, que si violan a la Bellucci por el culo, que si apología de las drogas...). Son pamplinas. No dejen que los árboles les impidan ver el bosque. Vean estas tres incómodas películas de Gaspar Noé y prepárense porque les espera un viaje alucinante. Un viaje sin moralinas ni visceras ni trucos ni bichos de látex. Eso sí, estarán ustedes solos contra todo. Luego no me vengan con reclamaciones.

viernes, 2 de marzo de 2012

El "Sistema" según Bruce Willis y RATM.

"No es un "Sistema". Es un país. ¡¡¡Estás hablando de gente!!!. Un país lleno de gente. Sentados en sus casas, solos. Muertos de miedo en sus casas. Así que si ya has terminado con tu momentito nostálgico a lo mejor puedes pensar un poco y ayudarme a atrapar a esos tíos."

John McClane (Bruce Willis), Héroe del Pueblo, en La Jungla 4.0 (Len Wiseman, 2007), impartiendo otra de sus magistrales lecciones de filosofía práctica a un hacker oligofrénico que le acaba de explicar la razón por la que ha ayudado a los malos: quería acabar con el "Sistema". Ya saben el "Sistema".., esa cosa que tiene la culpa de todos nuestros males pero con la que nosotros no tenemos nada que ver...


"La Máquina(el Sistema) puede ser cualquier cosa, desde la policía de Los Angeles, que pueden sacar a la gente de sus coches, golpearlos fuertemente y salirse con la suya; la maquinaria del estado capitalista que trata de hacerte un "lavado de cerebro" para que te comportes de forma estúpida y nunca te enfrentes al Sistema y solamente pienses en esperar el fin de semana para tener otro six pack de cerveza".

Tom Morello
, guitarrista de Rage Against the Machine (que se podría traducir algo así como Ira contra el Sistema).


"Los desafíos que enfrentamos, van más allá de las administraciones, más allá de las elecciones, más allá de cada cuatro años de tirar palancas, más allá de eso. Porque todo este Sistema podrido se ha vuelto tan vicioso y cruel que, para sostenerse, necesita destruir países enteros y sacar provecho de su reconstrucción para sobrevivir y eso no es un sistema que cambia cada cuatro años, es un Sistema que tenemos que romper, generación tras generación tras generación tras generación tras generación ... Despierta".

Zack de la Rocha
, vocalista de Rage Against the Machine. Un tipo que se queja de casi todo.


A finales de este año se cumplirá el XX Aniversario de la publicación del álbum Rage Against The Machine que es, indiscutiblemente, uno de los 10 mejores discos de la Historia de Mi Música. No puedo expresar con palabras lo apasionadamente fanático que soy de este grupo y este disco, así que, casi mejor, que hable su música por mí:

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